La consejera de Educación de la Junta, junto al alcalde de El Puerto y el cocinero Ángel León, ha presentado el programa de actividades educativas que se van a desarrollar a partir de febrero en el flamante Laboratorio de Investigación Gastronómica Chef del Mar, situado en el molino de mareas El Caño. Estas instalaciones van a acoger visitas de escolares gaditanos y talleres didácticos.
La consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Adelaida de la Calle, junto al alcalde de El Puerto, David de la Encina, y el cocinero Ángel León, ha presentado el programa de actividades educativas que se van a desarrollar en el flamante Laboratorio de Investigación Gastronómica Chef del Mar, situado en el molino de mareas El Caño.
Hace unos meses el Ayuntamiento adjudicó a la empresa de León la explotación de este edificio restaurado años atrás por el Ministerio de Medio Ambiente durante 30 años y un canon anual que no llega a los 6.000 euros.
Al respecto, el primer edil del PSOE ha destacado el compromiso municipal con el proyecto de este afamado cocinero “que ha puesto en valor los 200 años de historia que atesoran los muros del molino de mareas”. Con una inversión pública de 800.000 euros para su restauración, y con 1,6 millones de euros de inversión privada hecha por Aponiente, se ha conseguido recuperar y dar uso a este espacio, que en materia de empleo genera hoy 45 puestos de trabajo, y que no se queda solo en eso, sino que es un estandarte de El Puerto, “ya que es mucho mas que un restaurante, es punto de lanza de oportunidades para la ciudad”.
De la Encina se ha comprometido a seguir trabajando para mejorar el entorno del molino, “para ponernos a la altura de lo que Ángel León está haciendo aquí; tenemos un compromiso concreto de actuar en cuanto a mejorar la iluminación y la seguridad, dignificar la zona, e incorporar este entorno a la ciudad”. En este sentido, ha recordado los avances con Adif para incorporar los suelos anexos a la ciudad, que beneficiarán al molino.
En cuanto a la iniciativa de la consejería de Educación, tiene como objetivo dar a conocer el patrimonio histórico, cultural y natural de la localidad a los escolares de la provincia gaditana. En concreto, se va a realizar un programa de visitas y talleres educativos que comenzarán a partir del próximo mes de febrero. Así, los talleres didácticos versarán sobre el funcionamiento de los molinos de mareas, la elaboración del pan y la relación de los molinos y el medio ambiente, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz.
Los alumnos aprenderán cómo es una máquina molinera, se analizará la estructura hidráulica del molino, el proceso de molienda del trigo, así como los procedimientos que se empleaban en el siglo XIX. También podrán conocer por qué se producen las mareas, cómo son en la Bahía y cómo el hombre es capaz de aprovecharlas aplicando el principio de conservación de la energía. Como actividad práctica los estudiantes, realizarán el montaje de la maquinaria de un molino con sus elementos esenciales y el estudio de las posibilidades de producción energética.
Otro de los talleres titulado ‘¿Cómo se hace el pan? pretender acercar el mundo de la elaboración del pan a los escolares, tomando como referencia las recetas de pan que se usaban en los siglos XVIII y XIX. También podrán conocer los tipos de pan que se amasaban en función de las calidades de las moliendas y los tipos de harina. Este taller acercará, además, a los estudiantes a las tahonas, que eran la competencia de los molinos y su relación con los panaderos. Así, los alumnos realizaran la molienda de trigo con un molino de mano y la reproducción de sellos de panaderos para conocer cómo se identificaba el pan.
El último de los talleres explica la relación de los molinos de mareas con el medio ambiente en el que se sitúan. Para ello los alumnos trabajarán en el reconocimiento de las diferentes especies de flora y fauna de la marisma, con imágenes o con la observación directa. También conocerán el plancton y sus aplicaciones alimentarias.
MOLINO DE MAREAS EL CAÑO
El Molino de Mareas El Caño es una sólida construcción de dos plantas, edificada con sillares de piedra ostionera, emplazada de manera transversal sobre un caño que confluye con el río Guadalete en las cercanías del puente del ferrocarril, aguas arriba del antiguo puente de San Alejandro. Aunque actualmente se le conoce como caño del Molino era denominado en el siglo XIX como caño de la Madre Vieja, al ser éste un antiguo cauce del Guadalete. Se estima su construcción hacia el año 1815.
A finales del siglo XIX, el molino cayó en desuso, llegando a ser utilizado como nave almacén, circunstancias que motivaron el deterioro de su imagen y estructura, todo ello asociado a una deficiente conservación. Y en 1995, el inmueble, hasta entonces de titularidad privada, pasa a manos del municipio en permuta por otras parcelas. En 2012 culminó su restauración a cargo del Ministerio de Medio Ambiente.
Estos molinos, al igual que los molinos de viento, servían para moler el grano, pero utilizando la fuerza de la subida de las mareas. Durante la pleamar el agua se almacenaba en una presa con una esclusa. Cuando la marea bajaba, este agua retenida se devolvía al mar y así se impulsaba la rotación de la rueda de molino. Se han ubicado generalmente en los estuarios de los ríos, lejos de las olas, pero lo suficientemente cerca del mar para que la fuerza de sus mareas permitiera su funcionamiento.
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