La Asamblea Feminista Las Tres Rosas y Levantemos El Puerto han denunciado lo vivido durante la celebración del último Consejo Municipal de Carnaval. Cita en la que se iba a abordar el escrito de este colectivo feminista reclamando al Ayuntamiento la eliminación de los “contenidos sexistas” del certamen de coquineras y coquineros.
“Reclamamos un concurso que no esté basado en estereotipos heteropatriarcales de belleza, tanto en adultos y adultas como en niños y niñas, sino en el conocimiento de la cultura carnavalesca”, apostillan desde Las Tres Rosa. Para Levantemos, “sigue siendo un concurso que perpetúa la figura de la mujer como cuestión estética y superficial y no como representación real de las mujeres en una de nuestras fiestas populares y culturales más relevantes”.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, desde la asamblea feminista se relata que al conocer que se iba a tratar este punto intentó asistir a la reunión “para defender nuestra postura y argumentar nuestras razones”. Sin embargo, “cuando llegamos, apreciamos que el Consejo está compuesto sólo y exclusivamente por hombres”.
“Nos disponíamos a subir a la sala cuando nos increpan de forma agresiva y con malos modos para no dejarnos entrar, haciéndonos sentir profundamente ofendidas e indignadas ante tal falta de respeto. Salimos del recinto pero intentamos volver a entrar y explicarle al técnico que se encontraba en el edificio que veníamos a hablar sobre el punto que tiene que ver con nuestra propuesta, pero no sólo no nos deja entrar a hablar sino que nos cierra la puerta en la cara”, denuncian desde Las Tres Rosas.
En este sentido, se denuncia públicamente el trato recibido tanto por lo miembros del Consejo de Carnaval como por parte de la concejala de Fiestas, Ana María Arias, “que puso mucho empeño para que directamente nos echaran del recinto”.
“No nos cansaremos de denunciar alto y claro el recalcitrante machismo en el Ayuntamiento y en una parte del mundo del carnaval que sigue reproduciendo valores, ideas y prácticas sexistas en una fiesta en la que reclamamos nuestro espacio y nuestra representación en igualdad de condiciones”, apostilla este colecticvo, al tiempo que exige a la edil de Igualdad, Matilde Roselló, que “tome medidas” ante este tipo de situaciones y, concretamente, que se atienda y valore nuestra petición de cambio del certamen de coquineras y coquineros.
“QUÉ TIPO DE MODELO PARTICIPATIVO LEGITIMAN SI UN CONSEJO MUNICIPAL ES UN ESPACIO HERMÉTICO Y CERRADO”
Por su lado, Levantemos también ha denunciado que se le impidió asistir a este Consejo: “ante la baja de nuestro representante hace varios días, comunicamos por escrito un cambio de titularidad”, un escrito que al parecer la edil de Fiesta dijo no haber recibido para impedir que entraran.
En concreto, por parte de la agrupación de electores intentaron asistir Irene Arana y la concejala Vanessa Gómez, quienes han lamentado las “ofensas, falta de respecto y una actitud agresiva de varios componentes del Consejo” hacia ellas y hacia algunas mujeres de Las Tres Rosas.
“Nos abordaron en el ascensor del edificio con la intención de no dejarnos ni pasar a la sala; algunos miembros nos han ofendido y gritado ante la pasividad de la concejala de Fiestas del PSOE, quien no movió un dedo por evitar esa actitud agresiva ante una representante pública”, se expone.
Este partido de la oposición aprovecha para lamentar este Consejo del Carnaval “donde no hay representada ni una sola mujer y donde tratar el sexismo y el machismo en su seno causa envalentonamiento de algunos hombres pertenecientes al mundo carnavalero que se creen dueños de una fiesta popular y de estar legitimados para hacer y deshacer a su antojo”. Asimismo, se pregunta “qué tipo de participación es la que está vendiendo este gobierno cuando no se le permite a una representante pública asistir a un Consejo municipal”.
En este sentido, se exigen explicaciones a la concejala de Fiestas y a la de Participación Ciudadana, sobre “qué tipo de modelo participativo siguen legitimando en el que un Consejo es un espacio hermético y cerrado, en el que no cabe ni siquiera la presencia de los representantes políticos, y por ende, muchísimo menos de la ciudadanía en general”.