Unas nuevas elecciones municipales se acercan peligrosamente, junto al repentino interés de políticos y aspirantes, como cada vez que ‘huelen’ las urnas, por eso que llaman “participación ciudadana” y por conocer in situ los problemas, demandas y baches de sus convecinos. Toca maquillar la realidad, también echando alquitrán, o dibujar un panorama desalentador, según se esté ahora mismo en las sillas del gobierno o en las de la oposición. Y prometer –aunque la palabra se rehuya, no está de moda- soluciones y proyectos. Y claro, si se tiene a mano un diseñador gráfico para recrear, virtualmente, futuribles plazas y parques, mejor. Sin olvidar los compromisos, indirectos, por la generación de empleo –eso que cuando los registros oficiales y la estacionalidad dicen que baja, sin indagar en la neoesclavitud que lo favorece, es mérito propio y de mi partido, pero si sube, callo o le hecho las culpas a otros, que yo no tengo competencias-. Nada nuevo…
O sí: y es que este 24 de mayo los partidos viejos/tradicionales, al nivel más cercano con sus potenciales electores, se enfrentan a la incertidumbre del factor del hastío y la indignación, que han ido cocinándose e hirviendo durante la crisis-estafa de los últimos años a base de más paro todavía y precariedad, ajustes, recortes de derechos laborales y sociales, y de libertades, y de tragar tanta corrupción generalizada –¿e ilimitada?- entre quienes ‘mandan’; una indignación habitualmente traducida en abstención y resignación –y alguna copla quejosa en carnaval-, pero que con el surgimiento de nuevas opciones electorales afloradas precisamente desde la base, desde ese cabreo y sensación de orfandad político-representativa, parece que va a cambiar de alguna u otra manera la composición, hasta ahora casi siempre muy predecible, de los ayuntamientos de la Bahía de Cádiz.
Ya nos aventuramos en este periódico a ‘jugar’ hace unas semanas –sí, a hacer “política ficción”, sin ningún pudor ni rigor estadístico y advirtiéndolo, aunque no todos lo entendieron- con los resultados de las recientes elecciones andaluzas y a extrapolarlos para configurar los diferentes consistorios del área metropolitana. Y la conclusión era clara: el azul azul que en los últimos comicios locales ha predominado en este rincón, se diluye. De hecho, en las municipales de 2011, el PP fue el partido más fuerte en seis de los siete municipios que nos conciernen, obteniendo dos mayorías absolutas, en Cádiz y Jerez. Sin embargo, en las autonómicas de marzo de 2015, la derecha sólo ha sido la opción más votada en El Puerto y Rota; mientras el PSOE se imponía en Jerez, San Fernando y Chiclana; y Podemos metía miedo a alguno ganando en la capital y Puerto Real. Insistimos, son comparaciones imposibles, por muchas circunstancias, pero nadie puede negar que muestran tendencias: PP-PSOE pierden apoyos por razones muy parecidas y Podemos-Ciudadanos, en estos casos por motivos diferentes, recogen simpatías y electores.
Y es que Podemos no se presenta directamente a las inminentes municipales –lo hace promoviendo agrupaciones de electores o participando en ellas- y Ciudadanos a nivel local se ha ido fundando y engordando casi en los últimos días –absorbiendo partidos independientes ya existentes como IP en El Puerto o CxLI en San Fernando- al calor del interés mediático desde Madrid por el partido catalán de Albert Rivera, un interés interesado para contrarrestar la pujanza de la formación liderada por Pablo Iglesias.
Sólo queda encajar el factor que, dicen, tiene gran relevancia en unos comicios municipales: el candidato, y es que “no se vota al partido, se vota a la persona”, se reitera cada cuatro años a la hora de elegir concejales y alcaldes. En esta ocasión parece evidente que a alguno le interesa esconder el logo de su partido, y a otros presumir sobre todo de marca.
A parte de conformarse los nuevos ayuntamientos de la comarca -más endeudados si cabe con los bancos que hace cuatro años debido a los millonarios planes de pago a proveedores-, y la composición de los órganos de gobierno de la estéril Mancomunidad, los resultados en toda la provincia definirán el próximo Gobierno de la Diputación, que durante el presente mandato ha estado ostentado por los populares por primera vez –y han convertido los plenos en monográficos sobre ‘instar’ a la Junta de Andalucía…-, tras la supremacía socialista desde el final del franquismo.
SIETE AYUNTAMIENTOS, SIETE
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CÁDIZ: TODOS CONTRA LA MAYORÍA ABSOLUTA DE TEÓFILA
En la capital gaditana, tras demasiadas elecciones municipales consecutivas en las que el PP –o mejor dicho, Teófila Martínez- daba por hecho que revalidaría su mayoría absoluta, y de forma holgada, sin despeinarse, no lo tiene nada claro de cara al 24-M. Intuye que volverá a ganar, como lo lleva haciendo desde 1995, apelando a la experiencia frente a los “experimentos”, pero se teme perder la mayoría; lo que podría significar que el resto de partidos con opciones, si se lo plantearan, terminaran con un ‘teofilismo’ que dura ya casi 20 años. Etapa en la que obviamente la ciudad ha cambiado y mejorado, como casi todas, pero el tener mejor fachada y escaparate, y más macetas –incluso en unos meses otro mega puente ¿necesario?-, todo ello machaconamente triturado y vendido en la omnipresente propaganda del Ayuntamiento por todos sus canales –su televisión, sus web, sus pantallas led, las radios, los periódicos de siempre…-, no ha repercutido de la misma forma en las condiciones sociales y laborales de muchos de sus vecinos, cada vez menos –se sigue perdiendo población año a año desde que la derecha se sienta en la Alcaldía, por falta de vivienda y por falta de trabajo-, y más envejecidos.
Más allá de a Teófila –salpicada además por los famosos papeles de Bárcenas y la relación de su marido con negocios del exministro Rodrigo Rato, y mentor de la santanderina, detenido no hace mucho por fraude, blanqueo y alzamiento de bienes-, los gaditanos podrán elegir entre otras ocho opciones: la derecha sin complejos de Vox; los animalistas de Pacma, con cierto tirón en las andaluzas; UPyD con Felipe Marín de alcaldable, que se puede ver arrastrado por la crisis interna de los de Rosa Díez y lo que les ha supuesto la irrupción de Ciudadanos; el PA, con un activo y voluntarioso José David Sánchez liderando una formación que sigue sin encontrarse en la ciudad; la franquicia de Ciudadanos, con el abogado Juan Manuel Pérez Dorao de cabeza de lista; Fran González al frente del ‘nuevo’ PSOE; y las dos candidaturas más novedosas, que no lograron alcanzar la esperable confluencia, que pretenden al mismo votante abstencionista-indignado-ilusionado: la coalición Ganar Cádiz en Común, agrupando a colectivos y movimientos sociales y a partidos como Equo e IU, con el izquierdista Martín Vila de candidato y el reto, atinado, de “recuperar la alegría”; y la agrupación de electores Por Cádiz sí se puede, promovida por Podemos –que ya ‘pudo’ ser la fuerza más votada el pasado 22 de marzo- y encabezada por un profesor, sindicalista y carnavalero, José María González ‘Kichi’.
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JEREZ: EL PP Y SU ‘NORMALIZACIÓN’ DEL AYUNTAMIENTO, A EXAMEN
Tras una legislatura de lo más convulsa, la de la socialista Pilar Sánchez entre 2007 y 2011 -en los últimos tiempos, una habitual en los Juzgados-, el PP le arrebató la mayoría absoluta en las últimas elecciones al PSOE, y ahora, de nuevo con María José García Pelayo como alcaldable –investigada por contratar en su primera etapa como primera edil, en 2004, con empresas de la trama Gürtel-, persigue arañar esa mayoría que no haga peligrar sus posibilidades de gobierno, y sobre todo de gobierno ‘tranquilo’. Cuatro años en los que la derecha, al menos de cara al exterior –y con el beneplácito del Ministerio de Hacienda de Montoro-, presume de haber “puesto en orden” la situación de un Ayuntamiento ruinoso que sigue siendo de los más endeudados del país –unos 1.000 millones de euros-. Para ello, se ha tenido que someter a severos planes de ajuste, que entre otras cosas obligaron a un controvertido ERE, y el despido de 260 trabajadores del Consistorio. Hoy hay unos 4.000 parados más registrados en la ciudad que al inicio del presente mandato.
Mientras, el PSOE prueba con la diputada en el Congreso Mamen Sánchez para intentar ganarle terreno a la derecha; Foro Ciudadano de Jerez, con su fundador y exalcalde Pedro Pacheco en la cárcel, pretende mantener su presencia municipal con Raúl Ramírez de candidato; e IU recurre a Raúl Ruiz-Berdejo y un programa “claramente de izquierdas”. Como opción novedosa está la agrupación de electores Ganemos Jerez, donde se integra Podemos, y en la que su líder local fue designado como candidato. Y también habrá papeletas de Ciudadanos, liderado por Carlos Pérez; del PA, de nuevo encabezado por Santiago Casal; de UPyD con Francisco González; de Iniciativa Progresista Jerezana con Antonio Conde; y del Partido Comunista de los Pueblos de España con Juan Marchena.
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SAN FERNANDO: DUELO PP-PSOE, Y A PACTAR CON…
PSOE o PP se jugarán ser, otra vez, la fuerza más votada en San Fernando, donde es muy improbable que alguno logre la ansiada mayoría absoluta. Los populares repiten casi con los mismos rostros en puestos de cabecera y con José Loaiza como candidato, tras –gracias al apoyo del PA- cuatro años de alcalde a tiempo parcial, compaginados con la presidencia de la Diputación, en los que la ciudad ha mantenido su apática rutina, sin sobresaltos ni proyectos relevantes ni grandes problemas de tesorería. Ni siquiera el lastre del robo de 8 millones de la Caja municipal descubierto en 2010 ha hecho mella en el día a día. Ha habido momentos en los que desde el Consistorio se ha vendido como noticia el repintado de semáforos o la reposición de losas, como si el mantenimiento urbano fuera algo extraordinario, lo que dice mucho del “proyecto de ciudad” de quien gobierna. Eso sí, el gasto en propaganda institucional se ha ido aumentando con el paso de los años –en medios de comunicación y canales escogidos, claro- con ese lema ‘Ahora sí’, abierto a la interpretación. Por lo demás, la eternizada obra del tranvía sigue siendo asunto para la confrontación electoral, al igual que la figura de Camarón –ya con un lugar concretado para el futurible museo- o la rehabilitación del Ayuntamiento, que curiosamente se ha activado a unas semanas de estas elecciones. La Isla sigue sin turismo, con Fadricas II baldío y sin noticias del redentor polígono de Janer que proyecta levantar la Zona Franca, con un frustrado Parque de la Historia y el Mar que se ha ‘comido’ 10 millones de euros y que no quiere nadie, y un castillo de San Romualdo que, tras años de restauración, se ha reabierto oportunamente hace unas semanas para llenarse de contenido cultural… pero todo programado por la concejalía de Urbanismo, que la de Cultura está en manos de los andalucistas, a ver si se apuntan también el tanto. Y es que lo más evidente del Consistorio isleño de este mandato es que ha habido dos ayuntamientos paralelos, el del PP y el del PA, ambos con sus ‘sedes’, sus cargos de confianza e incluso sus responsables de prensa diferenciados. De cara a la galería apenas han mantenido disputas –ni siquiera han buscado una excusa para escenificar una ruptura del pacto previa a la cita con las urnas-, al tiempo que han evitado fotografiarse mucho juntos.
Así, todo indica que tras el 24-M será el momento de pactar, otra vez. Lo fácil para la derecha sería volver a usar al PA como muleta, por ello desearán que, con Fran Romero de candidato –lleva prácticamente cuatro años de campaña desde sus responsabilidades municipales-, logre unos resultados aceptables; aunque quizá Loaiza y los suyos también podrían recurrir a la marca de moda, a Ciudadanos, que en La Isla se ha fundado a partir del partido de Javier Cano –quien sonó años atrás como alcaldable del mismo PP-, de Ciudadanos por San Fernando que luego pasó a ser Ciudadanos por La Isla. O, de obtener representación, podrían tentar bien a Vox o a Plataforma 3R, este último pidiendo el voto abiertamente entre los antitranvía; o a UPyD, de nuevo con José Ángel Expósito al frente. Por el otro lado, el PSOE, con Patricia Cavada de alcaldable, busca igualmente ser la opción más apoyada –lo fue por poco en las andaluzas-, y si no se le dejara gobernar en minoría, recurrir a los pactos –directos o indirectos- con ¿PA?; con ¿IU?, una IU más madura tras su regreso a la Corporación en el presente mandato y con Gonzalo Alías al frente; o bien con Sí se puede San Fernando, la agrupación de electores promovida por Podemos, con su joven líder Ernesto Díaz de candidato. Toda una incógnita.
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EL PUERTO: EL PP CON CANDÓN, A GANAR PACTANDO
Enrique Moresco, ex de Independientes Portuenses, fichaje estrella del PP en 2007, llegó, vio y venció. En 2011 volvería a ser el alcaldable más apoyado, y reeditaría el pacto con un PA reforzado. Pero a lo largo del presente mandato, desde su partido se decidió que Moresco ya no valía, que no sería el candidato de la derecha en este 2015, por lo que se le buscó un ‘carguito’ en la Diputación de Cádiz y Alfonso Candón fue aupado a la Alcaldía. Empezaba así su particular campaña preelectoral desde el ‘púlpito’ del Consistorio en enero de 2014, defendiendo sus ‘otras’ formas de gobernar, su ‘amor’ por la participación ciudadana… pero la empresa municipal de aguas, Apemsa, se privatizó con él ya de primer edil mientras un sector de la ciudadanía se oponía y reclamaba un referéndum al respecto. Hizo oídos sordos, como a las reiteradas peticiones vecinales de que se retire la zona naranja impuesta en verano en las playas o a los proyectos de parkings subterráneos, que nadie ha demandando, en la plaza de toro y en Pozos Dulces.
El PP prevé ganar en El Puerto, pero de nuevo sin mayoría, por lo que estará muy atento a los resultados de los andalucistas con Carlos Coronado de alcaldable –durante el presente mandato, el pacto PP-PA no ha tenido momentos muy inestables-, y a Ciudadanos –creado a partir de lo que fue Independientes Portuenses y luego Ciudadanos Portuenses- con Silvia Gómez al frente. Mientras, el PSOE, con David de la Encina, lucha por ser la segunda fuerza en papeletas, y poder optar a liderar un pacto ‘de izquierdas’ que desbanque a la derecha: uniendo a la causa a IU, con Antonio Fernández de alcaldable, y a la opción novedosa en la localidad y que se intuye como la gran sorpresa, la agrupación de electores Levantemos El Puerto, movimiento ciudadano apoyado entre otros por Podemos, con José Antonio Oliva de candidato. UPyD, con Milagros Domínguez de cabeza de cartel y Queremos El Puerto, con Ignacio Colón, son los otras dos fuerzas, menores, que buscan colarse en el Ayuntamiento portuense.
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CHICLANA: MARÍN O ROMÁN, Y A PACTAR
Como suele ocurrir en los últimos comicios locales, una vez más PP y PSOE se disputarán el ‘ganar’ en Chiclana, sin mayorías, por lo que uno y otro deberán volver a negociar posibles gobiernos más o menos estables. En el presente mandato, la derecha se terminó juntando con el PVRE, formado por propietarios de viviendas irregulares que, curiosamente, ha ostentando la concejalía de Urbanismo. Por cierto, se termina la legislatura, y la localidad sigue sin tener el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado –por lo que del proceso de regularización de las miles de viviendas ilegales del extrarradio apenas se habla, y de la situación de los acuíferos…-; el aprovechamiento del poblado de Sancti Petri sigue siendo teórico, en un controvertido plan de usos; la obra del tranvía, como ya ocurriera en San Fernando, sirve de mero rifirrafe político-electoralista; y la oposición, en general, critica que este alcalde, Ernesto Marín, se ha dedicado, sobre todo, a “adornar” la ciudad; y a vender, hasta la extenuación, una supuesta bajada del IBI. Hoy día hay unos 1.200 parados más que hace cuatro años.
El PP repite con Marín de alcaldable y el PSOE, con José María Román; e IU con Ana Rodríguez, y el PVRE con Marisol Ayala. Las novedades, y a su vez interrogantes, llegan con opciones como Por Chiclana sí se puede, agrupación electoral impulsada por Podemos con Daniel Martín de candidato, y Ganemos Chiclana, que dice nacer de la confluencia de entidades sociales, políticas y de la ciudadanía de manera individual, con Adrián Sánchez al frente. Además, Roque López lidera la lista del PA, y José Pedro Butrón intenta volver al Ayuntamiento con otro nuevo partido, Sumemos Chiclana.
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PUERTO REAL: PEINADO, A SEGUIR SORPRENDIENDO
El Ayuntamiento de Puerto Real es el único de la Bahía que tras las elecciones de 2011 terminó teniendo un alcalde no-del-PP. Es más, ganó el PA y con sorprendente mayoría absoluta, con Maribel Peinado al frente, que, como es obvio, se presenta a la reelección el 24-M. Durante estos cuatro años, al fin se ha podido culminar la obra del soterramiento de la vía férrea, con problemas financieros por parte municipal; y se ha comenzado a urbanizar y a usar, a prisa y corriendo, el tablero superior. Y con polémica se ha derribado el teatro de verano para plantear un centro de ocio-comercial. Al tiempo, la oposición se ha quejado insistentemente de la falta de transparencia de este equipo de Gobierno, denunciándolo incluso ante la fiscalía; y del crítico estado de las arcas municipales.
A quien no le haya convencido la gestión andalucista estos años, tiene para elegir entre otras seis opciones, la mayoría renovadas. No es el caso de Equo, que se presenta confiando en Iván Canca como alcaldable. En cierto modo extraña que la formación verde no se haya unido a Podemos como en las recientes elecciones andaluzas –cuando ha sido la fuerza más respaldada en la Villa-, un Podemos que impulsa la agrupación de electores Sí se puede Puerto Real, con Antonio Romero como cabeza de cartel, y con muchas opciones de entrar con fuerza en el Consistorio. Por su lado, se renuevan el PSOE, con Elena Amaya; IU con José Alfaro Berenguer; y el PP, con Margarita Cossi. E UPyD intentará dar la campanada con Benito García, en una localidad donde Ciudadanos no ha podido presentar lista.
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ROTA: MÁS BIPARTITO PP-RRUU O CAMBIAR
Mucho tiene que cambiar el panorama electoral en Rota para que PP y RRUU no vuelvan a reeditar un nuevo pacto de gobierno. Desde 2003 cogobiernan en la localidad, al principio con los independientes como fuerza más poderosa, y en los últimos tiempos con supremacía de la derecha. Un pacto inalterable que hace presumir desde fuera que es lo mismo votar a un partido que a otro. En este sentido, hasta sus alcaldables, tanto la popular Eva Corrales como el independiente Lorenzo Sánchez, llevan meses imputados en varias causas judiciales, aunque los suyos defienden que “tienen que ver con una persecución orquestada por la oposición, más que con una mala gestión o actuaciones personales ilícitas”. Y ambas opciones se alegran al unísono de la reciente noticia –qué cosas, a menos de un mes de la cita electoral- que asegura que la Villa está más cerca de ver satisfecha su histórica reivindicación de recibir una compensación por la servidumbre militar de la Base Naval; Base transformada en inquietante escudo antimisiles de la OTAN, con más barcos de guerra y militares estadounidenses pero que no se está traduciendo en más empleo para civiles en estas instalaciones, como se vendió en su momento.
El PSOE, con Javier Ruiz Arana como cabeza de lista, es la opción más firme para acabar con ese bipartito, aunque, de ser viable, muy posiblemente deberá pactar. Quizá con IU, que concurre liderado por Antonio Franco, o con la agrupación electoral en la que participa Podemos, Sí se puede Rota, encabezada por Moisés Rodríguez. Además, en la localidad se podrá elegir entre UPyD, de nuevo con Hugo Cañellas de alcaldable, y la novedad de Iniciativa Ciudadana Roteña, con Jesús Cuadrado. Ni PA ni Ciudadanos presentan candidaturas. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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interesante análisis de la situación, aunque sin mojarse demasiado en el pronóstico. Me vale