Levantemos El Puerto en el Ayuntamiento, que persiste en mostrar su preocupación “ante la especulación que hay con la vivienda y con el aumento de las infraviviendas”, se ha puesto manos a la obra para desarrollar un estudio sobre “la gran problemática con la vivienda en la ciudad”.
“Llevamos todo el mandato reclamando una política de vivienda municipal que aborde estas cuestiones que están provocando, por un lado, más exclusión social y miseria en las familias que tienen que vivir en condiciones infrahumanas y, por otro, impunidad para que se especule con un bien necesario como la vivienda”, afirman desde la agrupación de electores; que reconoce que a día de hoy “no existe una política municipal de vivienda ni actuaciones del equipo de Gobierno (de PSOE e IU) que intenten abordar esta grave problemática”.
Por ello, Levantemos incide en que hace varios meses que ha puesto en marcha un estudio que “analice, visibilice y dé orientaciones” sobre lo que ocurre con este tema en la localidad.
El estudio está a cargo del Grupo de Estudios Antropológicos ‘La Corrala’, un grupo de personas expertas que tienen una larga trayectoria en investigaciones y proyectos sobre la especulación y la problemática social con las viviendas en todo el Estado español; como son Juan Rodríguez Medela, doctor en Antropología Urbana por la Universidad de Granada, y Ariana Sánchez Cota, experta en el análisis de las transformaciones urbanas en España y las desigualdades sociales provocadas para la población.
La finalidad de este proyecto, que coordina la propia agrupación de electores, es documentar las situaciones de infravivienda en áreas concretas del municipio “como, por ejemplo, el centro histórico”; así como conocer las causas que desencadenaron esta situación, las principales medidas de actuación necesarias y su relación más amplia con el desarrollo urbanístico de la ciudad.
En este sentido, el estudio toma como referencia el significado de infravivienda, que la define como aquella vivienda que por unas u otras causas carece de las condiciones mínimas de habitabilidad. Concretamente, distinguiendo dos dimensiones: por un lado, se trata de una vivienda que no cumple con las normativas legales, urbanísticas etc. Esto se puede concretar en que no tienen cédula de habitabilidad, ni los suministros de agua y luz de forma regular, las condiciones estructurales están muy deterioradas y tienen consecuencias para la salud de la familia o personas que vivan (humedades, saneamientos inadecuados, etc.). Por otro lado, son viviendas ubicadas en zonas rehabilitadas o en proceso de renovación urbana, y generalmente suelen ser las principales víctimas de la especulación inmobiliaria.