CRÍTICA. Que el dinero puede ser fuente de infelicidad es algo que todo el mundo, tarde o temprano, acaba entendiendo. Sin embargo, cuando esta reflexión se muestra desde la comedia, el mensaje puede ser más efectivo y nos hará meditar restándole el dramatismo que podría conllevar una reflexión más profunda.
Esto es lo que Daniel Monzón consigue en su segunda comedia tras ‘El robo más grande jamás contado’ (2002). El director de thrillers como ‘El niño’ o ‘Celda 211’ ya nos dejó ver su capacidad de despertar risas entre el drama de la realidad. Sin embargo, en este caso, ‘Yucatán’ nos propone zambullirnos de pleno en la comedia en una película que, sin llegar a ser hilarante ni despertar grandes carcajadas, consigue envolvernos en su ritmo ágil con una trama bien elaborada y llenas de giros que pueden llegar a ser imprevisibles hasta para espectador más avispado
La historia nos presenta a Lucas (Luis Tosar) y Clayderman (Rodrigo de la Serna), dos estafadores dedicados a engañar a turistas de cruceros de lujo. Tras convertirse en rivales, sus vidas se vuelven a cruzar cuando una de las más grandes fortunas se presenta delante de ellos. Embarcados en un crucero de Barcelona a Cancún, utilizan todo su ingenio para conseguir dar el gran golpe.
Daniel Monzón es, ante todo, un guionista y director de actores, lo que nos demuestra de nuevo con gran maestría en esta cinta. Por ello las actuaciones, tanto de los protagonistas como de los secundarios, consiguen sacar un buen partido a cada uno de los matices de los personajes. Es fácil empatizar con muchos de ellos al cuidarse el no llegar a crear una caricatura (aunque los personajes de los yernos rozan la línea del ridículo en muchos momentos del filme), sino mostrar los claroscuros que toda persona lleva dentro de sí y reflexionar sobre la ambición y los límites a los que puede llevarnos si no se controla y se tienen principios morales.
La fotografía y los números musicales son otro de los grandes protagonistas y aciertos del filme. Los espectáculos típicos que se pueden ver dentro de cualquier crucero de lujo para entretener a los pasajeros se mezclan perfectamente con la trama de la película, llegando a mostrar las intenciones de los personajes. El cuidado de la fotografía con la que estos números musicales se presentan, así como de los exteriores del crucero y los puertos donde atraca, hace que, por momentos, el espectador se sienta compartiendo asiento con los pasajeros más que sentado en una butaca. Yucatán es una película para embarcarse en ella, dejarse llevar mar adentro y que sea un viaje que nos haga sonreír al mirar atrás.
— Lo peor: La duración del metraje (más de dos horas) se llega a notar en algunos momentos. Los personajes de los yernos podían tal vez haberse aprovechado más.
— Lo mejor: Los actores así como agilidad de la trama y ciertos giros del filme. DIARIO Bahía de Cádiz
La apuesta cinematográfica de la semana que viene:
‘Cuando los ángeles duermen’. Thriller español con tintes dramáticos en el que se nos cuenta la historia de Germán, un hombre que lleva una vida ejemplar. Sin embargo, una noche atropella por accidente a dos adolescentes e intentará hacer todo lo posible para que ese suceso de su vida no la acabe destrozando y afectando a todo alrededor. DI