El FC Barcelona y el Real Madrid se vieron las caras por primera esta temporada. El pasado miércoles 18 de diciembre vivieron un partido que paralizó medio mundo, todos los amantes del fútbol tenían dicha fecha marcada en el calendario.
Todavía nos encontramos en una fase inicial del campeonato, pero el duelo fue ya definitorio en relación a la Liga. Los dos clubes se encuentran en un estado de forma óptimo y reinan en la clasificación empatados a puntos tras el clásico: 36. Ambos son, como es habitual, los favoritos para alzarse con el título a final de temporada, y este choque fue trascendental por los pocos partidos que pierden a lo largo del curso. Este consenso con relación al campeón puede ser apreciado en Oddschecker, ya que todos los indicios apuntan hacia esta dirección. El Atleti ha quedado ya en un segundo plano y la dinámica en ascenso de los dos equipos nos evoca inexorablemente hacia esta conclusión; también pesa mucho el factor histórico, ya que se trata de las dos entidades más potentes -y laureadas- del contexto nacional.
El clásico es un partido muy importante, como ya hemos mencionado anteriormente, y como cada temporada genera dinámicas que se pueden arrastrar hasta final de temporada. Sin embargo, hay que tener cabeza fría y perspectiva global. Barça y Madrid, objetivamente, se encuentran en un buen momento. Ambos equipos han logrado avanzar en la Liga de Campeones y lideran la tabla doméstica con solvencia. Un contexto en el que se sienten muy cómodos.
Cabe destacar también que los dos clubes han mejorado enormemente el juego, especialmente en comparación al mostrado en las primeras fechas del campeonato. Incluso se permitieron el lujo de competir el último partido de la Champions con equipos suplentes, ganando sendos partidos con solvencia.
El Madrid ha recuperado la mejor versión de algunos de sus hombres, hecho que se repite de manera cíclica, futbolistas con falta de confianza como es el caso de Vinícius. El jugador lo ha pasado realmente mal en relación a su estado de ánimo, y el partido que jugó contra el Brujas le ayudó a recuperar su amor propio. El Barça tiene un caso casi paralelo con respecto a un renacimiento futbolístico: Ivan Rakitic. El centrocampista croata fue condenado al ostracismo y en los últimos partidos ha revivido como un ave fénix, siendo titular indiscutible contra el Real Madrid. Parece que vuelve a contar con la confianza de Ernesto Valverde y ya es uno de los hombres fijos en el centro del campo azulgrana.
El clásico es un partido trascendental, sin ninguna duda, pero independientemente del resultado Barça y Madrid tienen motivos para creer en sus posibilidades a largo plazo. Sobretodo en Europa, donde la fase final de la competición se escribirá en cuatro meses, no ahora. Paso firme y cabeza fría. DIARIO Bahía de Cádiz