El Puerto de Santa María podría recuperar el campo de golf de Viña Rango y retomar este equipamiento privado “de máximo nivel”, que “sería un importante revulsivo para la desestacionalización atrayendo visitantes todo el año”, según el alcalde Germán Beardo, ya de regreso a ‘casa’ tras su controvertido viaje por Argentina.
La noticia llega de la mano de los nuevos propietarios de los terrenos de Viña Rango-Cerro de Las Cabezas, con los que el primer edil del PP, acompañado de la concejala de Ordenación y Planificación Urbana, Danuxia Enciso, ha mantenido ya un primer encuentro.
La empresa zaragozana Atalaya es la nueva adjudicataria de estos suelos tras haber ganado el concurso de venta realizado por la Sareb (el más conocido como banco malo).
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Beardo interpreta que ahora “se vislumbra una nueva oportunidad” con vistas a la recuperación de este campo de golf en una zona que abarca una extensión de 1.500.000 metros cuadrados, justo a continuación del recinto ferial y dividido por la Carretera de Sanlúcar, con terreno a ambos lados.
En esta reunión, en el que la nueva propiedad ha mostrado “total disponibilidad” para consensuar con el Ayuntamiento el mejor planteamiento para la ciudad, el alcalde ha priorizado la reconstrucción y rehabilitación del campo de golf “como primer objetivo”.
Los propietarios se han comprometido a estudiar la viabilidad económica de desarrollar este proyecto cubriendo un vacío existente, dejando claro que su máximo interés dentro de la estrategia de diversificación de su firma es “aportar valor añadido” a la ciudad a la que llegan.
“HOTEL Y GOLF PUEDEN IR DE LA MANO”
“Se trata de una actuación de gran envergadura que permitiría, además de la rehabilitación y puesta en funcionamiento del campo de golf, la posibilidad de materializar un uso hotelero vinculado a esta actividad deportiva dentro de los usos extraordinarios sobre el Suelo No Urbanizable común, que es la clasificación urbanística actual”, considera el alcalde popular.
“Hotel y golf pueden ir de la mano, retroalimentándose y potenciando un producto deportivo- turístico que sería muy positivo para lograr la desestacionalización, reduciendo además la presión sobre el litoral”, asevera.
Por su lado, la concejala Danuxia Enciso precisa que este proyecto ya estaba incluido en el Avance del futuro Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) como área estratégica en torno a la actividad turística-deportiva.
UN PROYECTO “INSOSTENIBLE Y DE CARÁCTER ELITISTA”
“Está claro qué intereses defiende este Gobierno local”: Adelante Andalucía, sin representación en el Ayuntamiento portuense, no ha tardado en criticar esta posible reapertura del campo de golf de Viña Rango: “es una muestra más de que acabar con la precariedad laboral y apostar por un turismo sostenible no son una prioridad para el Gobierno del PP de Beardo y Calleja”.
Para esta formación andalucista de izquierdas, la implantación de otro campo de golf “agudizaría la situación de crisis hídrica en nuestra área”. Y se repasa que la comunidad autónoma tiene ya 109 campos de golf, “la cuarta parte de todo el Estado, consumiendo entre 1.500 y 2.000 litros de agua por metro cuadrado, en la mitad de las ocasiones, agua potable, agua suficiente para suministrar a 1 millón de andaluces. No entendemos cómo en verano a la gente corriente y a la agricultura nos restringen el uso del agua mientras seguimos permitiendo esto”.
Por otro lado, se señala a la precariedad laboral del sector, “pues en muchos casos, son trabajos poco cualificados y mal remunerados de jardinería, mantenimiento y recepcionista, condenados a la temporalidad”.
Finalmente, Adelante Andalucía pone el foco en “el carácter elitista de este modelo de turismo”. “Se trata de un turismo deportivo que solo pueden realizar las clases altas, por lo que, queramos o no, deja fuera a la gran parte de nuestro municipio; y que, además, es practicado principalmente por turistas internacionales, llevando a cabo grandes desplazamientos en transporte privado, contribuyendo también al cambio climático”.