Los aventureros portuenses Alberto Castrelo y Mari Santy Morillo han logrado coronar el Mulhacén, punto álgido y objetivo del Reto Kira 2016, la segunda edición de esta iniciativa que recorre en bici Andalucía durante medio mes con un pretexto solidario: recaudar fondos para la lucha contra el cáncer infantil, y en concreto para la Asociación Pablo Ugarte. Junto a otra causa: la petición de una hora de gimnasia diaria en los colegios.
Los aventureros portuenses Alberto Castrelo y Mari Santy Morillo han logrado coronar el Mulhacén, en la provincia de Granada, punto álgido y objetivo del Reto Kira 2016, la segunda edición de esta actividad con un pretexto solidario: recaudar fondos para la lucha contra el cáncer infantil.
Castrelo y Morillo se enfundaron las mallas de ciclista para recorrer Andalucía y llegar al Mulhacén. Salieron el pasado 3 de julio desde El Puerto de Santa María, y tras pisar el pico más alto de la península ibérica, ya vuelven a ‘casa’, a donde tienen previsto llegar el 16 de julio tras pasar por Córdoba, Palma del Río, Sevilla y Lebrija, cubriendo así un total de 15 etapas, con una media de 50-80 kilómetros diarios.
Once horas tardaron el pasado sábado día 9 en completar la etapa que les llevó hasta la cima del Mulhacén, pero la experiencia, como explican los protagonistas, “ha sido gratificante”. A pesar de las altas temperaturas, han conseguido completar las etapas hasta ahora (atravesando la Sierra de Cádiz, cruzando hasta Málaga para tocar la provincia de Granada) tal y como estaba previsto, “sin que falten las ganas ni la ilusión por conseguir el objetivo”, señalan en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Estos dos aventureros gaditanos dicen sentirse con “energías y ganas” de continuar con el reto, sobre todo por el objetivo, que es conseguir donativos y fondos económicos para la Asociación Pablo Ugarte (APU) cuya finalidad es la lucha contra el cáncer infantil. A esta causa se ha unido, por parte de Mari Santy Morillo (diplomada en Magisterio y licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, e igualmente aventurera y deportista), la petición de una hora de Educación Física diaria en los centros educativos.
Por todo ello, agradecen a quienes se están volcando con el Reto Kira 2016, pero insisten en la necesidad de hacer donativos y aportaciones; con todo, Castrelo avanza que el mínimo fijado para esta aventura “está casi conseguido”. Pero vuelven a enviar un mensaje a todos los que les apoyan “para que hagan posible el buen sabor de boca del final de esta nueva experiencia”.
Este verano “por motivos de disponibilidad” Alberto Castrelo no podía prolongar el reto un mes, pero “no he querido dejar pasar la oportunidad de realizar una segunda edición de este reto, que nos ha demostrado que hay mucha gente solidaria, mucha gente dispuesta a animarse y aportar su granito de arena, que cualquier meta se puede alcanzar, si está en tu mente y que imposible es nada”, afirma.
El primer Reto Kira (el nombre de la mascota del propio aventurero) pudo aportar a APU algo más de 5.000 euros; este año se espera que pueda ser una cantidad igual o mayor si cabe.
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