La Policía Nacional ha detenido a una holandesa como presunta autora de un delito contra la salud pública: se dedicaba al cultivo y venta de setas alucinógenas desde su domicilio en El Puerto. Utilizaba la red TOR en internet para establecer contactos con los posibles compradores, a los que enviaba los alucinógenos mediante correspondencia ordinaria internacional. Sacaba unos 50 euros de beneficio por paquete.
La Policía Nacional ha detenido a una mujer de origen holandés como presunta autora de un delito contra la salud pública. La arrestada se dedicaba al cultivo y venta de setas alucinógenas en El Puerto de Santa María. Utilizaba la red TOR para establecer contactos con los posibles compradores, a los que enviaba los alucinógenos mediante correspondencia ordinaria internacional.
Las pesquisas se iniciaron a mediados del mes de febrero cuando una vecina de la localidad recibió en su domicilio un paquete desconocido, en el cual aparecía la dirección de su vivienda como remitente. Al abrirlo observó como en su interior había un sobre con numerosas setas. Ante lo extraño del contenido, la mujer llamó al 091 para comunicar lo ocurrido.
La vecina informó a los agentes sobre lo ocurrido y les mostró el paquete sospechoso. Los policías, al comprobar que podría tratarse de algún tipo de seta alucinógena ilegal, intervinieron los efectos y los pusieron en conocimiento de los grupos de investigación.
Según relatan desde la Policía Nacional en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, los investigadores, una vez comprobado que se trataba de setas alucinógenas, centraron sus pesquisas en averiguar el origen de la mercancía. Rápidamente se descubrió que una mujer realizaba envíos diarios mediante sobres de idénticas características al intervenido con las setas.
Cuando la investigación pudo fijar los detalles y el modus operandi de la sospechosa, se solicitó a la autoridad judicial la entrada y registro del domicilio. Una vez autorizado, se llevó a cabo esta diligencia en la vivienda, donde se hallaron más de 500 gramos de setas alucinógenas en diferentes estados de crecimiento, 28 recipientes con semillas, balanzas de precisión y otros útiles de cultivo y paquetería. Ante tales evidencias se procedió a la detención y su posterior traslado a dependencias policiales.
También se averiguó que la detenida recibía las semillas de Holanda y que una vez en su poder, iniciaba el cultivo de las setas en el interior de su vivienda. Cuando los hongos se encontraban en su punto óptimo de maduración, los distribuía mediante correo ordinario, generalmente internacional, utilizando para ello remitentes al azar de domicilios portuenses, y apoyándose en la red TOR (que permite mantener el anonimato en Internet) para establecer los contactos para su venta. Tras la investigación se pudo contrastar que la distribución alcanzaba multitud de países, entre otros, Francia, EEUU y Australia. Asimismo, se comprobó que por cada envío de setas obtenía un beneficio de unos 50 euros.
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