El cocinero Ángel León y el alcalde de El Puerto, Alfonso Candón, han firmado las escrituras ante notario que certifican la adjudicación y finalización del proceso de licitación del molino de mareas El Caño. En abril se adjudicó la explotación de este edificio restaurado años atrás por el Ministerio de Medio Ambiente, como laboratorio de investigación gastronómica, durante 30 años y un canon anual que no llega a los 6.000 euros. “No solo acogerá la gastronomía como punto de referencia, sino que será un magnífico espacio para la formación, la cultura y la educación”, considera el primer edil del PP.
El cocinero Ángel León, por la empresa Mar Cristal Marillum, y el alcalde de El Puerto, Alfonso Candón, en representación del Ayuntamiento, han firmado hace unos días las escrituras ante notario que certifican la adjudicación y finalización del proceso de licitación del molino de mareas El Caño.
Fue el pasado 1 de abril, mediante acuerdo de la Junta de Gobierno Local, cuando se adjudicó la explotación de este edificio restaurado años atrás por el Ministerio de Medio Ambiente, como laboratorio de investigación gastronómica, durante 30 años y un canon anual que no llega a los 6.000 euros.
Este proyecto -cuestionada por grupos ecologistas, al encontrarse el molino en zona de dominio público marítimo-terrestre- está designado como laboratorio de investigación gastronómica con los siguientes usos: laboratorio; restauración basada en recursos marinos; formación y capacitación hostelera; emprendimiento y vivero de empresas y actividades culturales y de uso público.
“Damos un paso más, y por tanto el definitivo, para hacer posible que Ángel León pueda poner en marcha su proyecto en el molino de mareas, que no es solo dar proyección a su negocio hostelero, sino que entendemos, va más allá, porque el Chef del Mar lleva el nombre de El Puerto fuera de sus fronteras”, afirma el primer edil del PP en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
“Además de ser un proyecto que ofrece un futuro a este emplazamiento, en otros tiempos abandonado –agrega el primer edil-, será un foco en el que se centrarán otros chefs, restauradores e incluso personas cuyas inquietudes estén dirigidas al mundo de la hostelería, la gastronomía y la innovación en este sector”. E insiste en que “este laboratorio será un espacio funcional, ya que no solo acogerá la gastronomía como punto de referencia, sino que será un magnífico espacio para la formación, la cultura y la educación”.
Asimismo, Candón alaba el proyecto de León y su apuesta “porque su laboratorio se quedara en El Puerto, cuna de su carrera profesional y sus éxitos. Y me consta que no ha sido una carrera fácil hasta conseguir que este proyecto se pueda materializar, por ello considero que toda la localidad tiene que volcarse con el ímpetu que ha demostrado este chef que suma en su haber dos estrellas Michelín, que refuerzan más si cabe su éxito”.
De hecho, fue en julio de 2013 cuando solicitó el uso, aprovechamiento y gestión del molino de mareas, acompañando el proyecto básico al efecto. La iniciativa presentada “se ajustaba a un modelo de gestión coherente con el objetivo marcado desde diferentes ámbitos administrativos de recuperar las estructuras, ingenios y elementos patrimoniales”, se asegura desde el Ayuntamiento.
Siguiendo el proceso iniciado con ha rehabilitación del edificio, el Ayuntamiento tramitó ante la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía el proyecto básico de ocupación y uso del dominio público marítimo-terrestre del molino de mareas para dicho laboratorio al objeto de obtener la concesión. Del mismo modo se solicitó la correspondiente autorización de uso de la zona de servidumbre. Fue el pasado 8 de agosto de 2014 cuando se dicta la resolución de la delegación territorial de Medio Ambiente en Cádiz con relación a dicha solicitud, mediante la cual se otorga al Ayuntamiento la concesión de 806,30 metros cuadrados de dicho espacio por un plazo de 30 años, con destino al proyecto del laboratorio de investigación gastronómica. Y el 16 de septiembre se dicta resolución de autorización de uso de la zona de servidumbre.
El molino es una sólida construcción de dos plantas, edificada con sillares de piedra ostionera, emplazada de manera transversal sobre un caño que confluye con el río Guadalete en las cercanías del puente del ferrocarril, aguas arriba del antiguo puente de San Alejandro. Aunque actualmente se le conoce como caño del Molino era denominado en el siglo XIX como caño de la Madre Vieja, al ser éste un antiguo cauce del Guadalete. Se estima su construcción hacia el año 1815.
A finales del siglo XIX, el molino cayó en desuso, llegando a ser utilizado como nave almacén, circunstancias que motivaron el deterioro de su imagen y estructura, todo ello asociado a una deficiente conservación. Y en 1995, el inmueble, hasta entonces de titularidad privada, pasa a manos del municipio en permuta por otras parcelas. En 2012 culminó su restauración a cargo del Ministerio de Medio Ambiente.
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