Europa, el llamado Viejo Continente, optó por dejar de pelearse internamente en recurrentes y sangrientos conflictos armados tras la calamidad de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial, y a mediados del siglo XX se ponía la primera piedra de la actual Unión Europea, y de una paz duradera entre vecinos continentales. Vecinos diversos (contando oficiales, hay más de una veintena de lenguas en el territorio…) pero teóricamente unidos por unos valores comunes: libertad, democracia, igualdad, estado de Derecho y derechos humanos; valores que la ultraderechización del mundo van poniendo en peligro.
Aquel primer paso, en 1951, la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, se ampliaría en 1957 a partir del Tratado de Roma, con la Comunidad Económica Europea… hasta ahora, con una UE con 27 estados miembros (España, desde 1986), libertad de circulación, de mercancías, de servicios y de capital, los Erasmus como gran ejemplo de que es posible la integración, y hasta una moneda única. Los más jóvenes ya ni sabrán qué era eso de la peseta…
Pero este deseo, pragmático, de cooperar, no ha frenado esas ansías histórica de competir y rivalizar entre potencias europeas. Así, se puede entender que las riñas (dicen que el ser humano es competitivo por naturaleza) no se han refrenado, aunque desde hace décadas, ante la visión y recuerdo de una Europa devastada en los años 40/50 del siglo pasado, se han canalizado a partir de otras prácticas más benévolas, reconvertidas además con el paso del tiempo en grandes negocios de masas: la música y el deporte. Ya no se lucha por más territorios, ahora se conquistan escenarios y trofeos.
Apuesta por la música: Eurovisión
En mayo de 1956, los europeos occidentales (los privilegiados entonces con una primitiva televisión) vieron simultáneamente el primer Festival de Eurovisión, celebrado en Suiza con siete participantes: un concurso amable donde los países (sus televisiones públicas asociadas a la Unión Europea de Radiodifusión) competirían cada año por presentar la mejor canción.
Actualmente, Eurovision Song Contest (que este 2024 ha ganado el suizo Nemo con el tema ‘The code’), es todo un espectáculo de repercusión mundial con audiencias millonarias, moviliza a miles de fanáticos, e incluso permite la participación de naciones ajenas a Europa (ahí están los casos de Australia, Turquía, Azerbaiyán, Armenia, Rusia -cuando se le permitía ‘cantar’, antes de la guerra de Ucrania- o Israel -al que paradójicamente sí se le mantiene, con gran controversia-).
Apuesta por el fútbol: la Eurocopa
Más allá de la música, el otro evento sobresaliente en el que los europeos (sus países) se miden periódicamente, de forma pacífica, es el fútbol. Fue en 1958 cuando desde la Federación Francesa de Fútbol, Henri Delaunay propuso la creación de un campeonato europeo de selecciones nacionales. Dos años después, en 1960, nacería la Eurocopa, enfrentando a los combinados de la Unión Soviética (la entonces URSS), Yugoslavia, Checoslovaquia y Francia, el país anfitrión.
A lo largo de las décadas, el torneo ha ido creciendo en tamaño y popularidad, incluyendo rondas previas de clasificación y fases de grupos. Hoy, como ocurre con Eurovisión, con la organización de la UEFA esta cita deportiva tiene repercusión planetaria, activando a incontables aficionados al fútbol. Precisamente, este 2024 es año de Eurocopa (se organiza cada cuatro): Alemania, que ya acogió el Mundial de 2006, es la anfitriona, del 14 de junio al 14 de julio, fecha en la que se disputará la final en el Estadio Olímpico de Berlín.
En esta ocasión, 24 selecciones (más que nunca en la historia del torneo) lucharán por levantar la preciada copa de la UEFA Euro 2024: Alemania, Escocia, Hungría, Suiza (grupo A); Eslovenia, Dinamarca, Serbia, Inglaterra (grupo C); Países Bajos, Austria, Francia, Polonia (grupo D); Bélgica, Eslovaquia, Rumanía, Ucrania (grupo E); Turquía, Portugal, Chequia y Georgia (grupo F); y España, encuadrada en el complicado grupo B con Croacia, Italia y Albania. Con responsabilidad, es una ocasión idónea para probar a jugar también desde el sofá en las mejores casas de apuestas en España.
Las favoritas de esta Eurocopa germana con un osito de peluche, Albärt, como mascota, y balón de Adidas propio, el Fussballliebe (que en alemán significa “amor por el fútbol”), parecen ser: Francia, liderada por Kyllian Mbappé, tras perder la final del Mundial de 2022; Inglaterra, actual subcampeona del torneo; el joven combinado de Italia entrenado por Luciano Spalletti, campeona en 2020; la renovada Portugal, donde no falta el veterano Cristiano Ronaldo; Alemania, la selección anfitriona con un Toni Kroos que quiere despedirse del fútbol a lo grande; y como no, España.
España, a por la cuarta
Los de Luis de la Fuente (el mismo que aplaudió a rabiar a Rubiales en aquel momento ignominioso tras el Mundial femenino, y sigue en el banquillo), tienen como desafío sumar su cuarta Eurocopa (tras los títulos cosechados en 1964, 2008 y 2012), lo que ninguna otra selección ha logrado jamás.
Cada español tiene un entrenador dentro y su once favorito propio, y finalmente los 26 futbolistas convocados son: Aymeric Laporte, David Raya, Unai Simón, Nico Williams, Daniel Vivian, Alejandro Grimaldo, Marc Cucurella, Álvaro Morata, Lamine Yamal, Pedri, Ferrán Torres, Fermín López, Rodrigo Hernández, Fabián Ruiz, Dani Olmo, Ayoze Pérez, Nacho Fernández, Dani Carvajal, Joselu, Álex Remiro, Mikel Merino, Robin Le Normand, Martín Zubimendi, Mikel Oyarzabal, Jesús Navas y Álex Baena.
Ni el club merengue ni el culé, la Real Sociedad es el que más aporta, con hasta cinco jugadores, seguido del Barcelona, el Athletic Club y el Real Madrid. Y no, no hay ningún seleccionado del Cádiz CF, ni ningún gaditano entre los elegidos para la ‘batalla’.
La ‘Roja’ jugará en la fase de grupos: el 15 de junio ante Croacia (a las 18 horas); el 20 de junio ante Italia (a las 21 horas); y día 24 ante Albania (a las 21 horas). Todos los encuentros los televisará gratis RTVE. Si logra la clasificación, disputará los octavos de final entre el 29 de junio y el 2 de julio.
Llegados a este punto, la hinchada patria confía en que jugando al fútbol los resultados de España sean algo mejores que cantando en Eurovisión, cuando en su última participación en Malmö, Nebulossa quedaba en el puesto número 22 (de 25) con su reivindicativa y coreada ‘Zorra’.