CRÍTICA. El Centro Andaluz de Teatro (CAT) finalizó su gira en El Puerto de Santa María, con la representación de La evitable ascensión de Arturo Ui de Bertolt Brecht sobre versión del dramaturgo José Manuel Mora y dirección de Carlos Álvarez Ossorio, aplaudida y celebrada –con reservas– por el público del Teatro Muñoz Seca.
Las cartas presentadas por el Centro Andaluz de Teatro habrían perdido una apuesta dramatúrgica en el juego de las siete y media, si como tal se hubiera presentado su montaje de la obra La evitable ascensión de Arturo Ui de Bertolt Brecht. Excesos. Prácticamente en todo: la duración de su puesta en escena, el número de actores, los recursos puestos en juego, las modificaciones y adaptaciones del texto original… Demasiadas alteraciones e insertos textuales para una obra claramente definida por el autor como una sátira orientada a explicar la ascensión de Hitler al poder. Aclaro desde ya que el resultado es suficientemente atractivo para que uno no se sienta defraudado, incluso pueda darse uno por satisfecho con esta obra intensa, compleja y, en algunos momentos, espectacular. En ese sentido, es un espectáculo ambicioso y brillante; los ojos perciben una variada exhibición de juegos visuales, escénicos y textuales que son exponentes de la particular experiencia en este campo del sevillano Carlos Álvarez Ossorio, ganador del concurso para el montaje de esta obra.
Sin embargo, en esencia, La evitable ascensión de Arturo Ui es otra obra, con propósitos y fines modificados en relación con la propuesta original. La sátira de Brecht traslada la acción a Chicago en plena crisis y al mundo de los gánsteres, el comercio y la política; pero actúa, o así concibió B. Brecht la obra, como un espejo deformado de la situación alemana, donde Arturo Ui representa a Hitler. Ficción y realidad, ambos llegan al poder mediante el terror, el crimen, la traición y el engaño. En el montaje del CAT, “la lectura andaluza” –una condición obligatoria, pero ambigua, en la convocatoria pública de la Junta de Andalucía, patrocinadora del proyecto– incide en aspectos contemporáneos y de actualidad mediática sustancialmente diferentes a los pretendidos por el dramaturgo alemán. Tan diferentes, que en algunos momentos la adaptación se decanta por métodos escénicos del tipo agitpro a la vez que promueve la perturbación en el rol del público –en algún caso, perturbación explícita con iluminación de la sala y encuesta a pie de butaca–. A mi entender, con la original ruptura de la cuarta pared se parece pretender del público además de la brechtiana “reflexión crítica”, también una toma de posición. Opción que impulsó a algunos a levantarse… para marcharse ¿Protesta silenciosa y silente?
Del triplete crítico que se presenta como alternativas discursivas confrontadas en la obra brechtiana: corrupción-honestidad del ser humano, comunismo-capitalismo, seguridad-libertad, el montaje y versión de Álvarez Ossorio-Mora potencia una visión específica en sintonía con corrientes sociopolíticas actuales. No hay confusión posible: lo que se “quiere demostrar es que la corrupción ha seguido funcionando igual desde los años 40 hasta ahora”. Léase desde la óptica de los escándalos de los últimos tiempos en España y saquen conclusiones.
Esta versión de La evitable ascensión de Arturo Ui traspasa la labor de adaptación, y la perturba, al incluir textos específicos de un autor especialmente querido por el director, Bernard Marie Koltès. Consciente o sin serlo, la puesta en escena se acerca mucho más a los postulados del dramaturgo francés que a los del alemán: “Veo la escena de teatro como un lugar provisional, del que los personajes parecen estar deseando salir. Es como si uno se planteara allí un dilema: esta no es la vida de verdad”. Sin embargo, el valor simbólico de las entradas y salidas de actores se reduce al hacerlo de forma incompleta, con el fin de sintonizar con la idea de Brecht de no deshacerse de los personajes. El trajín de entradas y salidas es en realidad un barullo de actuaciones, presencias pasivas a la vista del público y recreación de mini-escenas –algunas de dudoso gusto- añadidas al relato principal que refuerzan el efecto del distanciamiento tan querido por Brecht, como también la confusión del espectador por tanta imaginería y mensajes solapados.
En la propuesta del Centro Andaluz de Teatro hay mucho Brecht, con todo lo que significa, pero mucho más un planteamiento personal, definido y diferente, que bien hubiera merecido quizás un texto propio donde aglutinar los valores encerrados en los postulados estéticos del dramaturgo Juan Manuel Mora y del responsable del montaje, Carlos Álvarez Ossorio. DIARIO Bahía de Cádiz Francisco Mesa
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
‘La evitable ascensión de Arturo Ui’ de Beltolt Brecht.
Centro Andaluz de Teatro. Juan Manuel Mora, adaptación. Carlos Álvarez Ossorio, montaje y dirección. : Francisco José Cuadrado, música. Eufrasio Lucena-Muñoz, escenografía y vestuario. Manuel Cochero, iluminación. Reparto: Juanfra Juárez, Gregor Acuña-Pohl, Josu Eguskiza, Mª Alfonsa Rosso, Verónica Moreno, Víctor Vidal, Virginia Nölting, Daniel Ortiz, Laura Barba, José Chaves, Paqui Montoya, Paco Inestrosa, Paco Luna, Esosa Omo.
Lugar y día: Teatro Municipal Pedro Muñoz Seca de El Puerto de Santa María, 28 de marzo de 2015. Asistencia: tres cuartos de aforo.
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