CRÍTICA. El inicio del XXIII Festival de Teatro de Comedias en El Puerto de Santa María concentró la atención en los orígenes de nuestro teatro, en el teatro cómico del período clásico, entre 1500-1700. Teatro Corsario representó el 8 de agosto cinco entremeses de diversos autores, conectados entre sí mediante monólogos de presentación de cada pieza, con tintes didácticos, y con la figura predominante del Juan Rana, personificación cómica de Cosme Pérez, “el gracioso más vivo que hubo en España”.
Los entremeses son piezas breves que se representaban en el proscenio y durante los entreactos de una obra teatral de gran formato, con el fin de aliviar la espera y producir un descanso en la tensión generada por la narración. Habitualmente se acompañaba con música y tenían un carácter cómico y satírico. Funcionaban como crónica de la actualidad y crítica social. Los actores encarnaban en los entremeses a personajes populares, con un lenguaje y modos cercanos a los espectadores, de tal forma que junto con el carácter cómico de la acción permitía a los autores hablar con menos tapujos que en las obras largas, condicionados a la corrección ideológica de su tiempo.
La versión de Juan Peña trata de actualizar los entremeses a un contexto más cercano a nosotros, con piezas del período clásico del teatro español en las que participa Juan Rana, que traspasa los límites de su vivencia histórica. Se inicia la representación con Los locos, una historia libre en la que un sacristán, amante de la mujer de Juan Rana, urde la manera de dejarle entre los locos, cuando Juan Rana vende una gallinas que la mujer recibió del propio sacristán como regalo. Breve, de comicidad ruda y en la que se muestra las características básicas de estos entremeses: atrezzo minimalista -el escenario demasiado amplio para este tipo de piezas-, buena iluminación y vistosos atavíos, la inclusión de partes musicadas y bailadas y un trabajo creíble de los actores en sus papeles respectivos.
Cosme Pérez, cómico célebre en su tiempo, tanto que obtuvo el favor real, representa la quintaesencia de la comicidad en su tiempo, de forma que muchos autores escribieron obras para él, entre ellos Quiñones de Benavente y Calderón de la Barca, con Juan Rana como protagonista básico de las historias. En Guardadme las espaldas de Calderón de la Barca, Juan Rana es en este entremés un bobo cuya esposa tiene tantos amantes como quiere. Un viejo, enamorado también de su esposa, le convence para que acabe con los amantes y para ello le manda guardar el acceso a su casa. No tendrá el resultado esperado. Un entremés gracioso y bien intencionado pero que no llega a enganchar al público. En Los muertos vivos de Quiñones de Benavente, los espectadores se divierten con la exagerada parodia de Juan Rana en el papel de muerto, convencido por su hermana y su pretendiente de su muerte, tras negarse a la boda.
Las dos piezas más significativas de la representación fueron El niño de la Rollona de Avellaneda, donde hubo risas de verdad, provocadas por la hilarante historia del casamiento entre un viudo, que tiene un hijo, Toribico, un niño… muy particular. La interpretación de los papeles masculinos, padrino, viudo y Toribico, superaron en espectacularidad y comicidad a sus partenaires femeninos. La última pieza, Los toros de Alcalá de la Hoz es una sátira entre líneas de la sociedad, a través de los personajes que van desfilando delante de un vejete y su esposa a punto de parir. Todos paran cuando les pregunta el esposo: ¿Entiende usted de dolores?, pero siguen impertérritos su camino, charlando y bailando, con prisas por ver los toros. Magnífica y espectacular puesta en escena de esta obra coral. DIARIO Bahía de Cádiz Francisco Mesa
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
XXIII Festival de Teatro de Comedias.
Cómicos Clásicos (Entremeses de Burlas). Teatro Corsario. Jesús Peña, versión y dirección. Reparto: Luis Miguel García, Carlos Pinedo, Anahí van der Blick, Blanca Izquierdo, Julio Lázaro, Borja Semprún, Teresa Lázaro. Música: Juan Carlos Martín. Sonido: Juan Ignacio Arteagabeitia. Iluminación: Javier Martín. Programa: Los locos. Anónimo. El niño de la Rollona, de Francisco de Avellaneda. Guardadme las espaldas, de Pedro Calderón de la Barca. Los muertos vivos, de Luis Quiñones de Benavente. Los toros de Alcalá de Juan de la Hoz y Mota.
Lugar y día: Viernes 8 de agosto, Patio de San Luis Gonzaga en El Puerto de Santa María. Asistencia: Tres cuartos de aforo.