En Sanlúcar, en cuestión de días, concretamente el 25 de febrero, Eulogio García vivirá (y nosotros con él) un gran momento. Será distinguido dentro de la categoría de medios de comunicación, con el premio que a su labor, como fotógrafo, otorga la Unión de Consumidores de Cádiz en la quinta edición de estos galardones que reconocen la trayectoria de personas y empresas.
Pero esta distinción no es el único motivo que me ha movido a acercarme a él más. Desde que conozco su trabajo me ha interesado conocer a uno de nuestros mejores fotoperiodistas (sí, así lo considero). Y las expectativas se han superado con creces, ya que aunque he compartido con Eulogio unos cuantos saraos sociales y presentaciones de libros, no contaba con disfrutar tanto de una mañana de café en La Clandestina y paseo al sol, charlando de lo humano y lo divino, más de lo de aquí que de lo de más allá, compartiendo impresiones sobre lo que está pasando alrededor. Puro aprendizaje.
Y nadie como él para ver lo que a los demás se nos escapa: la actualidad que late en las calles. La denuncia, las más de las veces. La noticia en primer plano. El objetivo certero enfocando incluso lo que a veces no interesa. La mirada que atraviesa cualquier filtro impuesto, en busca de la libertad y la verdad.
Así es Eulogio García, y así es lo que proyecta en sus imágenes.
Él se define a sí mismo como un ciudadano más. Firme en sus planteamientos, fuerte en sus ideales. Libre, por encima de todo, desmarcándose por tanto de cualquier grupo en el que hayan de identificarlo, por obligación.
Raíces, y familia
De Sevilla, y de Cádiz. Del mundo. Familiar. Al preguntarle por sus referentes, se centra en su familia, siempre, y en su universo personal, hay gran riqueza en las raíces, como lo que cuenta acerca de su abuelo materno, que llegó a ser concejal de Santa Olalla de Cala en 1936, apodado por la Guardia Civil ‘Zaranguangua’ (el que habla en los zaguanes según un informe que cayó en sus manos), juzgado por “sedición” y encarcelado, aunque con más suerte que otros que se sentaban junto a él y que sufrieron la pena capital.
Su experiencia en la Armada, en la que ingresó con poco más de 17 años, ha forjado su carácter, dejándole una huella profunda. Su amnesia voluntaria respecto a las malas personas, es una decisión propia. He ahí su talante, positivo y generoso, aunque se confiese “egoísta” por tener, como sueño personal, por encima de todo, ver crecer feliz a su nieto Gonzalo.
La imagen de su vida nada tiene que ver con la actualidad, ni con la política. La imagen de su vida es un beso de padre a su madre en el hospital.
Fotoperiodismo
Una fotografía en un click, un disparo al aire, capaz de captar momentos irrepetibles, la realidad en instantes poderosos, que en imágenes, llegan a muchos que no viven esa realidad en ese momento. Para Eulogio es fundamental contar con una imagen, como testigo de la actualidad, que dará lugar a cientos de palabras. Aunque a veces, ni siquiera hace falta.
Cree firmemente que Cádiz también necesita de más gráficos buenos en las calle, al mismo nivel de compromiso. Pero la crisis los ha hecho “cambiar las cámara a unos por un taxi, otros por una ambulancia, otro por sushi y la mayoría por coger lo que salga. Creo que si un redactor, está pendiente de la foto que tiene que hacer, se lo pide su empresa; no pude estar pendiente de escribir. Una de las dos cosas, no sale en condiciones, salvo que se admita cualquier cosa”.
Ya hace diez años que Eulogio García y su cámara son los ojos de la calle. Dany Rodway, responsable de DIARIO Bahía de Cádiz, le abrió las puertas de “su casa”, y es un lujo contar con alguien como él, con un concepto tan claro de lo que es y de lo que no es el fotoperiodismo.
Todas las caras de la actualidad, todas las aristas, los claroscuros de nuestra sociedad. Más los oscuros que los claros. Problemas como el paro, la corrupción, las heridas de un país en el que todos estamos pagando -algunos lo pueden contar, otros ya no- las trampas de los que parten el bacalao, jugando con falsos números, sometiendo a los ciudadanos a recortes brutales. Una democracia que no se parece en nada a lo que debe ser. Las falsas promesas. Los compromisos falsos. Todo lo que nos ahoga, reclama nuestra atención, a gritos, desde sus fotografías.
Comprometido, sensato, testigo desencantado de una realidad que no le gusta, Eulogio García es un artista de la imagen, captando la emoción imprevista, a la vuelta de cada esquina. Por eso merece la pena conocerlo, y es un lujo su amistad. Por eso todo reconocimiento es poco para el entusiasmo que a pie de asfalto, sabe transmitir con su trabajo.
Enhorabuena, amigo Eulogio, y todo el agradecimiento. Rosario Troncoso
Tres fotos, tres
Una pequeña muestra de su trabajo, en tres fotos, que son conocidas.
Un gran tipo Eulogio !!