El emblemático Caballo Blanco, hotel abandonado en la entrada de Valdelagrana, en El Puerto de Santa María, pasará a ser historia tras la demolición de los dos edificios que se encuentran en estado de abandono y ruinosos desde hace varios años. La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento ha dado luz verde a la licencia para proceder a su demolición, “siendo éste el primer paso para adecentar y poner en valor la zona”. El que fuera Hotel Melia Caballo Blanco cerró sus puertas hace más de una década, en 2007.
A decir del concejal de Urbanismo, Ángel Quintana, esta demolición “va a permitir la recuperación de este emblemático enclave que estaba siendo objeto de saqueo y actos vandálicos, además del peligro que suponía su lamentable estado de conservación”.
La licencia se ha aprobado tras la solicitud presentada por la empresa propietaria del edificio, Inversiones Inmobiliarias Canvives, a la que se ha requerido en diversas ocasiones el adecentamiento, limpieza y cierre de los huecos de las construcciones ante el riesgo de insalubridad y peligro que presentaban los edificios.
Desde Urbanismo detallan en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que en los últimos dos años y medio se han ido acumulando las órdenes y sanciones de ejecución de obras. Y, en concreto, en 2015, a raíz de una denuncia particular por el mal estado de la finca, se realizó una primera visita por la policía e inspectores urbanísticos, incoándose el primer expediente.
Un año después se decretó una orden de ejecución donde se ordenaba la limpieza del inmueble y el cierre de huecos de las construcciones a la propiedad; que accedió a proceder a la orden de ejecución de limpieza, desbroce, reposición de cerramiento exterior y desratización, quedando pendiente por acometer las medidas consistentes en el tapiado de huecos, encontrándose en estudio por parte de los técnicos de dicha empresa, la viabilidad económica de dicha intervención frente a la situación ruinosa en la que podrían encontrarse las distintas edificaciones que componen el complejo hotelero, saqueado y vandalizado en su totalidad.
Sin embargo, tras el informe técnico elaborado por entidad propietaria, se concluye que el avanzado estado de deterioro, provocado por el abandono, incendios, actos vandálicos y destrozos descontrolados, no garantizan la seguridad de los operarios encargados de ejecutar los trabajos de cegado de huecos, que completarían la orden de ejecución. El riesgo al que estarían sometidos los operarios sería desproporcionado con el objeto de la intervención.