Teniendo en cuenta que el conflicto de la Policía Local de El Puerto “se perpetúa en el tiempo”, camino de los tres meses ya, “y atendiendo a la percepción sobre la inseguridad en la que se encuentra la localidad que transmite la ciudadanía, quien se siente indefensa y desprotegida por parte de aquellos que deben velar por su seguridad”, la Federación Local de Asociaciones Vecinales Sol y Mar ha decidido, “como última opción”, trasladar una carta al Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, para que intermedie.
Los representantes de las AAVV muestran su preocupación por la problemática con la Policía Local, que el Gobierno local tacha de “huelga encubierta” que busca mejoras salariales, mientras sindicatos policiales tienen a una parte de la plantilla sin salir a la calle poniendo como excusa la falta de uniformidad; dado el tiempo transcurrido con este problema, “más aún cuando llegan los fines de semana en los que aumenta la población, los eventos y festejos, y se producen aglomeraciones, que ponen en peligro la seguridad y la salud de la ciudadanía”.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la Flave asegura que ha mantenido en este tiempo algunos encuentros, por separado, con las partes implicadas en este conflicto, “intentando mediar y acordar un encuentro a tres, para ayudar en la manera de lo posible a resolver esta cuestión; pero no ha sido posible”.
Y mientras se resuelve este problema laboral (la Junta de Gobierno Local habría aprobado por urgencia ya un expediente de contratación de los famosos pantalones, aunque no llegarán hasta dentro de unos meses, salvo contratiempos), hace un llamamiento “a la prudencia y la prevención” de vecinos y visitantes en sus salidas de ocio y disfrute, para que no olvide mantener la distancia interpersonal, el uso de la mascarilla en lugares cerrados, evitar aglomeraciones, y demás prevenciones recomendadas en estos tiempos de coronavirus.
DENUNCIAN LA “DEJACIÓN DE FUNCIONES” DE BEARDO
De la misma manera, Unión Portuense en el Ayuntamiento ha hecho pública estos días su preocupación por la “prolongación” del conflicto entre el equipo de Gobierno de derechas y la Policía Local, que “se evidencia día tras día en nuestros barrios, comercios, mercadillos o playas”.
“A lo largo de nuestras visitas a los barrios y zonas de la ciudad, son muchos los vecinos que muestran su preocupación por la falta de seguridad tras meses sin ver un policía patrullando. Cada vez son más los vehículos que aparcan indebidamente en aparcamientos reservados a personas con discapacidad, encima de las aceras, de los pasos de peatones o jóvenes sin casco en ciclomotores al no existir presencia policial municipal en la vía pública”, relata esta formación minoritaria de la oposición.
“No tenemos agentes que se encarguen de la regularización del tráfico, de los controles de alcoholemia y estupefacientes, o que simplemente sirvan como presencia disuasoria en nuestras calles”, se insiste. Y se resalta “la desesperación de los vecinos que cuando llaman a la Jefatura para denunciar cualquier hecho, reciben como única respuesta, que no tienen efectivos”. Todo ello, “incrementado con la falta de socorristas en nuestras playas y con la bochornosa retirada de las banderas azules”.
Al respecto, Unión Portuense denuncia la “descarada dejación de funciones” del alcalde, Germán Beardo, ya que como indica la ley, “cada policía local es un cuerpo único bajo la dirección superior del alcalde”. Por tanto, “es sobre Beardo quien recae la obligación legal de garantizar la seguridad en nuestras calles y plazas, en el tráfico rodado, en la celebración de eventos públicos y en el cumplimiento de las ordenanzas municipales que son competencias propias de la Policía Local”.
El portavoz municipal de este partido local, Javier Botella, agrega que el primer edil del PP “no puede usar como portavoz político al polémico jefe de la Policía Local, Rafael Muñoz, o ausentarse y esconderse en el pleno, tras la incapacidad de la concejala Marina Peris. Su estrategia de inmovilismo, propia del manual de resistencia de su caduco asesor, Antonio Caraballo, está siendo un desastre a la par que demuestra una nula sensibilidad con el conflicto y con las partes implicadas, una disputa absurda que agrava la delicada situación social y económica de miles de portuenses”.