‘No hay agua para tanto turista’, ‘El turismo vive de nosotras’ o ‘Fuera de Cádiz Airbnb’. Son algunos de los mensajes y consignas mostradas en la protesta convocada el sábado por Ecologistas en Acción en El Puerto de Santa María; una “cadena humana” en pleno paseo de la playa de Valdelagrana, “zona sufre masificación turística desde hace años”, asegura el colectivo que ha promovido esta acción con ocasión de la Escuela de Verano de Ecolojóvenes (la sección juvenil de la propia Ecologistas en Acción), que estos días se desarrolla en la pedanía jerezana de El Torno.
Esta concentración se suma a otras movilizaciones ciudadanas que, a lo largo de los últimos meses y en diferentes territorios del Estado español, están señalando cómo la turistificación “fomenta la destrucción de hábitats naturales, la contaminación y la sobreexplotación de recursos hídricos, entre otras consecuencias”. De hecho, en esta misma localidad gaditana diferentes colectivos (también Ecologistas) celebraban a finales de julio una manifestación “contra el turismo de borrachera y los pisos turísticos”, y a raíz de la misma, acaba de constituirse la plataforma El Puerto Resiste, frente a este modelo de turismo “insostenible”.
“QUEREMOS PLAYAS EN LAS QUE PODER RELAJARNOS Y CONVIVIR CON LA NATURALEZA”
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, desde Ecolojóvenes se afirma que Valdelagrana, “que solía ser un refugio natural y de biodiversidad”, se enfrenta ahora “a una grave degradación ecológica debido al turismo desmedido”. En esta acción reivindicativa en plena temporada alta, han exhibido carteles para llamar la atención sobre los problemas causados por el turismo sin control.
Este fenómeno, se argumenta, “tiene múltiples impactos negativos en las playas, incluyendo la destrucción de hábitats naturales, la contaminación y la sobreexplotación de recursos hídricos”. En el caso de esta playa portuense, “la masificación ha llevado a un aumento de residuos y la pérdida de zonas naturales protegidas”. Además, “la alta demanda de agua para usos turísticos agrava la situación de sequía en la región, creando un círculo vicioso de deterioro ambiental”.
Esta “cadena humana” ha buscado no solo denunciar los impactos negativos del turismo desmedido, sino también proponer soluciones sostenibles que permitan la coexistencia de actividades humanas y la preservación de los ecosistemas naturales.
Ecolojóvenes y los movimientos ecologistas que han participado en esta protesta han hecho un llamamiento a la ciudadanía y a las autoridades “para que tomen medidas urgentes para proteger las playas y recursos naturales, favoreciendo un turismo más sostenible y justo, tanto para las personas turistas como para las residentes”.
“Queremos ciudades en las que poder vivir, playas en las que poder relajarnos y convivir con la naturaleza, no queremos parques temáticos”, sentencia Ana Aldarias, miembro de Ecolojóvenes y coordinadora de la federación andaluza de Ecologistas en Acción.