CSIF ha remitido un escrito a la directora de centro penitenciario Puerto III, en El Puerto de Santa María, alertando de los riesgos en la seguridad de los funcionarios y de la población reclusa que se está generando ante la falta de personal médico en esta cárcel, una situación que se viene denunciando desde hace semanas.
Esta sección sindical se refiere a las dificultades que se están dando para aplicar medidas coercitivas, como el aislamiento provisional, a aquellos internos que muestran actitudes agresivas y de indisciplina graves, ya que el reglamento obliga a que estos presos reciban el visto bueno médico para someterse a tales medidas, además de recibir una atención diaria.
“Ha habido casos en los que, tras la petición de aislamiento provisional para los internos que protagonizan episodios violentos, la dirección lo deniega ante la falta de personal facultativo”, apunta este sindicato; que añade que “obviamente, la restricción en el uso de los medios coercitivos, incluso en situaciones de urgente necesidad, pone en peligro la integridad y la seguridad de quienes trabajamos aquí, así como la de los propios internos”.
La misión del centro penitenciario “es la de salvaguardar el orden, la disciplina y la seguridad tanto de los internos como del personal”. Por lo tanto, CSIF apela a la responsabilidad de la dirección de Puerto III para que revise la política actual y considere alternativas “que no dependan de la presencia constante de un médico para poder actuar en situaciones críticas”.
“LA PLANTILLA SE SIENTE CADA VEZ MÁS DESPROTEGIDA Y ABANDONADA”
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, este sindicato reitera que lleva meses alertando de la falta de personal médico en esta prisión portuense. Incluso, a mediados de diciembre, pidió explicaciones por escrito a la directora, Esther Serrano, “si bien nos dio la callada por respuesta”.
Por ello, “consideramos que, si algún día ocurre algo por no poder aplicar las medidas coercitivas necesarias, haremos responsable directamente a la directora, al no haber tomado cartas en el asunto”.
Esta situación, si hace un mes era grave, ahora lo es más: “tan solo quedan dos médicos disponibles (un tercero está en adaptación de puesto de trabajo) para cubrir todos los turnos”. Mientras, la plantilla de la cárcel “se siente cada vez más desprotegida y abandonada por parte de la administración”. De hecho, hay días que no hay personal facultativo para atender las urgencias médicas, por lo que se recurre al personal de enfermería, “el cual, como puede, soluciona las diversas urgencias médicas y en algunos casos de urgencias graves, solicitando la asistencia del servicio del 061”.
Por todo ello, CSIF exige que se tomen las medidas pertinentes para resolver esta situación con urgencia, “ya sea mediante la designación de un médico de forma permanente o mediante la creación de un protocolo alternativo que permita la intervención en casos necesarios, asegurando en todo momento la salud y el bienestar de todos los involucrados”.
Asimismo, solicita a la directora una respuesta por escrito, “para elevar la queja a un órgano superior, sobre el motivo por el cual no se está autorizando a los jefes de servicios el uso del aislamiento provisional para los casos graves”.