Los andaluces están llamados el domingo 22 de marzo de 2015 a las urnas, otra vez… tres años después de las últimas autonómicas en las que todas las encuestas daban al PP como ganador, tras el ‘paseo’ previo en las Generales del 20-N de 2011 por ‘incomparecencia’ del PSOE post-Zapatero; y ganó, aunque sin la codiciada mayoría absoluta, mal entendida como absolutista cuando algunos la ostentan. PSOE e IU, que juntos sí sumaban esa mayoría, pactaban para formar un gobierno de coalición vendido como casi el último reducto de la izquierda en España –“otra forma de hacer las cosas”, se ha repetido hasta la saciedad– que no ha tenido desencuentros importantes; y Javier Arenas terminó ‘huyendo’ a Madrid tras su enésima derrota, mientras la derecha, no asumió esa esta estéril victoria, etiquetando en sus argumentarios a partir de entonces al Ejecutivo andaluz de “gobierno de perdedores”. Acatando a regañadientes las reglas del juego democrático…
Sin embargo, el pasado enero, curiosamente al tiempo que se conocía el embarazo de la presidenta Susana Díaz, se comenzó a hablar de una supuesta inestabilidad en el bipartito, que negaba una Izquierda Unida muy sorprendida, acusada de haberse radicalizado de la mano de Alberto Garzón en Madrid. Era cuestión de días para que el PSOE rompiera el pacto unilateralmente y convocara estos comicios anticipados, un año antes de lo esperable, sin explicar –ni entenderse- aún qué razones político-estratégicas hay detrás. La versión oficial es que se quiere “dar la voz a los ciudadanos para que decidan quién y cómo les tiene que gobernar”, ya que “sin estabilidad” Díaz ha manifestado no estar dispuesta a gobernar.
Pero la realidad es que, salvo sorpresón, ningún partido logrará mayoría suficiente en el próximo Parlamento regional, y los pactos directos, indirectos o puntuales serán inevitables para que exista esa gobernabilidad que, con esta convocatoria a las urnas, dicen buscar los socialistas, que desde 1982 siempre han tenido las riendas en la comunidad, solos o junto al PA o IU.
Una Cámara que, lo reflejan los sondeos y encuestas, tendrá más ‘colores’ que la de las últimas legislaturas, gracias a la irrupción del fenómeno Podemos –y a los demoledores efectos de la crisis-estafa y de la indigestión de tanta mentira y corrupción sistémica, que ha abierto ojos y mentes-, que está contribuyendo a cambiar la caduca política de parvulario de este gris país e ilusionando a muchos ciudadanos hastiados, resignados y condenados a la dictadura del bipartidismo, a elegir PSOE-PP, PP-PSOE. Y ¡viva la fiesta de la democracia!, cacarean sus medios cada cuatro años. Ahora, todo parece indicar que se está perdiendo el miedo a probar otras opciones. ¿Acaso hay miedo cuando ya te lo han quitado casi todo? Y entre ellas, el mediático Podemos, el apaleado y linchado Podemos –el poder y sus siervos, infundiendo pánico, sólo retrata su propio canguelo a perder privilegios, su atroz miedo a la gente que dicen representar, gente de la calle que sabe qué pasa en la calle que nutre la base de este partido-movimiento-gritodebastaya-, que con apenas un año de andadura se enfrenta a su primer examen real –siempre con la mente puesta en las Generales de ¿noviembre?-, y con una activista gaditana, Teresa Rodríguez, como su líder en el sur.
Esos sondeos electorales –a veces atinan y revelan tendencias, a veces simplemente persiguen adormecer o estimular al votante más militante…- profetizan que el PSOE volverá a ser la lista más apoyada en Andalucía este 22-M (alrededor del 35% de los votos), pero lejos de la mayoría, con Susana Díaz como cabeza de cartel, la actual presidenta que lo es tras la marcha a Madrid de Griñán (y el exalcalde chiclanero y veterano Manuel Jiménez Barrios como número uno por Cádiz); y que el PP, con un Juan Manuel Moreno Bonilla venido de Madrid que deben conocer en su casa-partido, y poco más, como paladín, aunque la sombra de Arenas es alargada (y Ana Mestre como número uno por la provincia, tras el ‘ascenso’ in extremis de Antonio Sanz al cargo de delegado del Gobierno en Andalucía), perderá un buen puñado de escaños, quedando como segunda fuerza (con un 30% de votos, o menos).
Y por detrás (con hasta un 15% de respaldo) se situaría Podemos, pudiéndose erigir así como clave, como llave de gobierno; en el caso de que IU, con Antonio Maíllo como presidenciable (e Inmaculada Nieto como cabeza de lista por Cádiz), se deje algunos representantes, como se prevé (se quedaría con menos del 8% de votos). Otra posible novedad en la próxima legislatura sería la entrada testimonial en el Parlamento de UPyD, con el jerezano Martín de la Herrán al frente, o, de Ciudadanos, el pujante partido españolista del catalán Albert Rivera con un sanluqueño de candidato, Juan Marin. E improbable es que el PA, con el portuense Antonio Jesús Ruiz, pueda regresar a esta Cámara.
¿Acertarán estas encuestas cocinadas e interesadas que se van publicando desde hace semanas? ¿Votará la gente lo que dice que votaría en esos estudios de opinión? ¿Seguirá desinflándose el sistema bipartidista que ha copado con los años esta débil democracia postfranquista? ¿Podrá o no podrá Podemos? ¿Si se dan las circunstancias, pactará el PSOE con IU tras echarlo del último Gobierno? ¿Se rebajaría IU a pactar otra vez con los mismos socios tras la reciente ‘patada’ poco razonada? ¿Pactaría el PSOE con Podemos o se conformaría esa ‘gran coalición’ con la derecha como anticipo de lo que algunos sospechan que pasará tras las elecciones generales? -aunque Susana Díaz, es obvio, rechaza ambos extremos en las últimas entrevistas…-. ¿Pactaría Podemos con el PP? ¿Tendrán algún papel UPyD y Ciudadanos, los partidos-vecinos que se disputan el mismo electorado descontento principalmente del PP?…
Estas y muchas más preguntas se empezarán a contestar en la noche electoral del 22 de marzo, que se adivina más que emocionante. Y luego vendrán elecciones municipales, y generales… ¿Será este 2015 el año del cambio? Pero cambio cambio, no un cambio como mero eslogan partidista facilón y recurrente, y que todo siga igual, sino cambio de verdad, un cambio que reconcilie al pueblo con sus políticos, sus políticas y sus instituciones… DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
hay que confiar más en el partido andalucista, que somos andaluces. auqnue viendo al candidato… nada seguiremos votando al Chaves
Aquí sólo se habla de podemos, se os ve el plumero. Y vox??? Q vamos a cerrar la valla del Peñón Gibraltar español!!!