Las obras de rehabilitación del antiguo Hospital San Juan de Dios, en El Puerto de Santa María, avanzan a “excelente ritmo”. Lo ha podido comprobar el alcalde Germán Beardo, que se ha colocado el casco y se ha asomado a unos trabajos que arrancaron el pasado enero, y que buscan “devolver el esplendor a este edificio histórico”, que llevaba años sumido en el abandono total.
La pretensión final es, cuidando el ahorro energético, crear “un centro multifuncional” en este edificio municipal de gran valor y significación histórica y urbanística del siglo XVII, entre avenida de Bajamar y Micaela Aramburu.
Esta primera fase de rehabilitación se adjudicó a la empresa DI2 Portuense por más de 3,6 millones de euros (unos 2,1 millones son fondos europeos Next Generation) y un plazo de ejecución de 15 meses. Los trabajos contemplan la consolidación estructural del edificio y el acondicionamiento de la planta baja y la entreplanta para “un uso multifuncional con espacios culturales, formativos y sociales”.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se resalta que durante las primeras obras han salido a la luz “interesantes elementos arquitectónicos que habían permanecido tapiados durante décadas” y que ahora se van descubriendo al ir demoliendo los numerosos falsos techos y tabiques que se habían levantado para la creación de consultas y otras dependencias. Igualmente ha quedado a la luz estancias abovedadas, incluida una gran sala “que se convertirá en un espacio expositivo con vistas a la Bajamar”.
Además, se han hallado antiguas puertas de madera tallada, un aljibe y dos columnas de mármol oculta entre tabiques, “lo que demuestra la riqueza arquitectónica del inmueble”. También se intuyen los arcos que hay sobre estas columnas, que empiezan a asomar, aunque no se han descubierto aún en su totalidad.
De la misma manera se está revelando la fachada antigua del hospital y están apareciendo los materiales antiguos labrados, “lo cual posee un gran valor arquitectónico”. Y en los rellenos de antiguas estructuras han aparecido restos cerámicos de diferentes épocas y una colección de pipas labradas, que serán expuestas en el Museo Municipal.
Los elementos patrimoniales más delicados, como la fuente ornamental, la escalera de mármol y la barandilla y las columnas del patio principal y todos los azulejos han sido protegidos para su restauración y futura reinstalación. Tanto la solería antigua de mármol de planta baja como las puertas de madera de la planta primera se han retirado y se encuentran almacenadas y protegidas para su futura recolocación, se insiste.
“UN MOTOR DE DESARROLLO ECONÓMICO Y CULTURAL”
La idea (de esta primera fase) es acometer la consolidación estructural del degradado edificio y la renovación de la envolvente del mismo en su totalidad, y posteriormente el acondicionado funcional de la planta baja y la entreplanta. Dentro del proyecto presentado se hace mucho hincapié en la mejora de la eficiencia energética (se pretende reducir hasta un 76% el consumo a través de estrategias tanto activas como pasivas).
Mientras, para la segunda fase (presupuestada en cerca de 2,4 millones, y todavía sin fondos ni fechas), el Consistorio aspira a una nueva subvención estatal o europea; estará centrada en las dos plantas superiores.
“No sólo estamos restaurando un edificio singular, sino que lo estamos transformando en un espacio dinámico y abierto a la ciudad, en diálogo con Las Salinas y el río Guadalete”, ha remarcado tras la visita el alcalde del PP. “Esta obra no solo rescata un edificio histórico, sino que lo convierte en un motor de desarrollo económico y cultural, reforzando el sentido de identidad local”, ha considerado.
El antiguo Hospital de San Juan de Dios acumula más de 20 años sin uso, desde que dejara de utilizarse como equipamiento sanitario. Desde 2020, la asociación de defensa del patrimonio histórico local, Betilo, insiste en la necesidad de actuar sobre el inmueble en pleno centro portuense.