El portuense Alberto Castrelo ha iniciado el Reto Kira 2015, proyecto solidario en el que se embarca hasta finales de julio, con la previsión de cruzar España en bici en 30 etapas, hasta Gijón, de Gijón hasta Bilbao y volver a El Puerto pasando por Madrid. Una aventura de más de 2.000 kilómetros con un pretexto solidario: la lucha contra el cáncer infantil. Pero además quiere dar a conocer una idea, que los perros –como el suyo, llamado Kira-, “a pesar de pertenecer a razas que se consideran más peligrosas, no tienen por qué desarrollar ese aspecto de su carácter”.
El portuense Alberto Castrelo ha iniciado este martes 30 de junio el Reto Kira 2015, proyecto solidario en el que se embarca hasta finales de julio, con la previsión de recorrer en 30 etapas en bicicleta distintas ciudades españolas, con salida y meta en El Puerto.
Castrelo ha iniciado la primera etapa desde el Bar Los Pepes, en el centro portuense, en dirección Sevilla, al lado de varios amigos y compañeros de viaje que han querido hacer este camino con él. Se muestra “ilusionado” por las ganas con la que comienza la aventura, subraya en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, en la que recuerda que han sido muchos ciudadanos, a nivel personal, y empresas o entidades, las que han apostado por aportar su granito de arena a este reto que tiene un objetivo principal: la lucha contra el cáncer infantil, apoyando así a la Asociación Pablo Ugarte.
Por otro lado, este reto, que cuenta con el nombre de la mascota del propio Alberto Castrelo, una perra de raza de de las denominada potencialmente peligrosa, se ha puesto como meta dar a conocer también una idea en la que cree “y que está demostrada”, y es que “los animales, a pesar de pertenecer a razas que se consideran más peligrosas, no tienen por qué desarrollar ese aspecto de su carácter, dependiendo en parte a la educación y el trato que reciban”.
ALGO MÁS DE 50 KILÓMETROS AL DÍA
El Reto Kira 2015 se divide en etapas, partiendo de El Puerto de Santa María. Continúa con los siguientes trayectos previstos: Sevilla-Almadén de la Plata (1 julio); Almadén de la Plata-Fuente de los Cantos (2 julio); Fuente de los Cantos-Almendralejo (3 julio); Almendralejo-Cáceres (4 julio); Cáceres-Carcaboso (5 julio); Carcaboso-Fuenterroble (6 julio); Fuenterroble-Salamanca (7 julio); Salamanca-Zamora (8 julio); Zamora-Benavente (9 julio); Benavente-León (10 julio); León-Pola de Lena (11 julio); Pola de Lena-Gijón (12 julio); Gijón-Llanes (13 julio); Llanes-Torrelavega (14 julio); Torrelavega-Laredo (15 julio); Laredo-Bilbao (16 julio); Bilbao-Vitoria (17 julio); Vitoria-Briviesca (18 julio); Briviesca-Quintanilla del Agua (19 julio); Quintanilla del Agua-Boceguillas (20 julio); Boceguillas-El Berrueco (21 julio); El Berrueco-Madrid (22 julio); Madrid-Mora (23 julio); Mora-Ciudad Real (24 julio); Ciudad Real-Fuentecaliente (25 julio); Fuentecaliente-Córdoba (26 julio); Córdoba-Écija (27 julio); Écija-Utrera (28 julio) y Utrera-El Puerto (29 junio).
A diario espera completar unos 56 kilómetros, que le permitirán ir cerrando las etapas fijadas en el calendario, pero “no soy un corredor profesional, por eso no tengo prisa”, confirmando que su objetivo es terminar el reto, no cumplir unos objetivos marcados para cada día, aunque intentará ir cumpliendo con las etapas previstas.
Cualquier ciudadano, asociación o entidad puede patrocinar o aportar su granito de arena a esta causa. O seguir la aventura en retokira2015.blogspot.com.es. Alberto Castrelo invita a cualquier persona que lo desee a apoyar este reto, “por una buena causa, porque todos podemos dar nuestra colaboración, por pequeña que nos parezca, contra el cáncer infantil”. Su meta está en llegar a 1.200 euros, pero “todo lo que venga de más, estará genial”, afirma.
En definitiva, este portuense pretende demostrar “el carácter solidario de la sociedad, de la gente y de cómo una persona puede luchar por aportar y ayudar a cambiar la realidad de los que nos rodean, por mejorar esa realidad a la que estamos acostumbrados; si este concepto de solidaridad calase hondo en cada persona, el mundo sería otra cosa bien diferente al que es”, sentencia.
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