La copla cuenta que Cádiz tiene un sabor especial y es, sin duda, uno de los lugares más mágicos de Andalucía, al menos por lo que concierne a su costa que es una de las más visitadas por surfistas pero también por visitantes de todo el mundo que quieren disfrutar del sol y de un paisaje excepcional, como el que ofrece uno de sus pueblos estrella: Conil de la Frontera, en la Costa de la Luz, un lugar con un grandísimo valor medioambiental y unos lugareños que lo celan.
Pasar unas vacaciones ideales en Conil es bien fácil puesto que en este municipio todo parece hecho bajo este fin. Además del paisaje, el lugar cuenta con todos los servicios para deleitar a los veraneantes: restaurantes, pubs, discotecas, tiendas, y supermercados. Desde hace muchos años el sector servicios es el que lleva a lo más alto la economía conileña, donde se encuentran opciones de alojamiento de primera calidad, como el valorado Hostal Torre de Guzmán, muy cercano a la playa de Los Bateles.
Alojamiento y historia, servicios valorados por sus visitantes
El Hostal Torre de Guzmán es un lugar acogedor, muy cercano al centro antiguo del pueblo en el que se puede hallar una habitación contando con una relación calidad precio muy buena, un agradable trato familiar, así como todos los servicios en su dieciseis habitaciones acondicionadas con televisión y ADSL. Además, el hostal cuenta con un restaurante que ya es marca de Conil de la Frontera, en la que degustar pescado, paella y carne, la siempre buena dieta mediterránea, junto a una heladería, también propiedad de la casa.
El Hostal Torre Guzmán cuenta con un delicioso patio andaluz y todo él está decorado con elegancia y sobriedad en un edificio del siglo XVIII, donde un solarium hace las veces de lugar de tertulia para sus clientes. Cuenta, además, con apartamentos de alquiler ideales para vacaciones familiares, donde pasar las tardes contemplando el atardecer desde la terraza del hostal que da al mar.
El nombre del hostal deriva de la famosa torre del pueblo que fue construida en el siglo XI y constituye un emblema que cuenta buena parte de su historia y posterior desarrollo. Conil, como todos los pueblos andaluces, hace honor a sus fiestas que se suceden de enero a septiembre, siendo una de las más jaleadas por los veraneantes, la que se celebra en el día del Carmen, en pleno mes de julio. Y por supuesto, sus carnavales.
Conil de casas encaladas, es un pueblo blanco que ha sido merecedor de homenajes literarios y pictóricos. Es un enclave privilegiado, visitado constantemente por gente de todo el mundo que acuden a este bello enclave por distintos motivos, aunque el principal es disfrutar de este entorno y el de sus playas, tan distintas de otros lugares de España, con la arena ondeante que crea una visión óptica de movimiento.
Las playas de Conil van desde la de La Fontanilla, un lugar sin corrientes, resguardado, apto para las familias que la pueblan, idónea para los niños, al ser un lugar tranquilo, de arena blanca y con multitud de chiringuitos, a las playas nudistas y escarbadas a la playa de la Torre del Puerco, un lugar virgen, sin edificar, con la arena roja. Nada menos que catorce kilómetros de playa y al menos tres paisajes distintos es lo que nos ofrece este pueblo que fue de pescadores y por cuyo homenaje se erige la estatua más emblemática del lugar que puede verse a pie de playa.
Pasado y futuro es lo que se funde en el Hostal Torre de Guzmán, que debe el nombre a Guzmán el Bueno, donde unos lugareños trabajan para dar lo mejor de sí a los veraneantes, llegando a ser un referente de la hostelería del lugar, donde también acuden sus conciudadanos para gozar, sino de una noche de hostal, si de una buena paella o de un pescado del día al horno o a la sal. DIARIO Bahía de Cádiz
(puedes comentar esta información más abajo)