Los padres de la alumna con necesidades educativas especiales escolarizada en el colegio Valdelagrana, en El Puerto, han tomado la decisión de que su hija deje de asistir a clase debido al daño que le produce estar sentada en el corsé-silla que se le colocó el pasado curso y que le queda pequeño. Junto a la falta de este medio, hay también deficiencias en cuanto al uso de andador, que necesita de la asistencia de un monitor.
Los padres de la alumna con necesidades educativas especiales escolarizada en el CEIP Valdelagrana, en El Puerto, han tomado la decisión de que su hija deje de asistir a clase debido al daño que le produce estar sentada en el corsé-silla que se le colocó el pasado curso y que le queda pequeño.
Dicho medio fue solicitado por los padres en el mes de junio tanto en el centro escolar como en la propia delegación territorial de Educación de la Junta de Andalucía en Cádiz, ante la posibilidad de que se retrasara su colocación como en años anteriores con el perjuicio que ello supone para la menor.
Este corsé-silla, se explica desde la asociación La Gaviota en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, “es imprescindible para que la alumna pueda sentarse a trabajar en clase como el resto de los alumnos, y debería haber estado colocado al inicio del curso escolar, al igual que todos sus compañeros disponen de un pupitre desde el primer día de clase”.
Junto a la falta de este medio, hay también deficiencias en cuanto al uso de andador, que también está reconocido desde que está escolarizada y que se le suministró el pasado año, pero del que no puede hacer uso por falta de monitores y la existencia de barreras arquitectónicas en el centro.
Esta falta de monitores también ha propiciado que la menor no pueda asistir a las excursiones con el resto de sus compañeros, pues al no haber suficientes monitores, ninguno de los adscritos a este colegio puede acompañarla en el desarrollo de estas actividades sin dejar desatendidos al resto de alumnos con necesidades educativas especiales del centro.
Dicha falta de medios hace que tanto los padres como la alumna estén viviendo una situación “tan dura” que ha dado lugar a que tomen esta determinación de no llevar a su hija a clase hasta que esté colocado el corsé-silla.
La asociación de personas con diversidad funcional La Gaviota apoya la decisión de los padres y se suma a la reivindicación para que además de que se dé una rápida solución al problema del corsé-silla, se atienda a la petición de los otros medios que están reconocidos y de los que la niña no dispone.