CRÍTICA. Puede que el humor absurdo sea la única forma de afrontar lo que se nos viene encima (o se nos lleva viniendo encima desde hace muchos años). Hace falta mucho humor para afrontar la realidad de las cifras de parados, de la competencia entre los establecimientos que se esfuerzan en atraer clientes en el mercado de las pymes, de la presencia de figuras soberanistas obsoletas y más propias del medievo… y un largo etcétera.
Desde los años setenta los Monty Python han sabido siempre hacernos reír llevando la realidad hasta el absurdo y estampándonosla en la cara como una tarta de sabor delicioso, pero que no tiene piedad al llenarte la cara con su contenido. Cómicos estadounidenses como los del Saturday Night live están muy influenciados por ellos y no es para menos. Porque, si tienes que decir la verdad, intenta decirla siempre con humor. La ironía y la sátira han demostrado ser, desde hace muchos años, un arma muy potente para despertar a la realidad con una sonrisa de oreja a oreja.
Esto es lo que básicamente nos ofrece la última película de Jose Luis Cuerda, continuación de su filme de culto ‘Amanece que no es poco’. Nos ofrece una bofetada de nuestra situación actual, pero haciendo que nos enfrentemos a ella con humor.
‘Tiempo después’ se trata de un filme coral en el que encontraremos muchísimas caras conocidas de la pequeña y gran pantalla (Blanca Suárez, Roberto Álamo, Joaquín Reyes, Berto Romero), algunos de los cuales ejercen también de productores (Arturo Valls, Buenefuente) y capitaneados por el gran José Luis Cuerda, demostrando que se encuentra en un envidiable estado de forma como director a sus 71 años.
La trama se sitúa en el año 9177, en un futuro postapocalíptico. Todo el mundo conocido se reduce a un único edificio en el que vive el ‘establishment’, las fuerzas vivas (alcalde, guardia civil, barberos, panaderos, etc. Todos ellos repartidos en las infinitas habitaciones del edificio). ¿Qué hay fuera de esas paredes? Los miles de parados que deben lidiar con su situación. Toda esta organización da un vuelco cuando uno de estos parados se revela y decide que quiere intentar ganarse la vida vendiendo limonada. El ‘establishment’ peligra y está dispuesto a mostrar su peor cara para evitar esta locura.
Un consejo para todos los que estén pensando en acudir a ver esta película es ver, previamente, la antesala de la misma: ‘Amanece que no es poco’. Si disfrutan de ese tipo de humor surrealista y muchas veces absurdo, les auguro que disfrutarán de esta segunda parte. A aquellos que no sean muy fanáticos de este tipo de humor, solo les aconsejo que no se cierren en banda y acudan igualmente, intentando ver la realidad con otros ojos. Los ojos de un humor loco pero contundente.
Los ojos de los Monty Python, Muchachada Nui, Saturday Night Live,…y de nuestro gran José Luis Cuerda. Les aseguro que merece la pena y la realidad pesa infinitamente menos desde ese lado del cristal.
— Lo peor: En ciertos momentos, el ritmo decae un poco.
— Lo mejor: La crítica social. Los actores (especial mención a Gabino Diego y Roberto del Álamo). Los estupendos diálogos entre el “sector” de la juventud. DIARIO Bahía de Cádiz