La apertura del mercado de pases a final de temporada deja ver cómo cada vez más equipos grandes deciden invertir en jugadores jóvenes. El fútbol profesional ha abierto las puertas en años recientes a una nueva industria en donde reclutadores se encuentran en una búsqueda constante del próximo Messi, van Persie o Mbappé. El hecho de fichar jugadores que se encuentran en sus primeros pasos profesionales ayuda a los clubes a formar sus propias mega-estrellas. Gracias a un mayor desarrollo en sus etapas iniciales, cada año los jugadores jóvenes ganan más valor y por ende es más difícil para los clubes poder ficharlos a un precio accesible.
Contratar jugadores jóvenes es una inversión a corto y largo plazo
A final de cada temporada los equipos más grandes del mundo compiten entre ellos para ver quién se llevará a las figuras del futuro. Encontrar la próxima gran estrella no sólo significaría que potencialmente podrían conseguir títulos y generar más ingresos: también ahorra el trabajo de pelear con otros clubes por sus pases y tener que invertir millones.
La historia más destacada en cuanto a fichajes prematuros es la de Lionel Messi, quien llegó al Barcelona a los 13 años de edad y comenzó a jugar en el equipo mayor a los 17. Sin embargo, además de enfocarse en academias donde acompañar el crecimiento desde muy pequeños, los clubes también se esfuerzan cada vez más en encontrar estrellas en ligas y equipos de menor renombre para contratarlos y desarrollar su potencial. Otro de los métodos utilizados por estos clubes es el de contratarlos y darlos a préstamo para que ganen experiencia y luego volver al club dueño de sus pases.
En la segunda semana de junio, el Real Madrid alcanzó todos los titulares al cerrar el fichaje de Takefusa Kubo, el japonés de 18 años que viene del Tokio FC. El jugador había estado en el punto de mira de un puñado de equipos −incluyendo al Barcelona, que lo quiso contratar antes de que cumpliera la mayoría de edad y por ello recibió una multa por parte de FIFA en 2014−. Tal fue el furor por el jugador que las apuestas se discutían por el equipo europeo en el que terminaría el adolescente. El japonés, quien es considerado por muchos como el nuevo Messi, ganará 1,2 millones de euros por cada una de las cinco temporadas que arregló con el Real Madrid. Tales son las similitudes con Messi que Take primero jugará en la filial Castilla del Madrid antes de incorporarse al primer equipo.
El Real Madrid también ha contratado a Luka Jovic de 21 años, que hasta la temporada pasada militaba en el Eintracht Frankfurt de Alemania. A finales de 2018, el serbio se convirtió en el jugador más joven en marcar cinco goles en un partido de la Bundesliga. Sus 25 goles en 49 disputados en 2018-19 llamaron la atención de Florentino Pérez, quien vio el potencial del jugador y le ofreció un contrato de 60 millones de euros por seis años.
Otro claro ejemplo de la modalidad adoptada por los clubes más grandes es el del Barcelona y la contratación del brasileño Emerson de 20 años y el francés Jean-Clair Todibo de 19. Emerson fue fichado desde el Atlético Mineiro y Todibo desde el Toulouse, donde sólo jugaron 23 y 10 partidos respectivamente. Mientras Todibo ya ha disputado dos partidos de La Liga y entrena diariamente con el equipo mayor, Emerson fue cedido al Real Betis para tener rodaje y seguir desarrollando sus habilidades, ya que en clubes grandes la cantidad de jugadores sobrepasa a los que se necesitan por temporada.
Los equipos grandes también miran en las divisiones inferiores
A principios de junio, el Manchester United anunció la incorporación de Daniel James por 5 años y 18 millones de libras. Los diablos rojos firmaron al galés luego de estudiar su rendimiento en Swansea City y Shrewsbury Town, de la segunda y tercera división de Inglaterra. El cuerpo directivo del United pudo ver más allá de la calidad de las ligas y se dio cuenta que la capacidad de James puede seguir enriqueciéndose en un futuro. La cualidad de captar estos talentos le ahorra pelear por los jugadores una vez que alcanzan su máximo potencial y valen cientos de millones.
Por su parte, el Sevilla contrató a principios de año a Maximilian Wöber, el austríaco de 21 años proveniente del Jong Ajax, la filial del Ajax que juega en la segunda división de Holanda. El club de Ámsterdam es conocido por ser uno de los que más énfasis le pone al desarrollo de jugadores desde temprana edad, y muchas veces es utilizado como ejemplo por otros equipos europeos a la hora de generar un sistema que les permita crear estrellas propias.
Mirar hacia el futuro puede ser lucrativo
Contratar jugadores jóvenes puede ser todo un desafío para clubes grandes donde los objetivos no se limitan a los resultados futbolísticos. Desarrollar el potencial de los jugadores es un trabajo arduo que requiere de mucha gente que los acompañe y asesore, no sólo por su beneficio sino también para futuras transacciones con el club. El negocio de fabricar futuras estrellas es cada vez más lucrativo, ya que los equipos más grandes tienen sistemas complejos y academias en donde desarrollan a los jugadores en sus primeras etapas para garantizar que una vez que lleguen a explotar su potencial, sean parte de las instituciones. Invertir en estos jugadores permite a los clubes crear planes a largo plazo, pero con la garantía de que también puedan darles resultados inmediatos si así lo necesitan.
Poner la mirada en jugadores que recién están dando sus primeros pasos es una de las nuevas formas que los clubes grandes están realizando para evitar su explosión en otro equipo y tener que negociar una vez que su valor incrementa significativamente. Esta nueva modalidad ha dado vida a una nueva industria más competitiva, pero también abre las puertas a jugadores más jóvenes que buscan triunfar en equipos grandes de renombre. DIARIO Bahía de Cádiz