El abandonado Palacio de Winthuyssen en pleno casco histórico de El Puerto de Santa María se ha transformado en unos dos años, desde la iniciativa privada, en una promoción de lujo con viviendas, piscina y garajes.
En septiembre de 2022 se ponía la primera piedra de ‘Los Jardines de Albareda’, y tanto entonces como ahora, que se ultiman los últimos detalles de la actuación promovida por Propco Orange, el Gobierno local de Germán Beardo aprovecha para presumir de Peprichye y de sus promesas de revitalización y rehabilitación del deteriorado centro, aunque sean iniciativas ajenas como esta.
El primer edil del PP, junto a sus concejalas de Gestión Urbanística y de Planificación Urbana, Leonor Caballero y Danuxia Enciso, respectivamente, acompañado por los promotores, ha visitado ya el Palacio de Winthuyssen para constatar su rehabilitación, en la que se ha invertido cerca de 9 millones de euros (incluyendo la obra, y la compra del suelo, los proyectos, licencias y tasas).
La comitiva municipal ha podido comprobar de primera mano el “excelente resultado de la recuperación de este emblemático edificio histórico”. La reforma “ha devuelto al palacio su grandeza, respetando su rica historia y restaurando su esplendor original, mientras se incorporan elementos arquitectónicos modernos”.
Construido en el último tercio del siglo XVIII, durante el auge del comercio con ultramar, el Palacio de Winthuyssen, antigua residencia de la familia Miera, “resurge así tras años de abandono y deterioro, contribuyendo a la renovación del casco histórico sin perder su esencia”, se reitera en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
La reforma del palacio también ha abarcado las calles adyacentes a la parcela de 5.564 m², ubicadas en Virgen de Los Milagros, Espíritu Santo y Albareda. En total, se han construido 40 viviendas de renta libre que se esperan entregar en noviembre. El complejo incorpora zonas ajardinadas, piscinas y 42 plazas de aparcamiento.
“EL PEPRICHYE HA ATRAÍDO LAS INVERSIONES”
“Con esta rehabilitación no solo hemos protegido su monumentalidad, sino que lo hemos integrado en el tejido urbano, manteniendo su carácter residencial y comunitario. Este proyecto convierte un edificio en ruinas en un espacio moderno y habitable, sin olvidar su pasado”, ha remarcado Beardo tras la visita.
Y por enésima vez, ha resaltado que la aprobación durante el pasado mandato del Peprichye (Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Conjunto Histórico y su Entorno) ha sido “un impulso crucial para la revitalización del centro histórico, atrayendo inversiones y generando confianza en los inversores”.
En este sentido, el alcalde popular se jacta de que esta intervención privada forma parte de los más de 50 proyectos que se han puesto en marcha en los últimos años “para transformar el casco histórico”.