El Puerto de Santa María ya rinde homenaje a José Fernández Sanjuán, Pepe el del Vapor, con la inauguración de un busto en el que fue punto de atraque de “su vaporcito”, recordándolo así para la eternidad; en la avenida de la Bajamar, junto al muelle de San Ignacio.
Un tributo que se hace extensivo a toda la familia Fernández Sanjuán, pues el propietario y constructor del primer ‘Adriano’ fue su padre, José Fernández Fernández, siendo posteriormente sus hijos José, Eduardo, Andrés y Juan sus patrones desde 1955 a 2011, fecha en la que naufragó en el muelle de Cádiz. Y pese a las promesas e intentos de su restauración, este emblemático símbolo de la Bahía continúa en el limbo.
La escultura ha sido sufragada por la Asociación Portuense El Vaporcito y realizada por el escultor e imaginero local Ángel Pantoja, “para que todos los que por allí pasen puedan recordar a un personaje entrañable donde los haya, comandante eterno de su vapor”, se remarca en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
En la inauguración del busto, “más fiel imposible hasta en el rabito de su boina”, estuvo presente toda la familia Fernández Sanjuán. Su nieto, Guillermo Zaragoza, agradeció a El Puerto y a la asociación El Vaporcito este “gran detalle” que hará perdurar su recuerdo.
Fueron las dos hijas de José Fernández, Ascensión y Josefa, las encargadas de descubrir el busto (cubierto por una bandera de Ucrania), junto al concejal de Fiestas, David Calleja, el presidente de la Asociación Portuense El Vaporcito, José María García Flores, y el autor de la obra.
Calleja ha felicitado a los promotores de la iniciativa por haber conseguido “a base de tesón y mucho esfuerzo” uno de sus objetivos, el de rendir tributo al emblemático patrón de la embarcación.
Por su lado, la asociación apunta que continuará su actividad ahora para lograr “su meta más ambiciosa”: la restauración de la motonave “para ser museo vivo y centro de interpretación de la historia de El Puerto ligada al barco más pinturero de la Bahía”, con su proyectada ubicación en el mismo río Guadalete.
Fue en 1966 cuando el Vaporcito de El Puerto recibió la Cruz del Mérito Naval y su patrón, José Fernández Sanjuán, la medalla de bronce de la ciudad. En 1991 se concedió al Vapor el Premio a la Promoción Turística, en 1998 Pepe el del Vapor recibió la medalla del trimilenario por su trayectoria ligada a la capital gaditana, en 2000 el Vapor fue nombrado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía y en 2001 El Puerto nombró Hijo Adoptivo a Pepe, quien accionaría la palanca de encendido del alumbrado de la Feria de Primavera de 2001, dedicada a Galicia, por ser el residente en la ciudad de origen gallego de mayor edad, siendo un momento muy especial y emotivo para su familia y amigos, ya que fallecía poco después.