El Ayuntamiento ha decretado la paralización cautelar de las obras de la promoción de viviendas en San José del Pino, comunicando a la Junta el hallazgo y solicitando la actividad arqueológica para determinar lo que proceda. El Gobierno local rechaza que se le acuse de inacción, mientras Ecologistas le señala por “no proteger nuestro patrimonio”.
Ecologistas en Acción ha exigido ya responsabilidades al Ayuntamiento de El Puerto, y en concreto los cargos que “han permitido” la destrucción de parte del histórico acueducto de la Piedad, que alertaba días atrás Unión Portuense tras denuncias vecinales: el alcalde Germán Beardo, la concejala de Urbanismo Danuxia Enciso y el de Patrimonio Histórico David Calleja.
“Todos han aprobado la licencia de obras de un edificio en el lugar por donde discurría el acueducto, haciendo total dejación de sus obligaciones de proteger nuestro patrimonio histórico”, entienden desde este colectivo verde en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Este bloque (de 42 viviendas, garajes y trasteros) en Bahía Alta, sobre la antigua bodega de San José del Pino, está promovido por Marsur TS-21(del Grupo Q, la misma empresa que pretende urbanizar el Rancho Linares, a la que tanto se opone Ecologistas). Ante la imposibilidad de construir en dicho pinar por la anulación del proyecto de urbanización, al no haberse sometido a ningún procedimiento de evaluación ambiental, esta firma adquirió esta nueva parcela para construir las viviendas previstas y ya vendidas en el Rancho Linares.
Para Ecologistas en Acción “es incomprensible que se haya aprobado una licencia de obras de un edificio que conllevaba la excavación del terreno y, por tanto, el desmontaje del acueducto”.
se denuncia la “incompetencia” de los ediles del PP en la defensa del patrimonio histórico y cultural “sólo para favorecer los intereses de una constructora”
“El alcalde, que es licenciado en Historia, parece desconocer el enorme valor histórico de esta obra; la concejala de Urbanismo ha apoyado a la empresa promotora en todos sus proyectos ilegales; y el concejal de Patrimonio Histórico, con tantas fiestas, debe habérsele olvidado que tiene la obligación de velar por la protección de nuestro patrimonio histórico”, se apostilla.
Ecologistas denuncia la “incompetencia” de estos ediles del PP en la defensa del patrimonio histórico y cultural de El Puerto de Santa María, y su “complicidad” en la destrucción de un elemento de tanta importancia como dicho acueducto “sólo para favorecer los intereses de una empresa constructora”.
En este sentido, ya se ha reclamado una “inmediata aclaración” desde el equipo de Gobierno de derechas de por qué han permitido este “atentado a nuestro patrimonio”, y por qué la empresa no comunicó el hallazgo del acueducto como era su obligación. Así mismo se ha pedido la paralización de las obras, que, a decir de Ecologistas a inicios de semana, “siguen su curso sin que ningún técnico ni responsable municipal haya acudido a la zona”. Y a parte de todo ello, se reclama la restauración del histórico acueducto a su estado original.
DECRETADA LA PARALIZACIÓN CAUTELAR DE LAS OBRAS
Y llegó la versión de los hechos desde el Gobierno portuense: asegura que ya se ha procedido, mediante Decreto de Alcaldía, a notificar a los promotores de esta promoción a la “inmediata suspensión cautelar” de la obra en la zona afectada por la aparición de los restos del acueducto. Además, se afirma que se ha realizado una “visita urgente” de inspección y emisión de informe por el Jefe de Servicio actual de Patrimonio Histórico que constata en la excavación para la cimentación y en las paredes de la misma, restos cortados del acueducto, dejando evidencia de que “en esa zona no se están ejecutando obras”. E igualmente se ha solicitado la realización de la actividad arqueológica a la delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía en Cádiz.
“Este Gobierno -se defiende- es el primer interesado en proteger el patrimonio de la ciudad y preservar su conservación y así lo ha demostrado desde su llegada a Alcaldía, ya que ha sacado hacia adelante con Apemsa la inversión que ha vuelto a poner en servicio los Pozos de la Piedad y su puesta en valor de nuevo como punto de suministro de agua potable, generando un aprovechamiento de los recursos hídricos del municipio y, por tanto, un ahorro en la adquisición de agua de hasta de 1,5 millones de litros al día”.
“se ha aplicado con rigor el PGOU vigente de 1992 que establece un nivel de protección estructural del acueducto, sin especificar trazado ni ámbitos de afección”
Tanto el área de Urbanismo como la de Patrimonio Histórico insisten en que están trabajando en este asunto desde el primer instante en que se tuvo conocimiento del hallazgo. Por tanto, “bajo ningún concepto, se puede achacar pasividad alguna o inacción”, se subraya en el comunicado remitido a este periódico.
Urbanismo aclara que para otorgar la licencia de esta obra “se ha aplicado con rigor el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente de 1992 que establece un nivel de protección estructural del acueducto de la Piedad, sin especificar trazado ni ámbitos de afección”. Y se añade que el Plan Parcial de San José del Pino, de 2005, que desarrolla el ámbito, “indica que no existe ninguna afección en dicho ámbito por normativa sectorial ni por Plan General, existiendo sólo y exclusivamente protección respecto a la Casa de Piedra”.
Por tanto, para el PP en el Ejecutivo municipal, la aparición ahora del acueducto en la parcela “se puede considerar casual a los efectos de aplicación de la normativa de protección del Patrimonio que trata este tipo de hallazgos puntuales”. “Y así se está actuando, cumpliendo pulcramente lo establecido al respecto en el artículo 50 de la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz”, se sentencia.
UN POCO DE HISTORIA
Este acueducto subterráneo se impulsó para solucionar el problema crónico de abastecimiento de agua en El Puerto. La obra fue promovida por la Capitanía General de las Costas del Mar Océano. La conducción de agua desde los manantiales de La Piedad, al pie de la Sierra de San Cristóbal, se inició en 1731, y culminó en 1735. La obra fue sufragada con diferentes arbitrios que pagó la propia población.
Su hito más conocido es la Fuente de las Galeras Reales, instalada junto al Guadalete para abastecer a las galeras en sus viajes transoceánicos hasta América. Pero la magnitud de esta infraestructura es mucho mayor, se trataba de traer el agua desde unos manantiales situados a cinco kilómetros de distancia para abastecer a toda la población. En el siglo XVIII fue conocida como la mayor obra pública realizada en El Puerto de Santa María en toda su historia.
“en el siglo XVIII fue conocida como la mayor obra pública realizada en El Puerto. Hoy ha caído en el olvido y ahora se destruye con total impunidad”
Se realizaron las captaciones de los manantiales mediante un muro que impidiera que el agua llegara al Guadalete, se construyó un acueducto subterráneo para conducir el agua hasta la ciudad, se distribuyó mediante cañerías hasta las fuentes que se instalaron por toda la ciudad e, incluso, se implantó un servicio a domicilio.
El acueducto, de 5.570 metros de longitud, terminó en un olivar del convento de la Victoria, que se cedió a la ciudad para adecuarlo como paseo público, que es el actual parque de la Victoria. El final del acueducto es la Caja General de Aguas, un bonito depósito situado a la entrada de dicho parque, desde donde surgía la cañería que abastecía a las diferentes fuentes de la ciudad.
“Una obra pionera que ha caído en el olvido y ahora se destruye con total impunidad”, lamentan desde Ecologistas en Acción, subrayando que “este patrimonio, que en cualquier municipio estaría protegido y abierto al público -de hecho, sus dimensiones permiten recorrerlo en varios tramos-, no está protegido ni por el Ayuntamiento ni por la Junta”.