CRÍTICA. Hay películas que se producen, dirigen e interpretan sin grandes pretensiones. Tal vez el director debe algún favor a una distribuidora o el productor debe tapar algún que otro agujero económico por aquella película de arte y ensayo que fue un fracaso comercial. Eso es lo que me gustaría pensar que ‘Proyecto Rampage’ ha supuesto para todos los que han tenido algo que ver en su lanzamiento a la gran pantalla.
Lo que me dolería pensar es que realmente hay guionistas que se creen estar ante la obra definitiva del séptimo arte al escribir estas tramas insulsas, que producen una sensación entre la risa y la vergüenza ajena.
La historia, dirigida por Brad Peyton, se sitúa en EEUU. Un especialista en simios (Dwayne Johnson, ‘La Roca’) ve como George, un gorila albino a su cargo, experimenta cambios que lo transforman en un King Kong del siglo XXI, todo ello explicado por la llegada a la Tierra de un virus con el que se trabajaba desde una plataforma espacial.
Lo único que es de agradecer al director, Brad Peyton, es que no haya hecho una película de excesivo metraje (no llega a las dos horas) y que le haya impuesto a sus actores la sobreactuación y la gesticulación innecesaria como máxima en sus interpretaciones. Gracias a ello, desde el minuto uno, se puede intuir el tipo de película ante la que nos encontramos.
Cabe destacar, a pesar de ello, lo sorprendente que resulta ver a un actor como Jake Lacy (secundario en ‘El caso Sloane’ con Jessica Chastain), cambiando totalmente su actuación correcta y contenida de la mencionada película por una de gran infantilismo y simplismo. No pasa así con el actor principal del filme (Dwayne Johnson) que, con o sin indicaciones del director, puede llegar a convertir una película pensada para su lucimiento (¿y cuál no lo es?) en un lastimoso ejercicio de interpretación amateur.
Es una pena que comentar todo lo anterior sea tan innecesario como la cinta en sí, ya que una película con un argumento como el anterior y un elenco de actores y equipo técnico como el que se muestra en el cartel promocional solo sorprendería si mostrara algo más allá.
Sin embargo, la inversión millonaria en efectos especiales y en actores con mucho músculo y poca capacidad interpretativa solo tapa lo que se intuía desde el principio: un gran vacío.
— Lo peor: Su visionado deja una sensación de estar ante un filme 100% prescindible, haciendo difícil encontrar algo positivo en él.
— Lo mejor: Dirección, actuaciones, idea original, diálogos,… la lista es interminable.
La apuesta cinematográfica de la semana que viene:
‘7 días en Entebbe’. Realizada por el director de la aclamada serie ‘Narcos’ y con un gran reparto (Rosamund Pike, Daniel Brühl). Una película que nos recuerda hechos del pasado y que llega dispuesta a remover conciencias. DIARIO Bahía de Cádiz