Ahora se dice que cuando algo va de mano en mano, de boca en boca, de muro en muro, en las redes sociales, es “viral”. Los efectos son contagiosos, ya que compartir la risa eleva, de súbito, los niveles buenos del ánimo.
El ejemplo claro es el curioso caso de trabajos como ‘El Fure’, finalista de Cinestres, dentro del Festival de Alcances de este año.
Vale, el premio del certamen se lo llevaron otros esta vez. Pero el mayor éxito, las más de las veces, no viene con un premio, sino que está en el reconocimiento de la gente. Justo lo que ha ocurrido con este magnífico cortometraje hecho “a la bulla”, demuestra que el talento siempre encuentra su camino. Y talento es lo que derrocha Rocío Sepúlveda, la culpable de semejante genialidad (tantas visitas en pocas horas y la calurosa acogida no dejan lugar a dudas). Está en el camino, y va avanzando a pasos de gigante.
Esta joven seño de un colegio de Cádiz, hada menuda, niña pelirroja, es una caja de sorpresas, o no, mejor, una caja de ideas, de ideas inquietas, que se escapan a nuestro control pero no al suyo.
De amplia formación teatral, con firmes cimientos clásicos, Rocío Sepúlveda sabe lo que hace y como lo hace. La constancia y el trabajo por bandera, navega con rumbo fijo a merced de ideas brillantes a las que dar forma. Y los sueños le salen al encuentro, para acompañarla en el trayecto.
Un largo viaje que comenzó en el 2002 con el grupo Phersu de la UCA. Seis años después, Rocío emprende la aventura, y da el salto: monta su propia compañía teatral Al-Jaleo teatro, junto a su amiga Sonia Boy. Varias obras, más de cien actuaciones, presencia nacional e internacional, avalan el éxito y reafirman su vocación.
Ya en el 2011, llega a Madrid para estudiar una diplomatura de Guión de cine y TV. Es allí donde conoce el mundo de la comedia, más a fondo, siendo monologuista de Stand-Up y grabando unos minutos para Comedy Central (antes Paramount Comedy). Con la mochila repleta de conocimiento, experiencias y sueños, Rocío vuelve a Cádiz, y decide probar suerte y tocar todos los palos del arte: letras para ilegales (la recién nacida ‘Los Borbones’, en pasado Carnaval), cuentos infantiles para Babyradio, colaboraciones para la revista literaria y cultural ‘El Ático de los Gatos’, apariciones en series y películas y otras actividades que compagina con su trabajo como maestra, intensa labor que adora, ya que los niños son fuente inagotable de inspiración y creatividad (su sección en las redes ‘La sinceridad infantil y yo’ tiene una gran acogida, y cuenta con el cariño de grandes y pequeños).
Y aquí está, con muchos proyectos entre manos, acumulando menciones, recogiendo los frutos del trabajo y la constancia, regalándonos maravillas como estos cortometrajes que nos hacen la vida más divertida. Y diciéndonos “la verdad, pero haciéndonos reír”, para que nos matemos un poquito menos, citando a Billy Wilder, que junto a Tarantino, es uno de sus grandes referentes.
LA CITA DE ROCÍO SEPÚLVEDA:
“Si quieres decir la verdad a la gente, sé divertido o te matarán”. Billy Wilder
solo falta que resulte ser cierto que Hitler tomaba el solecito en La Caleta
Con las ideas muy claras, Rocío avanza sin perder de vista a los demás, sin dejar de creer en el grupo. Afirma que ‘El Fure’ se le ocurrió en un momento, que escribió el guión en tres horas, y que el resultado es una muestra de una gran capacidad de trabajo en equipo, envidiable, sin duda. Por algo será que la rodean personas maravillosas: actores, editores, creativos, etc.
Para ‘El Fure’ ha contado con sus amigos, Ramón, su pareja, su madre, la abuela de su pareja, su peluquera, etc. Esto solo pasa en Cádiz, y solo falta que resulte ser cierto que Hitler tomaba el solecito en La Caleta…
Nuestra protagonista confiesa que no esperaba la repercusión que ha tenido en las redes sociales. Pero es que era de esperar, claro que sí. Queda demostrado que aún hay buen gusto, buen criterio y gran sentido del humor entre los habitantes de los mundos virtuales.
Si no han visto todavía ‘El Fure’, ya están tardando. Merece mucho la pena. DIARIO Bahía de Cádiz Rosario Troncoso