La plataforma Apemsa no se vende ha solicitado al presidente de esta sociedad mixta, el propio alcalde portuense, que incluya en el orden del día de la próxima reunión del consejo de administración la petición de cese del actual gerente, designado por Aqualia, el socio privado y minoritario. En estos dos años de gestión por parte de Manuel Ferraz, “los resultados no pueden ser más negativos”, entiende este colectivo ciudadano. Por su lado, el comité de empresa alerta de que desde la venta del agua, la plantilla se ha recortado ya en un 30%.
La plataforma Apemsa no se vende ha solicitado al presidente de esta sociedad mixta, el propio alcalde portuense, David de la Encina, que incluya en el orden del día de la próxima reunión del consejo de administración la petición de cese del actual gerente Manuel Ferraz Sumillera.
En el controvertido contrato de semiprivatización de la empresa municipal del Agua (el Ayuntamiento se quedó con el 51% de accionariado), el anterior Gobierno local de PP y PA incluyó un punto que facultaba al socio privado y minoritario, que terminó siendo Aqualia, la facultad de nombramiento y cese del director-gerente, “lo que en la práctica suponía la privatización de su gestión, pues este cargo acumula las principales facultades de gestión, dejando a la parte pública mayoritaria como mera espectadores de las decisiones adoptadas por Aqualia”.
En estos dos años de gestión de Apemsa por parte de Manuel Ferraz, un directivo de Aqualia, para la plataforma “los resultados no pueden ser más negativos”, como demuestra que una empresa municipal solvente –la joya del Ayuntamiento- se haya convertido en una empresa mixta deficitaria que en el último ejercicio conocido, el 2015: tuvo más de 700.000 euros de pérdidas.
La principal causa de estas pérdidas, señala este colectivo ciudadano en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, es que el socio privado “se embolsa el 5% limpio de la facturación” de Apemsa, en base a otra cláusula incluida por la derecha y los andalucistas en el contrato de incorporación de este “supuesto socio tecnológico”, que permitía que la empresa seleccionada recibiera una retribución de ese 5% “para invertir en mejoras tecnológicas”.
Sin que Aqualia haya realizado ninguna mejora tecnológica ni justificado esa retención, se viene embolsando más de medio millón de euros al año. “En 2015 ese supuesto Know How ascendió a 539.000 euros, si añadimos la retribución de 128.000 del anterior director gerente, contratado tras su cese para el inexistente cargo de ‘asesor del consejo de administración’, se explican las pérdidas por el sobre coste que está suponiendo la retribución injustificada a Aqualia y el pago de favores prestados en el proceso de privatización”, se interpreta desde Apemsa no se vende.
Además, este gerente “está demostrando estar al servicio de Aqualia y no de una empresa que presta un servicio público fundamental”, se insiste. Lo hace “cuando niega información sobre los subcontratas de Aqualia en la EDAR Las Galeras, cuando falsea información para intentar justificar la mala gestión de la EDAR por parte de Aqualia, cuando defiende actas que no recogen los acuerdos adoptados cuando perjudican a Aqualia, cuando convoca un concurso para volver a privatizar la EDAR en contra de los acuerdos del consejo de administración, cuando hace caso omiso de los acuerdos del pleno del Ayuntamiento, o cuando utiliza al gabinete de comunicación de Aqualia para difundir notas de prensa de Apemsa”.
Por todo ello, esta plataforma ha solicitado al presidente de Apemsa y alcalde del PSOE que incorpore a la próxima e inminente reunión el consejo de la empresa el punto: “solicitar al titular de las acciones de carácter privado el cese del director-gerente por administración desleal”. Ya que los estatutos aprobados por PP-PA impiden el nombramiento o cese del director de una empresa de mayoría municipal, “al menos que haya una reprobación de su gestión y actitud”. Esta propuesta ha sido ya admitida por De la Encina.
Del mismo modo, se ha solicitado que se encargue un informe jurídico para saber si es compatible que una empresa de mayoría pública sea gestionada por un directivo de una empresa privada con concesiones y contratos de esa misma empresa pública. “De no ser compatible, habría que impugnar el contrato de privatización para que el gerente sea nombrado por los representantes municipales y se recupere la gestión pública de esta importante empresa”, se sentencia.
UN 30% MENOS DE PLANTILLA DESDE LA VENTA DE APEMSA
Por otro lado, en los últimos días el comité de empresa de Apemsa han querido lanzar la voz de alarma por la merma sufrida en la plantilla desde 2014, “una merma causada por la semi-privatización de la empresa”. Los representantes de la plantilla explican que “ante bajas, jubilaciones, fallecimientos y/o traslados, se están amortizando los puestos de trabajo”. “Calculamos que la plantilla ha sufrido un descenso del 30%, y cuando algunas vacantes se han cubierto, se ha hecho con condiciones diferentes, con menores garantías y estabilidad para el trabajador”, se lamenta.
En este sentido, los representantes de la plantilla indican que “ya lo advertíamos, cuando una empresa privada entra en juego los intereses son otros y, a pesar de las promesas de los entonces gobernantes, nuestros peores presagios se han ido cumpliendo”. Y han hecho un llamamiento al Gobierno de PSOE e IU, a quienes reconocen y valoran su oposición a la operación de privatización, para que, en la medida en que se pueda, estén vigilantes a las diferentes maniobras de Aqualia.
Del mismo modo, el comité ha querido hacer público su agradecimiento a la labor desarrollada por el bipartito para que la paga extraordinaria que se le quitó a la plantilla en 2012, por orden del Gobierno central, haya sido ya cobrada en su totalidad.
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