La Federación Local de Asociaciones Vecinales (Flave) Sol y Mar ha conocido de primera mano la ordenanza de convivencia que prepara el Gobierno portuense de PP y Cs, y que elevará a exposición pública a principios de enero (durante diez días hábiles) una vez ha concluido el periodo de consulta pública previa, para continuar dando pasos en su tramitación y poder llevar “cuanto antes” la propuesta de aprobación inicial al pleno municipal. Representantes vecinales se han visto con el concejal de Participación Ciudadana, Javier Bello, y la edil de Policía Local y Seguridad, Marina Peris.
Según defiende el actual equipo de Gobierno de derechas, esta futurible ordenanza para la garantía de la convivencia ciudadana y la protección del espacio público “cubrirá un vacío legal que atajará ciertas conductas o comportamientos lesivos” que al haberse derogado la ordenanza anterior (también promovida por el PP) “no pueden en este momento ser abordados desde las competencias municipales”. Dicha norma caía en el pasado mandato con Gobierno de PSOE e IU y a petición de Levantemos; ordenanza que abordaba y multaba el ejercicio de la prostitución en la vía pública, la práctica del botellón, los actos de vandalismo o la contaminación acústica.
“No es posible forjar una sociedad justa e igualitaria y que tienda a procurar el bienestar a sus ciudadanos, si el valor de la convivencia está ausente y no se dispone de medios eficaces para restaurarla, por lo que se hace necesario dotar de los instrumentos idóneos a los garantes de la protección de los derechos, libertades y seguridad ciudadana”, expone Peris. Y Bello agrega que esta regulación permitirá hacerlo, “respondiendo así a una demanda de la propia ciudadanía y, en especial, del movimiento vecinal”.
Dicha norma municipal “aportará tranquilidad y seguridad a los vecinos y también permitirá al Ayuntamiento actuar sobre acciones que muchas veces, aún sabiendo que no son correctas, no puede sancionar debido a que no hay una normativa que lo permita”, se insiste en la ambigua nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
El nuevo texto, que se publicará en la web municipal para que todas aquellas personas o colectivos puedan presentar alegaciones, “se ajusta a las necesidades reales de la ciudad y da respuesta a distintos asuntos que alteran la convivencia ciudadana”, se asevera.
“CONVIVENCIA Y CIVISMO”
El objetivo de esta ordenanza municipal, en la teoría, es el de “preservar el espacio público como un lugar de convivencia y civismo, en el que todas las personas puedan desarrollar en libertad sus actividades de libre circulación, de ocio, de encuentro y de recreo, con pleno respeto a la dignidad y a los derechos de los demás y a la pluralidad de expresiones y de formas de vida diversas, que enriquecen nuestra ciudad”.
Parte, para ello, de “un principio de garantía de los derechos y libertades individuales y ajusta las medidas punitivas al principio de intervención mínima”. De esta manera, “las conductas individuales sólo se tipifican como infracciones en la medida en que afectan o impiden el libre ejercicio de las demás personas y para su sanción se tienen en cuenta los principios de lesividad y mínima trascendencia”. Eso sí, de momento no se concreta qué se multará y con qué cuantías.
El bipartito de populares y naranjas añade que la Policía Local y la Asesoría Jurídica de la Policía Local “han realizado un excelente trabajo” para que este documento sea “la mejor norma municipal posible, para que El Puerto y los portuenses puedan contar con una serie de medidas que fomenten y garanticen la convivencia ciudadana en el espacio público”. Además, la intención del Ejecutivo, que no tiene mayoría, es mantener un encuentro con los distintos grupos de la oposición “para alcanzar la mejor norma municipal posible”; y poder sacarla adelante.