El Ayuntamiento de El Puerto de Santa María elaborará un estudio para concretar las diferentes medidas y actuaciones a llevar a cabo con el objetivo de reducir el riesgo de inundabilidad en el Poblado de Doña Blanca, y dar así respuesta a las demandas de regantes y vecinos de esta barriada rural.
Compromiso adquirido por el equipo de Gobierno de PSOE e IU, habiendo previsto una partida de 15.000 euros en los presupuestos municipales para 2018 (aprobados gracias al PP), a través de la concejalía de Desarrollo Rural, para esta asistencia técnica.
Coordinada por las concejalías de Infraestructuras y Desarrollo Rural, y dirigida por la edil responsable del Poblado de Doña Blanca, Carmen Ojeda, se ha celebrado una reunión de carácter técnico-político con representantes de la Asociación de Vecinos El Castillo, con la asistencia de su presidente Antonio Carrillo, y de la Comunidad de Regantes, que también estuvo representada por su presidente, José Madrid, además de personal técnico.
A parte de para concretar los próximos pasos a dar, el encuentro sirvió para dejar de manifiesto que tanto regantes como vecinos “estarán implicados desde el inicio en este proceso”, subrayan desde el Consistorio en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Asimismo, se concretó la realización del estudio, y ya una vez que se conozcan las diferentes medidas a proponer, las conclusiones serán remitidas a las distintas consejerías competentes de la Junta de Andalucía para que las valoren y consideren su idoneidad. Y, en caso de ser aceptadas como suficientes, y dada la previsible envergadura de las obras que requeriría, el Ayuntamiento podría iniciar la redacción de un proyecto por fases para su ejecución “a medio o largo plazo”.
Ojeda ha manifestado su firme voluntad y la del alcalde, David de la Encina, por dar respuesta a esta situación cuya solución “es especialmente compleja por las características de la zona y por la envergadura del proyecto a ejecutar”.
Y es que “la situación actual de riesgo afecta, directa y fundamentalmente, a la seguridad y a la calidad de vida de una población de, en torno a los 700 residentes, pero también al desarrollo en la ciudad de la actividad agrícola y la industria agroalimentaria, la cual se está erigiendo en Andalucía como una fórmula estratégica generadora de empleo y riqueza, que ayudaría a equilibrar un modelo productivo centrado en el sector servicios”, apostillan desde el Gobierno local.