En el quinto aniversario de la adopción del Acuerdo de París, que se conmemoraba este sábado 12 de diciembre, las organizaciones integradas en Rebelión por el Clima (plataforma de la que forma parte El Brote XR Cádiz) han llevado a cabo acciones en 27 provincias de todo el Estado español para denunciar a gobiernos y grandes empresas por su “negligencia climática”. Estas movilizaciones se suman a las que están teniendo lugar estos días en toda Europa.
En el caso concreto de la provincia gaditana, se han organizado acciones simbólicas en la capital y en Puerto Real. En ellas, varios activistas han “plantado cara” a entidades bancarias (como BBVA, Banco Santander y la Caixa) que, se asegura, “invierten el dinero de la ciudadanía en industrias contaminantes”; también se han personado en oficinas y estaciones de servicio de “las empresas más contaminantes de España”, Endesa y Repsol.
En ambas, según relatan desde El Brote XR en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, se escenificó la limpieza de una mancha de petróleo, que acompañaba a una gran señal amarilla de limpieza donde se veía una persona resbalando por un charco de petróleo y en la que se podía leer: ‘¡Cuidado! Lavado de cara, Greenwashing’.
“NO PODEMOS QUEDARNOS ESPERANDO A QUE NUESTROS LÍDERES CUMPLAN LAS PROMESAS”
Rebelión por el Clima sentencia que “mientras no exista una respuesta adecuada a la emergencia climática, que incluya las medidas necesarias para acabar con el consumo de combustibles fósiles, no habrá nada que celebrar”.
Según dicha plataforma, la industria fósil (“basada en una lógica de crecimiento ilimitado de sus beneficios”) “ha sido y es la principal responsable del incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero”. Los gobiernos de todo el mundo, se añade, “han cedido a sus presiones a lo largo de los años, anteponiendo las necesidades de esta industria al bienestar de la ciudadanía”.
“Hoy, en un contexto de pandemia global sin precedentes, esas mismas empresas intentan absorber los fondos destinados a la recuperación económica ante la crisis generada por la Covid-19, sin ningún tipo de compromiso climático, ambiental o social. De ser así, los gobiernos y empresas estarán perpetuando el mismo modelo depredador que nos ha abocado a la emergencia climática que vivimos”, se reflexiona, y ante ello, la sociedad civil “se ve obligada a dar un paso al frente con el objetivo de reducir drásticamente las emisiones y construir otro modelo más sostenible y resiliente”.
“Después de cinco años –advierten desde Rebelión por el Clima-, no podemos quedarnos esperando a que nuestros líderes cumplan la promesa que hicieron en París. Si seguimos permitiendo la falta de acciones de los gobiernos, la crisis climática será incontrolable en los próximos años y provocará una degradación sin precedentes en las condiciones de vida de toda la población, especialmente en las personas más empobrecidas de los países del sur global”.
En este contexto, la plataforma pretende enviar un mensaje claro: “el tiempo de esperar acciones gubernamentales ambiciosas ante la emergencia climática se ha agotado. Es necesario un movimiento climático global capaz de desafiar el poder de la industria fósil y apostar por una transición justa hacia un modelo económico que respete los límites biofísicos del planeta”.
Desde la adopción de aquel Acuerdo de París (establece medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; busca mantener el aumento de la temperatura global promedio por debajo de los 2 grados, y perseguir esfuerzos para limitar el aumento a 1,5 grados, reconociendo que esto reduciría significativamente los riesgos y efectos del cambio climático), “protestas en las calles de todo el mundo han demandado, en repetidas ocasiones, justicia climática y el cumplimiento del consenso científico de reducir al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero”. En España, sería necesaria una disminución de al menos el 55% de las emisiones antes de 2030 respecto a 1990; “sin embargo, el Gobierno apuesta por una reducción de tan sólo el 23% para 2030, un objetivo muy alejado de las recomendaciones científicas”, denuncia esta plataforma.