Tenía muchas ganas de escribir sobre algo así. Me reconcilia con el Universo. Y es que me he pasado demasiado tiempo enfadada, en una crisis de fe permanente. Pero de todo se sale.
Así que este verano aproveché para quedar con los amigos a los que hacía tiempo que no veía, de los que hacía tiempo que no sabía. Necesitaba encontrarme de nuevo con mucho de lo que dejé atrás. Y avisé a Blanca Flores, antigua amiga ya, compañera de tareas docentes, para vernos frente a La Caleta, porque hacía mucho que no compartíamos un café. Hablamos de todo un poco y quise que me contara de primera mano sus proyectos. Aunque ella se considera una pequeña parte, un elemento más, de todo lo que sucede a su alrededor, no hay que quitarle mérito. Es el motor de mucho de lo bueno, culturalmente, que se cuece en Cádiz, sobre todo en torno a la Fernando Quiñones. Lo que empezó como un experimento maravilloso, la Primera Ruta Quiñones, en colaboración que el también amigo, Juan José Téllez, ha ido derivando en un todo un entramado de actos, tertulias, participación, etc.
Y sí, a veces llegan noticias de proyectos ilusionantes que surgen, de pronto, e iluminan el camino y contradicen a los más derrotistas. Un asidero real, en medio de la desidia. Eso es Pleamar (AQUÍ su Facebook), una gran iniciativa propuesta en la Quinta Ruta Quiñones, durante una tertulia celebrada en la Facultad de Filosofía y Letras.
Se trata de una red de asociaciones y de colectivos literarios de la provincia de Cádiz. Un punto de encuentro donde diversos grupos dan visibilidad a sus actividades. A través de las redes, fundamentalmente de Facebook, emerge como contenedor de actividades y actos culturales en la provincia. En Pleamar hay enredados más de una treintena de grupos y entidades culturales que están permanentemente conectados. La Asociación de Amigos de Quiñones y la Universidad de Cádiz a través del Servicio de Bibliotecas y Publicaciones están especialmente comprometidos con la iniciativa.
Lo más bonito de la aventura de Pleamar, es que seguro que llegará lejos, y de momento, está permitiendo a muchos lectores, autores, personas que aspiran a escribir y con inquietudes, conocerse, y compartir sus experiencias y creaciones.
Pleamar se llama así como homenaje a un libro de poemas de Rafael Alberti, y está en el espíritu del colectivo rescatar su figura y su universalidad, también.
Aunque se ha creado hace relativamente poco, sigue creciendo, pues siguen sumándose diversas asociaciones que van llegando desde todos los puntos de la provincia, y entre los grupos hay referentes prácticamente de todas las localidades y están representadas todas las comarcas: Campo de Gibraltar, Sierra, Bahía de Cádiz, Janda, Costa Noroeste y Jerez. Hay grupos noveles y otros con muchos años de trabajo, lecturas, libros y revistas en su trayectoria.
El objetivo de Pleamar es unir, y constituirse en un referente en sí mismo. Potenciar la difusión de nuestros autores, las actividades de los amantes de la lectura, del libro, de la literatura y de la cultura en general están dentro de los objetivos comunes.
Amigos de Quiñones es un poco el culpable de la puesta en práctica de la idea pero ahí están Rayuela, Voladas, Impresiones de Paterna, El fuego de la utopía, Media luneta, Azahar, Tertulia Puerta Abierta, Letras Libres, Hércules, Personas lectoras y largo etcétera. Suma y sigue.
Un buen puñado de actos están de actualidad si echamos un vistazo rápido a la red Pleamar: el recién celebrado Poetas de Ahora, en San Fernando, la última entrega de las Mojarritas de Plata, y muy pronto empezará a vislumbrarse la Sexta Ruta Quiñones, para la próxima primavera.
Es de agradecer que ideas como Pleamar, fructifiquen, como una nueva forma de entendernos, para fomentar el espíritu colaborativo que ya estaba empezando a perderse.
A seguir. DIARIO Bahía de Cádiz Rosario Troncoso