CSIF, Acaip, APFP, CCOO y UGT, con representación en el centro penitenciario de Puerto III, en El Puerto, han reiterado el llamamiento a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias sobre la “excesiva concentración” de presos “muy peligrosos” en esta prisión gaditana; sin embargo, hasta el momento “hace oídos sordos, a pesar de los gravísimos hechos que se vienen produciendo”, como un reciente incendio con resultado de un interno, el mismo que prendía fuego a sus pertenencias, con quemaduras. La Apdha exige una investigación completa de los hechos y recuerda que esta persoba tiene un grado de discapacidad psíquica del 56%.
Los sindicatos CSIF, Acaip, APFP, CCOO y UGT, con representación en el centro penitenciario de Puerto III, en El Puerto de Santa María, han reiterado el llamamiento a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias sobre la “excesiva concentración” de presos catalogados como “muy peligrosos” en esta prisión gaditana; sin embargo, hasta el momento “hace oídos sordos, a pesar de los gravísimos hechos que se vienen produciendo en el tiempo”. Al respecto, se relata el último suceso ocurrido esta misma semana.
En la tarde del pasado miércoles día 17, se produjo un incendio provocado en el departamento de Régimen Especial, “que alberga a los internos más conflictivos de España”, con resultado de un interno con quemaduras en el 60% de su cuerpo (la Apdha dice que son del 12%, según la propia familia).
Sobre las cuatro de la tarde, este preso “catalogado como 91.3 (máxima peligrosidad posible en el régimen penitenciario)” prendió fuego a sus enseres y pertenencias que, previamente, había apilado sobre el colchón de su celda, provocando una inmensa llamarada acompañado de un intenso humo.
“Una vez más, dada la rápida intervención de los funcionarios actuantes, poniendo en peligro su propia integridad física, consiguieron acceder al interior de la celda, sofocar el incendio y rescatar al interno, en medio de llamaradas y una intensa humareda”, exponen los sindicatos en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
En parada cardiorrespiratoria, este interno fue trasladado a la enfermería de la misma cárcel, consiguiendo el equipo médico de guardia reanimarlo, manteniéndolo estable hasta que llegó un helicóptero sanitario medicalizado del 061, para acortar en gran medida el tiempo de respuesta y procedió a evacuarlo a la unidad de quemados del hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
CSIF, Acaip, APFP, CCOO y UGT sentencian que dado los antecedentes de intentos de fuga protagonizados por este interno, “todas las sospechas apuntan a un plan premeditado para de nuevo volver a intentar la fuga, aprovechando su traslado a un centro hospitalario”.
LA APDHA EXIGE UNA INVESTIGACIÓN COMPLETA
“No sabemos las causas que han originado y provocado este desgraciado incendio; pero es obvio que hay motivos de sobra para que se abra una investigación seria”; es lo que exige la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha), que critica que se contemplen “rumores sobre un plan premeditado de fuga” en este hecho, denunciado por los sindicatos, y no que este interno tiene un grado de discapacidad psíquica del 56% “como nos informaban sus familiares y porque en varias ocasiones nuestro servicio jurídico lo visitó en prisión ante su demanda de ayuda”, y que llevaba cinco meses aproximadamente en el módulo de aislamiento de Puerto III.
“No podemos saber los motivos, pero lo que sí podemos exigir a la administración penitenciaria es que investigue. Que investigue no solo el qué y el cómo sino también el porqué”, se insiste.
La Apdha aprovecha para denunciar las condiciones de los presos en las celdas de aislamiento, incidiendo en que los departamentos especiales de régimen cerrado (aislamiento) son aquellos que albergan el mayor número de personas con algún trastorno mental (diagnosticado o no) “dado que estos departamentos especiales están destinados para personas que no se adaptan al régimen ordinario”.
“Una persona con algún tipo de trastorno mental o de la personalidad, por lo general, no puede adaptarse a las normas del centro y en vez de destinarlo a departamentos adecuados para recibir el tratamiento necesario, es destinado a regímenes cerrados como castigo a sus conductas de inadaptación”. Desde este colectivo se preguntan: “¿es por eso entonces un preso de peligrosidad extrema?”.
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