“No vamos a permitir ni un paso atrás en nuestros derechos conquistados y reconocidos”, subrayan desde la Asamblea Feminista Las Tres Rosas de El Puerto, a la hora de denunciar una escena que no sólo se repiten en la ciudad: en la calle Santa Lucía hace ya años que se ha convertido en habitual ver a una persona que permanece en la puerta de la clínica Poliplanning, observando a las mujeres que entran y salen de la misma, mientras reza con un rosario en las manos.
Desde el pasado 25 de septiembre esta acción se ha intensificado, ya que se ha organizado una “vigilia de 40 días de oración y ayuno” a las puertas de esta clínica de El Puerto. Así, hasta el 3 de noviembre, “la ciudad portuense será la única junto a Madrid en sumarse en España a la campaña internacional que estos grupos antiabortistas han denominado ‘40 días por la vida’, y que reivindican abiertamente la erradicación del aborto”.
A colación, desde Las Tres Rosas se recuerda que la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) “es un derecho reconocido en nuestro país por la ley”, que vio la luz en 2010 “tras una larga lucha por parte del movimiento feminista, y que tantas veces es cuestionada por determinados grupos y partidos una y otra vez”. Dicha ley garantiza los derechos fundamentales en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, regula las condiciones de la interrupción del embarazo y establece las correspondientes obligaciones de los poderes públicos a este respecto.
Además, se subraya “recoge que todas las personas, en el ejercicio de sus derechos de libertad, intimidad y autonomía personal, tienen derecho a adoptar libremente decisiones que afectan a su vida sexual y reproductiva. Entre ellas, la decisión de las mujeres de interrumpir voluntariamente su embarazo”.
Con este contexto, en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, esta asamblea feminista califica de “intolerable” que en una de las pocas clínicas de la provincia de Cádiz que tienen convenio con la Junta de Andalucía para realizar de forma gratuita para las mujeres la interrupción voluntaria de su embarazo (como es esta de El Puerto), “las mujeres que acudan a la misma tengan que soportar a una persona que permanece justo a la entrada, a todas horas, observándolas mientras reza y las juzga por haber decidido libremente interrumpir su embarazo”.
Por si esto fuera poco, han sido colocados carteles justo en el local contiguo, donde “casualmente” han instalado una asociación llamada Cultura para la vida, donde se pueden leer consignas como “estamos aquí para ayudarte”, “ayuda a salvar vidas”, e incluso con fotografías de una mujer junto a un bebé.
“ESTÁN EJERCIENDO UN DERECHO RECONOCIDO POR LEY”
“Vamos a seguir reivindicando el derecho al aborto sin acoso, de forma libre, segura y gratuita, y no solo eso, sino dentro de la sanidad pública y en sus propias dependencias, ya que los conciertos de la Junta con este tipo de clínicas privadas promueven el señalamiento de las mujeres, el oscurantismo, y la aparición de estos grupos alrededor de las mismas; la mejor forma de evitar este tipo de prácticas es garantizando el derecho al aborto en los hospitales públicos”, opinan desde Las Tres Rosas.
Se reflexiona asimismo que las mujeres que han decidido voluntariamente interrumpir su embarazo “no necesitan ‘ayuda’ por parte de estos grupos ultracatólicos, no necesitan que un desconocido las haga sentir incómodas y juzgadas, no necesitan que estas personas, esta asociación ni estos carteles las hagan creer que están haciendo algo malo. Porque simplemente están ejerciendo un derecho reconocido por ley en nuestro país que deben poder ejercer con respeto e intimidad”.
“En estos momentos donde los derechos de las mujeres se ven más atacados que nunca por parte de partidos ultraderechistas, por la opinión pública y por este tipo de grupúsculos ultrareligiosos, necesitamos más que nunca un movimiento feminista unido, alerta y fuerte, y en esta tarea continuamos no solo en España sino en otros muchos países, como en varios países de América Latina, donde la lucha de las mujeres por el aborto está surgiendo actualmente con mucha potencia”, sentencia este colectivo portuense, que por su lado, apostilla, no va a permitir “ni un paso atrás en nuestros derechos conquistados y reconocidos”.