El Ayuntamiento de El Puerto de Santa María “ha conseguido cancelar hasta el último céntimo de lo que se debía a los bancos”. Así lo asegura el alcalde del PP, Germán Beardo, incidiendo en que “por primera vez, desde que se tienen registros”, la administración municipal “no mantiene endeudamiento con el sector financiero privado”. Restaría por amortizar los créditos que se han ido firmando en la última década con el beneplácito del Ministerio de Hacienda para pagar a proveedores.
Este “hito histórico”, prioridad y reto marcado por la derecha en el Gobierno local desde 2019, se ha conseguido el pasado 30 de junio de este 2023 “al cancelar la última cuota del préstamo que se tenía con el BBVA”. A mediados de 2019 se debían unos 8 millones, aunque a finales de ese ejercicio la deuda bancaria apenas era ya de 538.000 euros. Por lo que se han necesitado unos cuatro años para devolver medio millón.
“En este momento, el Ayuntamiento portuense enfrenta el presente y el futuro con el mejor panorama económico de la historia”, insiste Beardo en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, presumiendo de que “demostramos con números y con hechos que cumplimos lo que prometemos”.
Sí se tiene pendiente de abonar más de 13 millones de euros “al Estado” de deuda comercial resultante de haberse adherido a los planes de pago a proveedores del año 2012 y 2013 y otras dos operaciones derivadas de los mecanismos de pago puestos en marcha por Hacienda en 2022 y 2023 para reducir el insoportable periodo medio de pago a proveedores. Según las últimas denuncias de IU, en los primeros meses del presente ejercicio rondaba los 298 días (o sea, cerca de diez meses). La ley dice que las administraciones públicas deben abonar sus facturas en un plazo no superior a los 30 días.
“AHORA TENEMOS INDEPENDENCIA ECONÓMICA PARA INVERTIR EN LA CIUDAD Y EN LOS SERVICIOS”
En este punto, el Ejecutivo portuense asegura que ahora tiene “independencia económica” para “invertir en la ciudad, en limpieza, mantenimiento, parques y otras muchas mejoras y proyectos que reviertan directamente en calidad de vida de los ciudadanos y, por supuesto, en mejores servicios municipales y, sobre todo, sin recortar ni la inversión ni el crecimiento y continuando con la reorganización municipal gracias a haber derogado el plan de ajuste de 2012”; plan aprobado por un anterior gobierno de derechas.
Así, el reto que se marca ahora el PP “tras haber pagado a las empresas y a los bancos”, es el de cancelar la deuda financiera “para ser sin duda uno de los ayuntamientos más saneados de la provincia y de Andalucía, y para afrontar el nuevo reto de ser ‘gran ciudad’ con todo el viento a favor”.