La empresa del chef portuense Ángel León explotará como se preveía el molino de mareas El Caño, en El Puerto, rehabilitado por el Ministerio de Medio Ambiente; para la puesta en marcha un restaurante cuestionado por ecologistas, que se vende como “laboratorio de investigación gastronómica” que se centrará en la gastronomía y restauración basada en recursos marinos, formación y capacitación hotelera, emprendimiento y vivero de empresas, así como actividades culturales. La concesión otorgada por el Ayuntamiento es por 30 años y un canon anual que no llega a los 6.000 euros.
Mar Cristal Marilum, la empresa del cocinero portuense Ángel León, explotará como se preveía el molino de mareas El Caño, en El Puerto de Santa María, rehabilitado por el Ministerio de Medio Ambiente; para la puesta en marcha de un “laboratorio de investigación gastronómica” que se centrará en la gastronomía y restauración basada en recursos marinos, formación y capacitación hotelera, emprendimiento y vivero de empresas, así como actividades culturales y de uso público.
Lo ha decidido la mesa de contratación del Ayuntamiento, que ha dado por buena la oferta presentada –la única- y que ahora elevará a la Junta de Gobierno Local para que la adjudicación sea definitiva.
El alcalde, Alfonso Candón, explica en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que “nuestro cocinero internacional más importante, con dos Estrella Michelín, será el encargado de desarrollar este ambicioso proyecto en uno de los más sobresalientes molinos de mareas de la Bahía gaditana”, ubicado en las cercanías de la estación de ferrocarril, junto al antiguo Matadero.
En esta construcción, emplazada sobre un antiguo caño del río Guadalete, que fue rehabilitada años atrás por el Gobierno central -invirtió unos 800.000 euros-, será donde Ángel León materialice uno de sus proyectos “más ambiciosos y que, sin duda, se convertirá en un atractivo turístico y referente importante para todos los amantes de su cocina, así como compañeros del sector y futuros cocineros”, se afirma desde el Consistorio.
La concesión de este restaurante –cuestionada por grupos ecologistas, al encontrarse el molino en zona de dominio público marítimo-terrestre- será por 30 años, sin que se contemple posibilidad de prórroga alguna, y un cano anual de algo más de 5.800 euros, cumpliendo con la resolución de la delegación territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en Cádiz.
El molino es una sólida construcción de dos plantas, edificada con sillares de piedra ostionera, emplazada de manera transversal sobre un caño que confluye con el río Guadalete en las cercanías del puente del ferrocarril, aguas arriba del antiguo puente de San Alejandro. Aunque actualmente se le conoce como caño del Molino era denominado en el siglo XIX como caño de la Madre Vieja, al ser éste un antiguo cauce del Guadalete.
Su emplazamiento es perpendicular al caño secundario del río Guadalete, disposición que le permitía ejercer de tapón del cauce del caño para embalsar el agua en su estanque durante la pleamar. De base rectangular, consta de dos edificios unidos con dos plantas cada uno. En la primera, junto a distintas dependencias, se encontraba el taller de molienda, la amplia estancia que albergaba las piedras trituradoras y el taller de clasificación de harinas. En la segunda, las habitaciones y vivienda del administrador, el granero y la azotea.
La apuesta del Ayuntamiento y la oferta de Ángel León “consiguen, así, incrementar el patrimonio cultural, económico, gastronómico y medioambiental de la ciudad, convirtiendo a El Puerto en un centro nacional e internacional en la materia, foco de atracción de turistas y visitantes, revulsivo económico y motor de dinamización y conservación medioambiental”, insisten desde el Gobierno local.