CRÍTICA. Para todos aquellos que no conozcan el personaje (habrá algún millenial suertudo que ni siquiera haya oído hablar de la mencionada y desastrosa película), Daredevil es un justiciero nocturno que combate la delincuencia en su ciudad natal. Con el acertado nombre de Hell’s Kitchen (La cocina del infierno), muchos de sus barrios son un nido de mafias y asesinos de la peor calaña, entre los que se encuentran famosos villanos del universo Marvel como The Punisher (El castigador) o Kingpin (Wilson Fisk). Bajo su disfraz protector, Daredevil es realmente Matt Murdock, un abogado ciego (!) que es capaz de pelear y moverse gracias al resto de estímulos que recibe de su alrededor.
A pesar de tratarse de una trama centrada en el mundo de los superhéroes, lo que puede hacer que cierto público se muestre reacio a verla, la gran baza de la serie son los casos con de los que los personajes deben lidiar constantemente. El guion no es (solo) una sucesión de peleas asombrosas en cuanto al diseño de fotografía y a las coreografías de gran precisión y efectividad, sino que es una construcción creíble del nacimiento de la corrupción en una sociedad y la lucha constante de los personajes entre lo que es justo y moral frente a la venganza como respuesta.
En cuanto a la cuidada estética que sigue la serie cabe destacar los colores y los decorados bien diseñados, que sitúan al espectador en un entorno podrido en el que se ve inmersa una población que clama volver a sentirse segura. El objetivo de crear una ciudad en la que nadie está a salvo supera con creces aquellos decorados de cartón piedra a los que otras producciones nos habían acostumbrado.
Unos actores en su mayoría no muy conocidos (lo que es de agradecer y demuestra el gran número de actores que merecen una oportunidad) dan vida de forma creíble a sus personajes, haciendo que los diálogos cobren aún más fuerza con sus interpretaciones. Una especial mención se merece Vincent D’ Onorio, veterano actor con un gran número de series de TV y más de 60 películas en su haber, en el papel del marcado Winston Fisk.
Eso sí… un aviso especial para todos aquellos que, como yo, sean sensibles a escenas de violencia y peleas de gran realismo. Tengan a mano un cojín o cualquier otro objeto barrera para cubrirse los ojos. A pesar de todo, les prometo que cuando lleguen al final de la tercera temporada correrán a consultar la fecha del lanzamiento de la cuarta. Y, ya aviso, a pesar de contar desde el primer momento por el apoyo de crítica y público, Netflix acaba de anunciar que no habrá nueva temporada, con la justificación de que es mejor “concluirla cuando está en lo más alto”. Una pena para todos, pero un motivo más para acercarse a esta gran serie con la promesa de poder disfrutar de tres temporadas de emociones garantizadas. DIARIO Bahía de Cádiz