Las banderas del Ayuntamiento de El Puerto han ondeado este miércoles a media asta en señal de duelo y pesar por el fallecimiento de José Serrato, quien fuera presidente de Cáritas local, nombrado hijo adoptivo de la ciudad en marzo de 2013. “Un hombre cuyo compromiso y dedicación a los más necesitados ha sido y es todo un ejemplo a seguir”, ha destacado el alcalde.
Las banderas del Ayuntamiento de El Puerto han ondeado este miércoles a media asta en señal de duelo y pesar por el fallecimiento de José Serrato, quien fuera presidente de Cáritas local, nombrado hijo adoptivo de la ciudad en marzo de 2013.
Serrato, durante muchos años, se destacó por su labor al frente de Cáritas en la ciudad, no dejando ni un solo día de atender a todas las personas y familias necesitadas, no solo desde la parroquia de El Carmen y San Marcos.
El alcalde, David de la Encina, en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, ha lamentado esta “enorme pérdida” haciendo referencia a la “gran labor social, humana y solidaria” que ha caracterizada la vida de Pepe Serrato, “un hombre cuyo compromiso y dedicación a los más necesitados ha sido y es todo un ejemplo a seguir”. “Su trato directo fue siempre una persona tan cercana y buena, que creo que se nos va un gran portuense, aunque nacido en Osuna, pero portuense como Hijo Adoptivo, y lo vamos a recordar siempre”, ha añadido.
El primer edil socialista ha querido trasladar, en nombre del equipo de Gobierno y la Corporación Municipal, un mensaje de condolencias a amigos y familiares.
De mismo modo, el presidente del PP portuense y exalcalde, Alfonso Candón, ha querido recalcar la labor encomiable que ejercía en la ciudad y el trabajo que ha llevado a cabo durante toda su vida en el seno de Cáritas.
Candón, reelegido diputado en el Congreso por Cádiz en las recientes elecciones, ha mostrado sus más sentidas condolencias a familiares, amigos y allegados a este “hombre comprometido con el que más lo necesita al que admiramos por su labor y su muestra solidaria constante”. “Es una pérdida triste e irreparable para la ciudad y para todos los portuenses que encontraron en él un hombre que se desvivía por ayudar a los demás”.
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