CRÍTICA. Un nuevo éxito de público y resultado en el XXIV Festival de Teatro de Comedias de El Puerto de Santa María. En esta ocasión, se puso en escena la obra V.I.P. de Els Joglars, que parte de la observación de comportamientos, reacciones y conflictos entre padres y pequeños, sea cual sea el lugar donde vivan y su extracción social, debido a un concepto de educación mal entendido. Els Joglars construye V.I.P. con una serie de situaciones por la que pasan los niños, desde la preparación al parto, hasta su adolescencia, en la que destacan de forma satírica y autocrítica los errores cometidos en su educación por los mayores y, sobre todo, por los papás. El resultado es una comedia en la que predomina la sátira y la crítica, divertida pero que arranca la risa franca y desbordada en pocas escenas.
Niños criados por los padres con una actitud de consentimiento y cuidados excesivos, llegando al mimo continuo y la eliminación de reglas para ellos, dan lugar a los pequeños tiranos. Esta es la tesis de la que parte el guion de V.I.P. También de una observación tomada de la realidad social: es un problema actual que va a más de forma evidente y creciente. Asistimos impotentes a frecuentes escenas de berrinches desatados, desproporcionados -en cualquier sitio y lugar- producidos por infantes, muchos de ellos ciberadictos, que envueltos en el mando de la sobreprotección cuentan incluso con la oposición paternal a cualquier atisbo de disciplina y exigencia promovidas por los formadores y educadores en la escuela. Este es el marco en el que se desarrolla V.I.P, la pieza teatral preparada por Els Joglars. Con esta obra, se propone una crítica y una reflexión sobre el tema, con una interrogante resuelta afirmativamente: la sobreprotección, la abundancia, la falta de disciplina en los niños de hoy en día, ¿están generando pequeños tiranos?
Hay que reconocer en esta pieza teatral el mérito de los dramaturgos por partida doble: la originalidad del tópico llevado al escenario (la exposición sobre un escenario de los errores en la educación –con palos a diestro y siniestro- no es ni común, ni fácil), y la valentía en arrostrar la indiferencia y oposición de los defensores de lo políticamente correcto, a la estela de los psicopedagogos y su “rincón de pensar” como única solución; aunque Els Joglars se limiten en V.I.P. a poner en solfa la educación de los niños, no a proponer soluciones –quizá pronto se encuentre una vía intermedia entre presente y pasado-.
Sin embargo, la obra fluye con desigual fortuna en provocar las carcajadas del público. La forma lineal del desarrollo de la trama tiene como consecuencia que cada secuencia tenga un tono cómico diferente y, cómo no, un resultado diferenciado en la recepción del espectador, con independencia de la lucidez y la agudeza en la observación y la crítica subyacente en las escenas. En ese sentido, el desarrollo cómico es variable y tiende a la repetición de elementos, gags y exageraciones; bien es cierto que V.I.P tiene dos secuencias memorables que elevan el tono general de la obra -y las carcajadas-, en línea con lo que se espera a un grupo con la veteranía y conocimiento dramatúrgicos como Els Joglars.
Las secuencias del parto y de la escuela, casi al principio y al final de la función, son más que suficientes para que el espectador salga satisfecho del teatro. DIARIO Bahía de Cádiz Francisco Mesa
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
XXIV Festival de Teatro de Comedias
‘V.I.P.’ de Els Joglars. Dirección: Ramón Fontseré. Dramaturgia y texto: Ramón Fontseré y Martina Cabanas. Actores: Ramón Fontseré, Pilar Sáenz, Dolors Tuneu, Xavi Sais, Xevi Vilà Espacio escénico: Martina Cabanas. Vestuario: Laura García. Diseño de iluminación: Bernat Jansà.
Lugar y día: Teatro Municipal Pedro Muñoz Seca de El Puerto de Santa María, 15 de agosto de 2015. Asistencia: lleno.