La Gaviota y la Flave urgen al Ayuntamiento de El Puerto a convocar la comisión para poner en marcha los trámites para modificar la ordenanza de ocupación de la vía pública. Tanto la asociación de personas con diversidad funcional como la federación vecinal lamentan que llevan meses esperando a poder intervenir en este proceso.
Ambas entidades coinciden en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz en que el Gobierno local del PP mantiene por esta desidia “un agravio hacia los peatones, que pierden espacio por el que caminar por la ciudad en pro de los establecimientos de hostelería, a los que el Ayuntamiento está permitiendo que ocupen más terreno de la vía pública”. Una cuestión que “costará mucho más revertir cuanto más se tarde en poner coto a este tipo de actuaciones”.
Al respecto, están a la espera de poder llevar a cabo consideraciones y hacer propuestas para mejorar la ordenanza municipal de terrazas vigente, que “es bastante injusta con el ciudadano de a pie”; así como “una contradicción con el plan de peatonalizar algunas zonas de la ciudad, como el centro histórico, en el que se prima que el peatón tenga la preferencia, frente a la cesión o permisión para que los establecimientos de hostelería sigan ocupando la vía pública en otros puntos de la localidad”.
LAS ZONAS MÁS PROBLEMÁTICAS
Entre las zonas de El Puerto de Santa María en las que en estos momentos es complicado que el peatón pueda circular con normalidad, “sin tener que sortear las sillas, las mesas y las terrazas, o echarse a la calzada para poder pasar”, se encuentran: calles Vicario, Misericordia, Larga, Palacios, Luna, Placilla, Crucero Baleares, zona de la Policía Nacional, avenida del Ejército o barrios como Sudamérica, El Tejar o El Juncal. Pero el caso más sangrante de la ocupación del espacio público está en Valdelagrana.
En este punto, desde la asociación vecinal Santa María de Valdelagrana se ponen de relieve dos situaciones concretas.
La Flave y La Gaviota exponen que en muchos reglamentos de terrazas y normativas de otros ayuntamientos, cuando un local tiene terraza sobre el acerado público, entre la línea de fachada y la terraza “es obligatorio dejar un pasillo sin ocupar para permitir a peatones, viandantes y paseantes, poder circular, incluso con carritos de bebé o vehículos de personas con movilidad reducida”. Pero en el caso concreto de Valdelagrana, bares y restaurantes “cierran y acotan su espacio, saltándose la norma y obligando a los viandantes a caminar por la calzada”.
Sin dejar Valdelagrana, siguen existiendo tres bulevares en la zona del paseo marítimo que no tienen acceso ni continuidad: “en su día se permitió que se instalara un chiringuito en precario que, con el paso de los años y la permisividad del Ayuntamiento, ha ido expandiéndose y ocupando el acerado y el suelo público a capricho de sus propietarios, sin que el Consistorio haya puesto coto”.
La junta directiva de la Flave Sol y Mar y la asociación La Gaviota de personas con diversidad funcional sentencian que el Gobierno de Germán Beardo “debería poner más empeño” en convocar una comisión que ambas entidades llevan esperando meses: “y los meses siguen pasando y volverá a llegar la época de repunte de la hostelería, como la Semana Santa o el verano, y este problema seguirá estando ahí y agravándose”.