El Ayuntamiento de El Puerto de Santa María ya tiene publicado su bando de playas 2021, nuevamente adaptado a la pandemia del coronavirus y en vigor entre el 1 de junio y el 30 de septiembre.
A colación, el concejal de Medio Ambiente, Millán Alegre, apunta que al igual que la temporada pasada “nos encontramos en un proceso de reducción de las restricciones normativas en cuanto al contacto social o el ocio, pero aún es necesario seguir manteniendo los niveles de prevención y alerta sanitaria en consonancia con la evolución de la incidencia de la pandemia y el porcentaje de población vacunada”. Y es que aunque haya decaído el estado de alarma, la Junta de Andalucía mantiene activos diferentes niveles de alerta sanitaria.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el Consistorio solicita a todos los usuarios de las playas portuenses “su colaboración y máxima responsabilidad en el cumplimiento de las normas habituales y extraordinarias” que recoge este bando, que regula “el uso sostenible y el pleno disfrute de los espacios públicos del litoral durante la temporada de baño”.
En referencia directa a normas preventivas frente al Covid-19 (siempre pendientes de la evolución epidemiológica de la pandemia y lo que puedan dictar administraciones superiores), se recuerda que en el tránsito y permanencia en las playas, así como la práctica de actividades deportivas, profesionales o de ocio y recreo, “deberán respetarse las medidas de seguridad e higiene establecidas por las autoridades sanitarias: mantenimiento de una distancia interpersonal mínima de seguridad, al uso de mascarillas y de higiene”.
La ubicación de los objetos personales, toallas, tumbonas y elementos similares se llevará a cabo de modo que se garantice un perímetro de distancia interpersonal de seguridad de 1,5 metros con respecto a otros usuarios, salvo en el caso de bañistas convivientes. Y además, se permite el uso de duchas y lavapiés al aire libre, aseos, y servicios adaptados a personas con movilidad reducida, siguiendo las normas de uso que se encuentren expuestas al público.
Asimismo, se recomienda: no compartir toallas o juegos u otros objetos con personas con quienes no se conviva y no pasear por la orilla en condiciones de pleamar; utilizar una bolsa para los residuos sólidos y cerrarla adecuadamente “con el fin de evitar que las basuras generen un serio peligro de contagio”; y obedecer y respetar las indicaciones de los servicios de salvamento y socorrismo.
NORMAS GENERALES
Más allá del coronavirus, este bando municipal subraya una evidencia: “queda absolutamente prohibido ensuciar nuestras playas: cada usuario debe considerarse responsable de mantener el espacio natural en las mejores condiciones”. “El incumplimiento de este deber cívico debe ser reprochado por el resto de la ciudadanía en tanto que atenta contra el medio ambiente y nos afecta a todos”, se apunta. Y podría ser sancionado por la Policía Local con multas de hasta 750 euros.
También queda prohibido entre junio y octubre el acceso de animales domésticos a las playas; el baño en los canales señalizados para la salida y entrada de embarcaciones; el uso de jabón, champú o gel en las duchas y lavapiés que están “para quitarse el salitre de las aguas del mar”; los juegos de pelota, discos voladores, vuelo de cometas y cualesquiera otros que supongan molestia para los demás usuarios; la venta ambulante, excepto la autorizada; el estacionamiento y circulación por la arena de todo tipo de vehículos, excepto los autorizados; la navegación deportiva y de recreo y de cualquier tipo de embarcación en zonas de baño; la práctica del surf (salvo entre las 7.00 y las 11.00 horas); las acampadas, así como la instalación de cualquier tienda de campaña o estructura siempre que estén cerradas en su perímetro; el encendido de fogatas u hogueras; y la publicidad a través de carteles, vallas, medios audiovisuales o de cualquier otro tipo, excepto los autorizados.
Además, entre otras restricciones y recomendaciones, los establecimientos expendedores de alimentos o bebidas instalados en las playas deberán evitar la salida de vasos y recipientes de vidrio fuera de sus instalaciones, quedando limitado su uso al servicio dentro del perímetro de las mismas.