Nadie, nadie, nadie podía imaginar una noche electoral en Andalucía como la vivida este 2-D ¿histórico?, que ya se vislumbraba inquietante por la importante abstención percibida durante los avances de participación (ha votado un escaso 58,6% del censo total); y rara, con la difusión del recuento electoral embargada hasta las diez de la noche por incidencias durante la mañana en colegios de Sanlúcar de Barrameda.
Ni sondeos, ni analistas, ni tertulianos, absolutamente nadie sospechaba que cuando de repente se permitió dar a conocer el escrutinio en tiempo real (y ya iba por el 80% de papeletas contadas), la derecha (y ultraderecha) le ganaba a la izquierda ¡¡en Andalucía!! Sí, el PSOE de Susana Díaz vuelve a ser la fuerza más votada, aunque dándose un duro batacazo, dejándose en el camino 14 representantes. Una victoria amarga, ya que ni el apoyo directo o indirecto de Adelante Andalucía (ni de su antiguo socio, de Ciudadanos), le basta para alcanzar la mayoría suficiente.
Sin embargo, por el otro lado de la balanza, PP y Cs tampoco suman esos mínimos 55 escaños… pero se ha colado en el tablero de forma insospechada Vox con hasta 12 diputados (algunas encuestas le iban dando de 1 a 3 como mucho…). Este nuevo ‘actor’ con ideas ancladas en el pasado (por no decir en el mismo franquismo: con un programa donde no esconden su homofobia, xenofobia, machismo, centralismo…), liderado a nivel estatal por un tal Santiago Abascal, en su día militante del PP (pocos, muy pocos, sabe quién es su presidenciable a la Junta), se convierte en llave de gobierno en la región.
Y los partidos encabezados a nivel estatal por Pablo Casado y Albert Rivera, de entrada, no parecen hacerle ascos a cogobernar con la ultraderecha rancia y retrógrada (a veces, sus discursos y odio son homologables a lo que pregonan desde Vox) o al menos a recibir su respaldo en una hipotética investidura, con tal de hacer realidad ese prometido “cambio” en esta tierra. Ambos ya no exigen que gobierne la lista más votada, ahora no.
Así, los gobiernos consecutivos del PSOE en Andalucía (un PSOE andaluz, cada vez menos a la izquierda, también es verdad), y ya iban 36 años (todos, nunca ha habido un presidente de otro partido desde que existe esta autonomía histórica, al nivel de Catalunya, Euskadi y Galicia, aunque se olvide a menudo) podrían tener sus días contados, con un guión y un desenlace impensable cuando la propia Susana Díaz, con suficiencia (quizá la misma confianza de muchos votantes socialistas, que ni se han molestado en pasar por las urnas), convocaba estas undécimas elecciones al Parlamento regional (de nuevo de forma anticipada, como en 2015) ya que no quería gobernar sin estabilidad, después de que se confirmara el ‘divorcio’ entre socialistas y Cs, cómplices durante los últimos tres años.
LOS RESULTADOS EN ANDALUCÍA
Con el 99,92% del escrutinio listo, consultado por DIARIO Bahía de Cádiz de fuentes de la Junta de Andalucía, el PSOE es la fuerza más votada en la región, pero pierde, y vaya si pierde: pasa a tener 33 diputados (14 menos que en 2015, cuando logró 47). Ha obtenido 1.009.243 votos (el 27,9% del total): son unos 400.000 menos que hace tres años. Pese a estos resultados muy a la baja, se mantiene como el primer partido en siete de las ocho provincias (todas menos Almería, donde gana el PP).
Como segunda fuerza parlamentaria queda el PP, con el mismo cabeza de cartel, Juan Manuel Moreno Bonilla, que igualmente ha perdido apoyos. Ha obtenido 26 diputados (tenía 33, pierde 7), y ha convencido a 749.275 votantes (el 20,75%): son alrededor de 315.000 papeletas menos que en 2015 (y ya se dejó otras 500.000 entonces, con respecto a 2012, cuando Javier Arenas logró el hito de conseguir más diputados que el PSOE, sin poder gobernar).
El partido que más crece, como intuían los sondeos, es Ciudadanos, aunque no logra sobrepasar a los populares. La franquicia regional de Rivera, que estas semanas ha hablando más de Catalunya que de la propia Andalucía, con el sanluqueño Juan Marín de nuevo como candidato (durante la campaña ha estado arropado casi siempre por el propio Albert o la jerezana Inés Arrimada), sube a los 21 representantes (tenía 9, son 12 más). A la vez, suma cerca de 290.000 votos más que hace tres años (roza los 660.000), lo que supone el 18,27% del total.
Casi la misma cantidad de papeletas que gana la formación naranja, la pierde la coalición de Podemos, Izquierda Unida, Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza. Adelante Andalucía, con la gaditana Teresa Rodríguez al frente, ha perdido con respecto a 2015 (Podemos e IU concurrían por separado), unos 280.000 votos y 3 sillones. Se debe conformar con la cuarta plaza, con 17 representantes y el 16,18% de los apoyos. Como le pasó a la formación morada en las últimas elecciones catalanas (que centró sus mensajes en hablar de sanidad, educación, servicios públicos… y no de independencia sí o no), a la ilusionante plataforma coliderada por el tándem Rodríguez-Maíllo le ha penalizado, paradójicamente, hablar casi en exclusiva de Andalucía.
Pero sin duda, lo más sorprendente (muchos siguen sin terminar de creérselo) es la entrada de Vox en la Cámara regional, y con fuerza. De ser una anécdota marginal y no tener representación, alcanza 12 diputados y casi el 11% de sufragios (en 2015 obtuvo el 0,46%); de 18.422 votantes pasa a convencer a 395.978. Habrá que preguntarles si se han leído el programa electoral de este partido de extrema derecha, que parece haber absorbido en parte a los electores que han dejado de confiar en el PP (y no será por su moderación de los últimos tiempos). Francisco Serrano es su número uno en estos comicios.
Sin lograr representación queda el partido es el Partido Animalista (Pacma), sumando casi 70.000 papeletas (el 1,93%), prácticamente doblando lo conseguido en 2015. Además, el estreno de la formación heredera del extinto Partido Andalucista, Andalucía por Sí (AxSí), con el portuense Joaquín Bellido de presidenciable, alcanza el 0,61% de los votos (algo más de 22.000 en toda la región; su predecesor, el PA, obtuvo más de 60.000 hace tres años). Y la coalición de Equo-Iniciativa se queda con apenas 15.000 apoyos.
EL PSOE PIERDE APOYOS PERO ‘GANA’ EN CÁDIZ
Por su parte, la provincia de Cádiz, donde estaban en juego 15 parlamentarios, vuelve a ser socialista, aunque pierde fuerza. El PP pasa a ser cuarta opción, y Vox también logra representación gaditana.
Con menos del 54% de participación final (y un 3,6% de votos en blanco y nulos), el PSOE obtiene en Cádiz 4 parlamentarios (2 menos) gracias a 121.100 votos (unos 58.000 menos); Ciudadanos asciende a la segunda posición con 3 representantes (tenía 1) y 106.000 papeletas (crece en 47.000); Adelante Andalucía continúa tercera, con 3 diputados (pierde 1), y obtiene 97.600 votos (se deja en el camino precisamente unos 47.000 con respecto a 2015); el PP se queda como cuarta fuerza con 89.000 sufragios (47.000 menos) y 3 representantes (1 menos); y se estrena Vox con hasta 2 escaños (57.000 votos, mientras hace tres años lograron poco más de 2.000).
Por detrás, sin obtener representación, Pacma es la sexta fuerza, con 11.405 votos (unos 5.000 más); y AxSí, la séptima con poco más de 8.000.
LA BAHÍA, DE CS Y ADELANTE ANDALUCÍA
Finalmente, nos centramos en el repaso electoral a los siete municipios mancomunados de la Bahía de Cádiz. En esta ocasión se da la circunstancia de que ni el azul ni el rojo dominan ninguna localidad, y son los llamados ‘nuevos’ partidos los más votados: así, el naranja de Ciudadanos se impone en Jerez, San Fernando, El Puerto, Chiclana y Rota, mientras en Cádiz capital y Puerto Real, precisamente las dos únicas ciudades gaditanas con alcaldes de Podemos, la opción preferida es la de Adelante Andalucía.
Así, en Cádiz (con una abstención de más del 40%), la coalición de Podemos e IU, como en 2015, vuelve a ser la fuerza más votada (obtiene el 30,27% del total y 17.306 de papeletas). Por detrás, lejos, se ve a Cs, con el 19,7% de los apoyos; al PSOE, con el 18%; y como cuarta opción, al PP, con el 17,5%. Aunque casi se podría hablar de un triple empate entre estas tres fuerzas, las tres de la oposición en el Ayuntamiento de Cádiz. Ya más atrás queda Vox, que ha registrado más de 4.000 electores (hace tres años cogieron su papeleta unas 250 personas). Y Pacma convence a más de 1.700 vecinos.
Por su lado, Jerez es una de las ciudades ‘naranjas’, aunque el PSOE les pisa los talones. Cs suma el 23,5% de apoyos, y los socialistas, el 22,4% (perdiendo 10.000 papeletas con respecto a 2015). Por detrás, el PP obtiene el aliento del 18% de los votantes jerezanos; Adelante Andalucía, el 17,4%; Vox, el 11,8%; y el Partido Animalista, el 2,3%.
Igualmente, en San Fernando se ha impuesto Cs frente al PSOE, por apenas 300 votos. Los de Juan Marín llegan al 22,4% de apoyos, y los de Susana Díaz, al 21,6%. Adelante Andalucía le ‘gana’, con el 17,4% de votos cosechados, al PP, que suma el 16,8%. Y Vox, en La Isla, obtiene más del 13% de papeletas totales (más de 5.300). Como curiosidad, Pacma se impone a AxSí.
En El Puerto también es primera fuerza política Ciudadanos, con el 21,2% de respaldo. En este caso, le sigue Adelante Andalucía (con el 19,2%), y muy muy cerca, el PP, con el 19,1%. Los socialistas suman el 18,4%, y Vox da un importante salto pasando de 261 votantes a más de 5.300 (el 14,2% del total).
En el caso de Chiclana (donde se ha contabilizado casi un 50% de abstención), Cs se pone por delante del PSOE, con el 23,1% de los sufragios, mientras los socialistas se quedan con el 22,7%. El PP obtiene el 17,8% de apoyos, Adelante Andalucía, el 17%, y Vox, el 12,1%.
Dentro de la comarca, Puerto Real es el otro punto morado, o en ese caso verde, el verde del Adelante Andalucía: continúa como la opción preferida para el 34,4% de electores de la Villa, El PSOE es la segunda fuerza, con el 26,3% de votos. Cs obtiene el 14,9%; el PP, el 7,5%, Vox, el 5,5%, y AxSí, el 3,9%.
Y en Rota, Cs también es el partido más votado en estos comicios regionales, sumando el 23,3% de los votos. El PP se coloca segundo, con el 20,9%; el PSOE obtiene el 20% del total; Adelante Andalucía, el 18,9%; y Vox, el 10,6%. Dany Rodway