Apemsa continúa realizando trabajos de adecentamiento de las fuentes ornamentales situadas en distintos puntos de El Puerto. En el caso concreto de la Fuente de las Galeras tiene un gran significado para esta firma “ya que se trata de la imagen utilizada como logotipo por la empresa municipal desde hace más de 30 años”. También se está reparando la fuente ubicada en la Plaza Tula Ruiz Golluri.
La empresa Aguas del Puerto, Apemsa, continúa realizando trabajos de adecentamiento y reparación de las fuentes ornamentales situadas en distintos puntos de la localidad. En el caso concreto de la Fuente de las Galeras, situada junto al Parque Calderón, tiene un gran significado para esta firma privatizada al 49% meses atrás, “ya que se trata de la imagen utilizada como logotipo por la empresa municipal desde hace más de 30 años”.
La fuente de Las Galeras fue construida en 1735 con la finalidad de proveer a la flota y expediciones que se dirigían hacia las Indias. Pero no fue hasta el siglo XIX cuando se colocan los seis grifos, el solado y el alicatado con losas de tarifa y los dos escalones que todavía hoy la adornan. Lo más significativo de la fuente es el remate de piedra a modo de cornisa donde se enmarca el escudo real con dos leones. Está adornada con cuatro jarrones esquineros y la corona real. En la actualidad, ya no es utilizada para el abastecimiento ya que se trata de una fuente ornamental con agua no potable.
Además, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, Apemsa está adecentando la fuente ubicada en la Plaza Tula Ruiz Golluri de la barriada Luis Caballero. Estas instalaciones han sufrido actos de vandalismo y debe ser reparada periódicamente por los técnicos.
Desgraciadamente, no se trata de un hecho aislado. Al año, Aguas del Puerto asegura que invierte unos 120.000 euros para reparar y reponer material de saneamiento y abastecimiento que sufre actos vandálicos o simplemente, es robado.
La empresa posee un plan de mantenimiento de las fuentes ornamentales, según la legislación vigente, que incluye revisiones quincenales del vaso y los motores, además de mediciones de cloro. Dos veces al año se lleva a cabo una analítica microbiológica y, anualmente, una de legionela.
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