CRÓNICA. Como cada año, desde hace ciento setenta, el verano sanluqueño se ve inmerso en los dos ciclos de carreras que la Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar organiza en las playas de la ciudad de la manzanilla. Ciento setenta años son muchos, como también son muchas las personas que viven las carreras de Sanlúcar ya sea en la playa o en el recinto que se monta para el evento.
Mi madre siempre me decía la expresión “aquí hay más gente que en Sanlúcar en verano”, cuando quería referirse a la presencia de una multitud. Seguro que la expresión viene del acontecimiento más que centenario de las carreras en las playas sanuqueñas. Y este año, ha vuelto a ser realidad, pues doy fe que en los tres días que ha durado cada ciclo, es decir, seis días de carreras en total, han estado abarrotadas de bañistas, propios y extraños (más bien esto último) que pacientemente aguardan detrás de las barreras de seguridad el tiempo que tarde en prepararse y disputarse cada carrera.
En fin, las dos cosas, la expresión de mi madre y las playas de Sanlúcar repletas de público, me resultan entrañablemente agradables. La primera porque me recuerda a mi madre, que no es poco, y la segunda porque es el anuncio del buen ambiente, festivo, amable y particular como pocos, que se crea en esta ciudad con motivo de las carreras veraniegas. Y es que Sanlúcar es una ciudad que sabe disfrutar la fiesta como pocas en la provincia de Cádiz (y yo diría que de casi toda España). A la suerte de tener como elementos fundamentales de la oferta gastronómica, la manzanilla y los langostinos, Sanlúcar añade el carácter especial de sus habitantes, que hace posible que la fiesta de ‘los palcos’ de las carreras sea un acontecimiento de carácter mundial.
volvamos a las playas
Pero volvamos a las playas, y al paso de los caballos agrupados al principio, y disgregados la mayor de las veces en la meta. Si te sitúas próximo a Bajo de Guía, junto ‘al Poli’, tendrás la ocasión de ver los cajones de salida de los caballos, que son movidos por un enorme tractor, según la carrera tenga más o menos distancia. Es toda una experiencia ver llegar los caballos uno a uno y cómo poco a poco se van aclimatando a la situación, hasta que por fin logran introducirlos a cada uno en su cajón.
Y aquí hay que tener cuidado, pues algunos caballos se ponen nerviosos y, como este año ha ocurrido, uno de ellos saltó a la calzada, pasando por encima de un coche. En fin, sin lamentar ninguna desgracia, pero lo cierto es que este verano los caballos han tirado a más de un jinete al suelo y algún que otro susto han dado en la salida.
La salida es esperada con expectación por los miles de bañistas, que empiezan a gritar hasta que la carrera pasa por delante del sitio donde se encuentran ubicados. Y pasa en unos brevísimos, pero intensos, segundos. Hasta pasado un rato no se sabe quiénes son los ganadores, tanto los caballos, como los apostantes…
Es necesario aclarar que hay dos clases de apuestas: las de las casetitas que los niños ponen en la playa, y cuya expectativa de premio es conseguir hasta el triple de lo apostado, eso sí, en caramelos y chucherías. Y las otras apuestas, las serias, que son en el recinto de la Sociedad de Carreras, aunque desde la playa también se puede acceder a los puestos de venta de apuestas. Hay quien hace su particular agosto, si acierta con la apuesta adecuada.
cotilleos y curiosidades
Este año 2015, además de la efeméride del aniversario, las carreras han mostrado una renovada y pujante capacidad de convocatoria, pues de verdad puedo decirles que las playas han tenido más público que nunca.
Pero también ha habido otras novedades: hasta muy tarde no se pudo confirmar la celebración de las carreras por culpa de los problemas que ha tenido la temporada 2015 de la TURF, que es el sistema de apuestas de carreras de caballos en España para toda la temporada. Afortunadamente se superaron los problemas y las carreras han podido continuar con su tradición centenaria.
Pero hay más cotilleos o curiosidades propias de este año. Entre ellas, el cartel de patrocinadores, entre los que no ha figurado el Ayuntamiento de Cádiz… En fin, que no hemos visto al nuevo alcalde viendo las carreras… O si ha venido, yo no lo he visto.
También ha dado que hablar el cartel anunciador de las carreras 2015, que no ha sido una de las fotografías del, hasta ahora, prestigioso premio de fotografía de la Sociedad de Carreras, sino un óleo de la pintora residente en Roma Evita Andújar.
También el concurso de fotografías ha sufrido variaciones, pues los premios, según las nuevas bases, tendrán que ser obligatoriamente donados a una serie de ONG, una vez otorgados. En fin, habrá que ver cuál es la respuesta de los aficionados a la fotografía a esta variación de las bases, habida cuenta que inmediatamente se convocó otro concurso fotográfico, con otro patrocinador, en cuyas bases no se obliga a donar los premios…
Y luego, la noche sanluqueña abraza como ninguna sabe hacerlo, a los palcos del recinto de las Carreras, donde te puedes encontrar con cualquier famoso, mezclado con turistas, aficionados a la hípica, o sanluqueños comprometidos con su fiesta. Toda una experiencia, regable, eso sí, con manzanilla de la tierra, ya que el cubateo no está permitido, que para eso estamos en Sanlúcar, y hay que promocionar lo propio.
Pues eso. El año que viene más. DIARIO Bahía de Cádiz
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