El consejo de administración de Impulsa El Puerto ha aprobado por unanimidad salvar el concurso de acreedores y salir del estado de insolvencia en el que se hallaba. Este acuerdo representa “una gran noticia” para esta empresa municipal, para el Ayuntamiento y para toda la ciudad, “ya que se ha evitado que una empresa emblemática de la sociedad se viera sometida a un proceso concursal al que se habría visto abocada dada sus circunstancias estructurales heredadas de la nefasta gestión de sus anteriores responsables”.
La decisión ha sido adoptada después de que, “tras meses de intensas negociaciones”, se consiguiera “redimensionar” la plantilla de la entidad (o sea, ha habido despidos), adaptándola a sus actuales circunstancias, “quedando en sólo tres los empleados, con remuneraciones acordes a la actual estructura”; de que se pactara con la inmensa mayoría de los acreedores ordinarios una quita del 35% de los créditos y una espera de cinco años, con dos de carencia; y de que se reordenara la deuda bancaria.
Asimismo, se ha acordado la convocatoria de la Junta General a fin de que ratifique la decisión adoptada y apruebe el plan de viabilidad.
En todo este proceso, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, “se ha trabajado de manera coordinada y codo con codo” con el consejo de administración de la sociedad, que actualmente está integrado por: Ángel Quintana (PSOE), David de la Encina (PSOE), Ignacio García de Quirós (PSOE), Alberto Rodríguez (IU), Manuel Maraver (Cs), María José Marín (Levantemos), Antonio Rojas (Levantemos), Santiago Feberero y Carlos Campoy (ambos de la Asociación de Empresarios de El Puerto). Los dos representantes del PP se lavaron las manos y abandonaron sus cargos de consejeros meses atrás.
En concreto, en el acuerdo unánime, adoptado a instancias del Bufete Cosano, asesor de la compañía en el periodo pre concursal, se conviene comunicar al Juzgado de lo Mercantil antes del 8 de enero, que Impulsa El Puerto “ha conseguido salir de la situación de insolvencia inminente en que se hallaba”, habiendo procedido redimensionar laboralmente la compañía, reduciendo drásticamente sus costes; alcanzar acuerdo con sus entidades bancarias acreedoras para o bien extinguir la deuda mediante daciones en pago o bien reestructurarla convirtiendo la deuda a corto en deuda a largo plazo con importantes períodos de carencia; alcanzar acuerdo con la inmensa mayoría de sus acreedores ordinarios que representan más del 50% de su pasivo de tal carácter, con quienes ha pactado una quita del 35% de sus créditos y una espera de cinco años, con dos de carencia; y viabilizar la compañía mediante la aprobación de un plan de viabilidad y plan de pagos con el que se estructura un marco en el que se podrán generar ingresos que permitirán subvenir a las necesidades económica de la sociedad y disminuir sus costes de explotación.
Por todo ello, no se considera necesario presentar demanda en solicitud de la declaración de Impulsa en situación de concurso necesario de acreedores.