Concentraciones y manifestaciones multitudinarias en más de un centenar de municipios del Estado español, y en ciudades de medio mundo, han puesto fin (o mejor dicho, punto y aparte) en la jornada del viernes 27-S con la llamada Huelga Mundial por el Clima, a la semana de acción de lucha ante la crisis climática, entendida como “un proceso de reflexión para toda la ciudadanía ante la temeraria inacción de gobiernos y empresas”.
A lo largo del día centenares de miles de personas se han sumado en un grito compartido para exigir a los de arriba acciones efectivas ante la emergencia climática. A su vez, se ha celebrado una huelga estudiantil; se ha llamado a una huelga de consumo; partidos, sindicatos, colectivos se han expresado al respecto… en definitiva, se ha logrado que el calentamiento global, sus efectos y consecuencias (olas de calor más intensas y prolongadas, sequías recurrentes, desertificación, aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, pérdida de biodiversidad, falta de disponibilidad de agua potable y tierras fértiles, incendios más virulentos…), y sus responsables (¿los mismo que lo niegan?), sean noticia.
En el caso de la provincia gaditana, la plataforma Cádiz por el Clima y los distintos colectivos que la conforman, han ido promoviendo desde el pasado 20 de septiembre acciones de protesta y concienciación, hasta llegar a la manifestación principal de este viernes, desarrollada por la tarde en la capital desde la plaza de San Juan de Dios, reuniendo a entre 2.000 y 3.000 personas, en defensa “de un planeta vivo y de un mundo justo”; como cabecera un contundente mensaje: ‘emergencia climática ya. Sin planeta no hay futuro’. Y entre las pancartas y cartelones reivindicativos: ‘Contra la extinción, rebelión; ‘No hay Planeta B’; ‘Nuestra casa está en llamas y seguís hablando de crecimiento económico’; ‘Cambiemos el sistema, no el Planeta’; ‘Para de joder nuestro Planeta’; ‘Levántate antes que el mar’; ‘Ni un grado más, ni una especie menos’; ‘Hay más plástico que sentido común’; ‘La Tierra no está muriendo, está siendo asesinada’; ‘Si por dinero contaminamos, sin Tierra nos quedamos’; ‘El aire no tiene precio’…
El mismo Ayuntamiento de Cádiz, en el pleno ordinario de septiembre celebrado este viernes ha aprobado una declaración institucional de apoyo a la emergencia climática, desde su ámbito municipalista, con la que asume “el compromiso político real y vinculante de favorecer la implicación de las administraciones, las empresas y la ciudadanía, y la consiguiente asignación de recursos para hacer frente a esta crisis”. Para ello, prevé ordenanzas fiscales que premien la instalación de renovables y políticas municipales de residuos, transporte, iluminación, calefacción, refrigeración, consumo, energía, vivienda, compra y contratación públicas bajas en emisiones; y en paralelo, un proceso de educación, formación y concienciación a los vecinos.
También había convocado este 27-S un acto en Jerez, en la plaza del Arenal; y no faltaron durante la jornada concentraciones y actividades relacionadas en numerosas localidades de la provincia, impulsadas desde el ámbito estudiantil sobre todo. Y en el caso concreto de San Fernando, el Ayuntamiento veía oportuno dedicar la reciente fiesta local del 24-S precisamente al cambio climático, invitando al acto más solemne de la conmemoración de aquellas Cortes de 1810 a Juan Verde, un gurú internacional de la sostenibilidad.
Una movilización, desde lo local a lo global, que tiene como objetivo exigir a los gobiernos medidas ante la evidente de la crisis climática, “el mayor reto al que se enfrenta la humanidad”, consecuencia de “un modelo de producción y consumo que ha demostrado ser inapropiado para satisfacer las necesidades de muchas personas, que pone en riesgo nuestra supervivencia e impacta de manera injusta especialmente a las poblaciones más pobres y vulnerables del mundo”. Por ello, con estas protestas se exige “la declaración urgente de emergencia climática” y “cambiar el sistema que está provocando esta grave crisis climática y ecológica que padecemos y que de no poner remedio acabará con la vida en el planeta”.
Las organizaciones firmantes del manifiesto del 27-S a nivel estatal demandan que en la nueva etapa política se declare, de manera inmediata, esa emergencia climática “y se tomen las medidas concretas necesarias para reducir rápidamente a cero neto las emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con lo establecido por la ciencia y bajo criterios de justicia climática”. Evitar que la temperatura global se eleve por encima de 1,5 grados “debe ser una prioridad de la humanidad”. Además, “es necesario reducir con carácter urgente las emisiones de CO2eq (equivalente de carbono), reajustando la huella ecológica a la biocapacidad del planeta”.
“APENAS QUEDAN 11 AÑOS PARA ACTUAR”
“Está claro el compromiso de la ciudadanía ante la crisis climática. La sociedad está escuchando a la ciencia y es consciente de la gravedad de la situación. En estas circunstancias la clase política debe tomar ejemplo, redoblar esfuerzos y establecer límites y objetivos vinculantes para enfrentar la crisis climática”, apuntan desde Greenpeace, que reclama “la necesidad de pasar de los discursos a la acción”, y vuelve a alertar de que “apenas quedan 11 años para actuar”.
Para la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) “hay que actuar y hay que actuar ya, sin demora ni excusas”; además, ve evidente la vinculación entre los derechos humanos y el medio ambiente: uno es que perjudica especialmente a los sectores más vulnerables del planeta y otro es que origina poderosas migraciones climáticas. “Sólo una ciudadanía cívica y comprometida es garantía de que de verdad se pongan en marcha los mecanismos y el compromiso de los gobiernos imprescindibles ante el cambio climático que es una de las mayores amenazas a la que se enfrenta la humanidad y que no se trata ya de un futuro hipotético, sino de una realidad” apostilla en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Mientras, desde Adelante Andalucía se ha aprovechado la jornada para reivindicar “un cambio de modelo productivo que haga posible una transición ecológica hacia una industria respetuosa con el medio ambiente y con la salud y, sobre todo que contemple una moratoria de industrias contaminantes y altamente peligrosas, como es la caso de la industria del combustible fósil”, radicada en el Campo de Gibraltar. Y para la Bahía de Cádiz, se ha incidido en la propuesta clave de los círculos de Podemos en Cádiz, San Fernando, Puerto Real y Chiclana para los astilleros y la industria naval, que plantea estrategias de ampliación y diversificación de la actividad productiva; y se vuelve a defender el proyecto Las Aletas Real y Sostenible como “la verdadera opción de futuro para esta tierra al ser una propuesta de desarrollo socio-comunitario para la Bahía”.
Por su lado, los sindicatos mayoritarios en Cádiz, UGT y CCO, protagonizaban una concentración en la mañana del viernes “a favor de un cambio de modelo social, económico y productivo; y avanzar hacia una transición justa, donde se creen empleos verdes sin dejar a nadie en el camino”. Una protesta de 4 minutos y 15 segundos, como las convocadas en los centros de trabajo que quisieran sumarse a la iniciativa.
“Ya conocemos el problema y cómo se está desarrollando el nudo de la trama; nos queda escribir el final, hacernos corresponsables del mismo, dibujar y trabajar con nuestras manos un futuro lleno de armonía. Combatir estas transformaciones es nuestra responsabilidad moral y ética: un debate filosófico de hondo calado que ha de arrancar y fundamentarse desde la educación temprana”, añaden desde la federación de Enseñanza de CGT Andalucía, que subraya que la motivación de esta huelga está íntimamente relacionada con su labor: “el ecosistema educativo está en peligro. El calentamiento global está siendo la puntilla para que la permanencia en los centros llegue a ser intolerable durante ya muchos días al año y un peligro grave para la salud. ¿Tendrá que morir alguien por un golpe de calor en un centro educativo para que se tomen en serio la adecuación de los edificios y las condiciones ambientales de los mismos?”.