Cuando se hizo esta entrevista, aún no se respiraba la ilusión que ahora irradia cada rincón de Cádiz. Pero en ellas, se intuye, se vaticina, se sabe, que es posible que aquellos que saben emprender, que creen en lo que hacen, logran sus objetivos. Y aquí está Cadigenia, una de esas empresas diferentes y necesarias.
Entusiasman, porque son puro entusiasmo. Ilusionan, alientan, son capaces de descubrir lo mejor de las personas, y sacar a bailar los sueños. Es su trabajo enseñar a vivir, mimando la autoestima, guían para aprender a manejar las emociones, a moldear la inteligencia para obtener de cada día, el mejor resultado.
Eso es Cadigenia. Y para saber mucho más, quedamos con Esther, Susana y Tatiana, tres grandes mujeres, que son parte del equipo de esta empresa de los valores en alza, los de la Educación.
Hablamos con ellas. Sonrisas. Ganas. Alegría.
(Es Susana Ginesta la que responde a la mayoría de las preguntas, intercalando sus respuestas con intervenciones de sus compañeras, Esther Gil y Tatiana Sánchez.)
– ¿Qué es Cadigenia?
S.G.: Pues una empresa de formación creativa, que fusiona la pedagogía tradicional con otras alternativas de aprendizaje, como las artes escénicas, la performance, y sobre todo la pedagogía del humor.
En Cadigenia abrimos canales de aprendizaje distintos y la formación se convierte en una experiencia, en un rato lúdico donde el aprendizaje está garantizado.
– ¿Qué hacéis exactamente, con quiénes trabajáis?
S.G.: Trabajamos las políticas de igualdad, la inteligencia emocional. Enseñamos a emprender y a trabajar optimizando las habilidades competenciales, las sociales. Somos, también una empresa de coaching, en la que abarcamos distintos colectivos, desde adolescentes a grupos de riesgo de exclusión social. También llegamos a las empresas, interactuando con trabajadores y trabajadoras.
T.S. : Nuestro método está bastante testado y probado, y vemos que es eficaz, aunque siempre probamos distintas alternativas pedagógicas según el público al que le queremos dirigir.
– ¿Cuándo decidisteis fundar Cadigenia, teníais algún referente o alguna empresa que os sirviera de modelo?
S.G.: La inspiración llega cuando se tienen las ideas muy claras, y nosotras sabemos qué podemos ofrecer, estamos seguras de qué sabemos hacer y qué es lo que nos gusta. Además, cada una de nosotras cuenta con más de diez años de experiencia en temas de formación y puesta en marcha de proyectos.
Nos apasiona cantar, el teatro, el Carnaval y todo lo que lo rodea. En definitiva, nos gusta disfrutar y hacer disfrutar a los demás. Porque somos amigas con una gran complicidad, y eso se nota. Se crea energía, sinergia. Y todo es más fácil.
Cada una de nosotras lleva más de diez años en temas de formación, ejecución y formación de proyectos, pero aparte de eso nos apasiona interpretar, el teatro, cantar, todo lo que rodea al Carnaval, etc.
En definitiva, nos gusta pasarlo bien, y hacer disfrutar a los demás.
Somos tres amigas que un día se plantearon que vivir de aquello que nos encanta, es posible. Y aquí estamos. Y hemos creado un método que no habíamos visto, pero sí que sabíamos que iba a funcionar, porque lo habíamos experimentado. El motor es la sinergia que surge cuando se cree en lo que se hace.
– Preguntaba lo de la inspiración porque no había visto nunca nada parecido en ninguna otra parte y me parece muy original.
S.G.: Es que cuando algo te apasiona y te gusta se transmite. Inventas. Siempre estás creando.
E.G.: En la ejecución de todos los trabajos disfrutamos. Aunque en lo más puramente empresarial, toca hay seguir una burocracia, y ahí está la parte más fea, la menos divertida, como por ejemplo lo que tardan en pagar las administraciones públicas que ahogan a la pequeña empresa. Yo por ejemplo si me quiero comprar una camisa, la pago y me la llevo, pero en este mundo las cosas funcionan de tal manera que salen perdiendo siempre las PYMES, que o tienen un colchón o es complicado.
– Y si esas empresas tienen que ver con la cultura, peor, ¿no?
T:S.: Claro, nosotras siempre nos preguntamos qué valor tiene lo que hacemos. Y siempre damos un presupuesto claro de lo que ofrecemos hacemos. Esperemos que cambien las cosas.
– De las últimas experiencias, ¿cuál destacaríais?
S.G.: Hemos cerrado hace poco una campaña de prevención violencia de género en Secundaria con el Instituto Andaluz de la Mujer y el Instituto Andaluz de juventud. Lo hemos hecho en ochenta centros de toda Andalucía, y aplicando la metodología Cadigenia, ha sido un éxito. Hemos trabajado la educación y los valores en cuanto a la prevención, desde un punto de vista positivo, inculcando cómo deben ser unas relaciones saludables, cómo elegir bien, no caer en los tópicos del amor romántico. Lo hemos plateado como un taller de ligues, como ligar bien y tener éxito, no solo para ligar sino en el resto de la vida, sabiendo utilizar la empatía, la sensibilidad. La seguridad, la autoestima etc. La verdad que el alumnado ha disfrutado y nos han felicitado tanto ellos, como el profesorado y técnicos.
Estas experiencias, y los kilómetros que hemos recorrido, nos han permitido conocer de primera mano cómo está el panorama entre jóvenes de quince a diecisiete años. Aún hay muchos estereotipos del pasado que usan, mucha creencia machista.
– ¿Con qué grupos y de qué edades os llena más trabajar?
S.G.: Cada grupo tiene su puntito. Cuando estuvimos en Antequera y realizamos dos performances, también relacionadas con el tema de la violencia de género, con adolescentes de primero de bachillerato, un adolescente empatizó con nosotros, o nosotros con él, y gritó: ¡Es verdad!, en vez de reventarnos, por ejemplo, el taller. Cantaron con nosotras también. Cuando conseguimos eso, nuestro taller pasa de ser algo informativo, a otra cosa, a algo más. Es lo realmente gratificante. Hemos trabajado también con mujeres reclusas en el Centro Penitenciario Puerto 3, con menores conflictivos, con empresarios y emprendedores. Y cada uno de esos grupos nos aporta una visión del mundo muy diferente. Es algo muy interesante…
Susana, Esther y Tatiana, lo son. Interesantes y valientes. Y siguen, al pie del cañón, demostrando que no están nada locas, que tienen muy claro qué hacer para conseguir aquello que persiguen: trabajar en lo que les apasiona, disfrutar enseñando a los demás a ser más felices, a gestionar los fracasos, a sacarle partido a la existencia, y ofrecer los recursos necesarios para alcanzar el éxito en la tarea más complicada de todas: vivir.
Lo están logrando. Nosotros veremos cada uno de los pasos que dan.
Y esta misma semana hay una gran oportunidad para acercarse a Cadigenia, para conocer su trabajo. El día 25 de junio estarán impartiendo un utilísimo taller, ‘Aprende a Fracasar’, en Rota. Gratuito. Para todos.
Conócelas en su página web: www.cadigenia.es . Y síguelas en facebook y twitter. DIARIO Bahía de Cádiz Rosario Troncoso